Bertha Luján aventaja en la carrera por la dirigencia de Morena
Jorge Luis Galicia Palacios lunes 14, Oct 2019Como veo, doy
Jorge Luis Galicia Palacios
- Lo que acaba con los partidos es la falta de ideales”, advierte AMLO a advenedizos
- Ganar mayoría de diputados y gubernaturas en 2021, el reto.
A pesar de los desencuentros que se viven entre los cuadros dirigentes del partido en el poder, este fin de semana el partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) inició la celebración de sus asambleas distritales que tienen por objeto elegir a sus delegados y consejeros con miras al proceso para nombrar a su dirigente nacional en noviembre próximo.
Más allá de los pormenores que hablan de problemas de organización, de la incógnita sobre el número de afiliados en cada entidad federativa o, inclusive, de temas relacionados con la inseguridad que se vive en el país, hasta ahora la militancia morenista ha dado muestras de una unidad que va más allá de la fórmula o método que al final decida su partido para definir al líder que los llevará a la contienda electoral de los próximos cuatro años, pasando por la llamada intermedia, donde se elegirá la totalidad de los 500 diputados federales y se renovarán titulares de 13 gubernaturas, entre otros cargos de elección.
En cuanto a los interesados para dirigir a Morena, hasta ahora han levantado la mano cuatro personajes: Yeidckol Polevnsky, la actual secretaria en funciones de presidenta; Bertha Luján, presidenta del Consejo Nacional de Morena; Mario Delgado, diputado federal, y coordinador del su grupo parlamentario; completando esa lista Alejandro Rojas Díaz Durán, senador suplente de Ricardo Monreal.
Dicen al interior de cada uno de los grupos de los aspirantes que sus prospectos tienen posibilidades, pero si uno observa las trayectorias y si además estas se contrastan con las señales que una y otra vez ha enviado el líder moral del partido que obtuvo su registro apenas en 2014, es seguro que al final el cargo directivo en disputa recaerá en una mujer, que para mayores señas su nombre inicia con B de Bertha y termina con L de Luján.
¿Mencionamos señales?, ahh sí, por ejemplo, aquello de que los militantes deban mantener ideales, “que mantengan principios, porque lo que acaba a los partidos es el pragmatismo, la falta de ideales, la falta de principios, el buscar triunfar a toda costa sin escrúpulos morales de ninguna índole. Eso es lo que acaba a los partidos, la ambición del poder por el poder”.
¿Por qué la conclusión de que será Bertha?, primero porque si se analizan perfiles, en la larguísima carrera por la presidencia de la república las dos aspirantes son quienes han acompañado a Andrés Manuel López Obrador muy de cerca hasta conseguir el objetivo de llegar a la silla del águila, no obstante, de entre ellas dos, es la señora Polevnsky quien llega en condiciones muy desfavorables a la contienda partidista, porque luce muy desgastada ante la militancia y muy golpeada políticamente por sus adversarios de dentro y fuera de su partido, donde algunos trapitos que le han sacado al sol han sido su peor tormento y el fuego amigo amenaza con más artillería.
Es cierto, los cuatro nombres que se mencionan hasta ahora cumplen con los requisitos estatutarios para aspirar a la dirigencia nacional de Morena, pero como en todo proceso electoral solo hay lugar para uno y todo indica que Bertha Luján ha tomado la delantera con una considerable ventaja que parece conservará hasta la meta de la carrera que culminará, sin no hay cambios en la ruta, el 24 de noviembre próximo.
La ventaja que Luján Uranga tiene sobre sus correligionarios no es menor y estriba nada menos que en los tiempos políticos que se avecinan. En 2021 Morena tendrá su primera prueba electoral siendo el partido gobernante, donde tendrán el enorme desafío de ganar mayoría absoluta en la Cámara de Diputados y la totalidad de las 13 gubernaturas en disputa, ese es el reto y ante ese escenario que mejor que alguien que conozca los compases y movimientos para bailar al son que les pongan, o sea hay conocimiento del territorio y experiencia en lides electorales, nomás.
Apuesta sin ver.- Hace 45 días, en el contexto de los diferendos entre algunos aspirantes que participan en el proceso de sucesión de la dirigencia nacional de Morena, el presidente Andrés Manuel López Obrador advirtió que, si ese partido desvirtúa sus principios, renunciaría a su militancia y hasta pediría que le cambien el nombre.
Sin duda una apuesta muy fuerte, pero también un mensaje muy claro a los advenedizos que insisten en torpedear la sucesión de la dirigencia morenista sin que les importe el daño que hacen a su partido.
VA MI RESTO.- Concentrada en las actividades que su cargo le exige, Bertha Luján ha dado muestras de que no quiere saber nada de descalificaciones, provocaciones o distracciones de quienes, cobijados en banderas que hablan de pluralidad y democracia, le hacen desde trincheras internas de su propio partido.
Y hace bien, porque entrar en esa línea de golpeteo es como ayudar a poner minas en un terreno donde los morenistas ya están hartos de broncas internas, en tanto lo que siguen anhelando es un cambio verdadero en la forma de gobernar y de hacer política, pero sobre todo quieren mejores servicios, más obras y políticas públicas que den un verdadero empujón al desarrollo social y económico del país, o sea un cambio de rostro, como el que les prometieron en la campaña electoral de 2018, y hasta ahí porque como veo doy.