Omar, historia de los tres García
¬ Arturo Ríos Ruiz lunes 7, Oct 2019Centro..!
Arturo Ríos Ruiz
- Su abuelo, alto militar, su padre político y policía
El abuelo: de Omar García Harfuch, Marcelino García Barragán, fue gobernador de Jalisco y titular de la Sedena en el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz, director del Colegio Militar; a los 18 años se enroló en la Revolución en Chihuahua, fue partidario de Francisco Villa y militó en el Constitucionalismo.
Como cadete escoltó al presidente Álvaro Obregón, fue combatiente de la Guerra Cristera y desempeñó jefaturas del Ejército en varios estados.
En diciembre de 1953 estuvo a favor de un golpe de estado con adictos de Miguel Henríquez Guzmán contra Adolfo Ruiz Cortines, pero el plan fue abandonado.
En 1960 el presidente Adolfo López Mateos lo reincorporó al Ejército nombrándolo comandante de la Decimoséptima Zona Militar con sede en la ciudad de Toluca.
El 1º. de diciembre de 1964 el presidente Gustavo Díaz Ordaz lo designó Secretario de la Sedena, cargo que desempeñó durante los seis años de su gobierno, es por este cargo que más trascendencia tuvo García Barragán, sobre todo por la actuación de las fuerzas armadas bajo su mando en 1968.
Se lee en los anales históricos:
“Embajador de los Estados Unidos entró a ver a don Marceli no y le dijo: “dé un Golpe de Estado y tome la Presidencia para calmar la situación”. El general le contestó: “no pasaré a la historia como traidor a la patria”.
El padre: Javier García Paniagua aspiró a la Presidencia de México en 1981; en 1970 fue senador de la República por Jalisco, en 1976, fue titular de la Dirección Federal de Seguridad, en 1978, fue subsecretario de la misma dependencia. Contendió en la interna para el Ejecutivo contra Miguel de la Madrid Hurtado.
Siendo ya retirado del servicio público, ocupó la titularidad de la policía capitalina en 1988; ahora su hijo llega a esa difícil misión en la capital que no es la misma, si no más violenta que nunca.
Omar García Harfuch llega a suplir el fracaso de Jesús Orta Martínez, nueve meses perdidos en la corporación en una capital sumida en el más preocupante terrorismo delictivo y prosperando en todas las amenazas, del sacrificio ciudadano que nos sentimos inseguros y temerosos sin respuesta en la seguridad.
Omar García llega cargado de títulos académicos hasta del extranjero, que a la hora de la verdad no sirven, en la policía la mejor arma es la experiencia para la seguridad.
Su fracaso en las investigaciones sobre los 43 de Ayotzinapa debe asimilarlo para bien de los capitalinos.
Al cierre: Bartlett, en el primer aviso sobre su corrupción, AMLO, salió de inmediato al quite, siguieron hasta dejar desnudo al poblano y hoy el silencio tanto del Presidente como del aludido, quieren echarle tierra que no será suficiente.