Romero Deschamps, ¿sin salvación?
¬ Augusto Corro miércoles 16, Oct 2019Punto por punto
Augusto Corro
Para el líder petrolero, Carlos Romero Deschamps, lo mejor sería renunciar al cargo para atender las denuncias en su contra.
Así lo declaró el presidente Andrés Manuel López Obrador en la conferencia mañanera de ayer en Palacio Nacional.
En fechas recientes se empezó a especular sobre la salida de Romero Deschamps del sindicato petrolero. Surgieron versiones diversas, pero finalmente se confirmó que existen denuncias en contra del líder en la Fiscalía General de la República (FGR).
Y, claro, les dará el trámite respectivo “Si él (Romero Deschamps) toma la decisión de dejar el sindicato para atender estos asuntos, está en su derecho, nosotros no nos vamos a meter”, dijo el mandatario López Obrador.
¿Ya le empezaron a cantar las “golondrinas” del adiós a Romero Deschamps? Es posible. ¿Habrá un arreglo para que no le vaya tan mal con la justicia?
¿Su salida del sindicato es parte del convenio?
Entre los delitos contra el líder sindical, según sus adversarios, se encuentran los siguientes: desvío de recursos, enriquecimiento ilícito, lavado de dinero, huachicoleo y hasta nepotismo.
¿Será una realidad el ajuste de cuentas a Romero Deschamps?
Otros personajes poderosos ya empezaron a ser juzgados.
En Michoacán, un gobierno fallido
El gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, de extracción perredista, es uno de los peores ejemplos de gobierno en México.
Vive esperanzado en que le llegue la ayuda federal para enfrentar a la delincuencia organizada que tiene asolada a su entidad.
Ya son varios sexenios que la población vive aterrorizada por las acciones de los extorsionadores, secuestradores y asesinos.
En ese estado hay desfile de cárteles de la droga que desaparecen y reaparecen cada vez que se les ocurre.
La Familia Michoacana fue exterminada pero en hechos delincuenciales fue suplida por los Caballeros Templarios. Luego entraron a la espiral de violencia Los Viagra. Además llegó el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).
También se debe tomar en cuenta la presencia de las denominadas autodefensas que, de acuerdo con las autoridades, algunas fueron infiltradas por la delincuencia. En Michoacán se encuentran ciudades controladas por la delincuencia organizada. En agosto, en Uruapan sus habitantes conocieron de una matanza de 19 personas, que aparecieron colgadas de un puente.
Apenas el lunes, trece policías estatales perecieron en una emboscada. ¿Qué sigue?
Ese último hecho seguramente llevará a las autoridades federales a revisar su estrategia de combate a la delincuencia organizada.
Aunque ya se sabe de la inutilidad del gobernador Silvano Aureoles Conejo, es urgente que ese tipo de masacres no se repitan. La Guardia Nacional (GN) ya debe dedicarse a las funciones para lo que fue creada que consisten en brindar seguridad a la población.
Violencia e inseguridad
Mientras las autoridades se encargan de brindarnos promesas de que algún día habrá paz en México, en algunas ciudades la población se encuentra harta de tanta violencia e inseguridad.
No hay otra salida. ¿Cómo puede un ciudadano tranquilo, de bien, retar a los delincuentes armados que no miden las consecuencias de sus acciones?
Hay entidades que viven en la espiral de violencia desde sexenios anteriores, como Tamaulipas, Michoacán, Guerrero, Veracruz; y otras como Guanajuato convertidas en focos de inseguridad.
Las autoridades envían mensajes esperanzadores que no alcanzan a brindar confianza en los ciudadanos, que exigen resultados positivos.
México, en el presente, es colocado entre los principales países que sin encontrarse en guerra tiene un elevado número de muertes violentas. Es una verdadera pesadilla el índice de desaparecidos y de fosas clandestinas en el territorio nacional.
¿Quién puede vivir tranquilo con la violencia que ocurre a nuestro alrededor? En algunas ciudades poco a poco empezaron a cambiar sus horarios de diversión.
Por las noches se guardan en casa. Los grupos de vecinos tienen comunicación constante con sus teléfonos, para advertirse de riesgos.
Los asaltos son incontables y ocurren en todos los sitios y a todas horas.
En general, la población quiere paz, tranquilidad. Urge. Si al gobierno actual no le funciona la estrategia que lleva a cabo, que la cambie.
El lunes, el propio secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, dijo que todavía no hay nada que celebrar en el combate a la inseguridad.
La pregunta es: ¿hasta cuándo?