¿Fracasan los gobernadores de Morena?
Ramón Zurita Sahagún lunes 14, Oct 2019De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Es muy pronto para decidir si los gobernadores surgidos de Morena están fracasando, pero indicios los hay muchos, de que algunos de ellos no han podido con el paquete que significa dejar de ser oposición y convertirse en gobierno.
Son seis gobernadores en funciones los que llegaron a la administración estatal por la vía del voto ciudadano a favor del Movimiento de Regeneración Nacional, dos de los cuales están considerados como de alto riesgo, uno despierta suspicacia, otro se manifiesta con cierta timidez y los dos restantes despliegan velas.
Los llamados aztecas (por provenir sus nombres de esa raíz Náhuatl), son de los peores calificados, ya que tanto Cuauhtémoc Blanco (Morelos) como Cuitláhuac García (Veracruz) no han podido mostrar entereza, ni muchos conocimientos políticos o administrativos para gobernar con éxito.
Constantes reclamos de la población, desidia de las autoridades, violencia, enfrentamiento con sus antecesores y hasta falta de un equipo eficiente para ayudarles en las tareas de gobierno, son parte de su cotidianidad.
Es cierto que ambos heredaron una serie de problemas, entre ellos la violencia generalizada y una entidad endeudada, pero nada se ha hecho para frenar estos problemas y por el contrario, en los que se refiere a violencia está creció en forma amenazante.
Cada día se muestra como la delincuencia organizada avanza en forma desmesurada, mientras las autoridades en poco o nada responden a los reclamos ciudadanos.
Cuauhtémoc ya cumplió su primer año de un gobierno desastroso, en tanto que Cuitláhuac está a dos meses de hacerlo y los resultados distan mucho de ser óptimos.
Luis Miguel Barbosa (Puebla) tiene apenas dos meses de gobernar y ya despierta suspicacia sobre el tiempo que se mantendrá al frente de la administración estatal de Puebla, debido a sus dislates, sus confrontaciones, sus rencores, revanchas y disputas públicas, que contrastan con su poca eficacia como gobernante. Barbosa tiene a su favor que con el escaso tiempo que lleva, se le otorga el beneficio de la duda.
Rutilio Cruz Escandón, a dos meses de cumplir su primer año de gobierno, se muestra tímido en su accionar y enseña una gran timidez, para enfrentar los reclamos de una población que es de las más rezagadas del país. Le pesa la sombra de Manuel Velasco Coello (su antecesor) y los problemas heredados de la pasada administración.
De los seis gobernadores emanados de Morena, los dos que más resaltan son Claudia Sheinbaum (CDMX) y Adán Augusto López (Tabasco), quienes han podido capotear los temas torales de sus gobiernos.
Es cierto que ambos son considerados como los dos gobernadores más cercanos al afecto del Presidente López Obrador, pero también lo es que deben aportar su propio esfuerzo y en ambos casos lo han hecho.
La CDMX es el monstruo de las mil cabezas, con problemas de todo tipo y con una herencia de corrupción, con grupos enquistados en todos los ámbitos y con asuntos que requieren de una pronta solución. Tabasco es la entidad de la que procede el Presidente, por lo que será una de las más beneficiadas durante el actual sexenio, aunque como gran parte del país, vive asediada por la delincuencia organizada.
Ni Claudia Sheinbaum ni Adán Augusto cubren tampoco su primer año de gobierno, aunque por lo observado hasta ahora, marchan por buen camino.