Cinturón de paz y los vándalos
Ángel Soriano jueves 3, Oct 2019Desde el portal
Ángel Soriano
Resulta irresponsable exponer a hombres, mujeres, niñas y niños para formar el llamado cinturón de paz ante la agresividad de unos vándalos encapuchados que se esconden tras el anonimato para destruir todo lo que encuentran a su paso, sin importar su valor histórico, arquitectónico o seres humanos, por lo cual las personas que de buena fe participaron en esa ocurrencia, se disolvieron de inmediato.
Corresponde al Estado mexicano garantizar la seguridad de los ciudadanos y no los ciudadanos cuidar a los policías que se mantienen en la retaguardia, se refugian dentro de Palacio Nacional o se esconden; para ello la sociedad paga impuestos: para que la autoridad tenga los recursos humanos, tecnológicos y financieros para actuar en casos extraordinarios como lo es la tradicional marcha del 2 de octubre.
Ante el vandalismo que no respeta nada, no debe exponerse a menores de edad que, seguramente llevados por sus padres se formaron para detener la violencia irracional que, como ocurre en estas manifestaciones, grafiteó el Banco de México, lanzó bombas molotov, destruyó cristales y aparadores de comercios y oficinas, y atacó todo lo que encontró a su paso.
Seguramente a algún partido político u organización no gubernamental debe prendérsele el foco y exigir responsabilidades a las autoridades capitalinas por enviar desarmadas a personas de buena fe que se encontraron en medio de una verdadera guerra, una batalla campal o una revuelta y cuyo único propósito es crear desorden, destruir todo, pero sobre todo agredir a ciudadanos desarmados.
No es posible tal despropósito de la autoridad a la que le paga la sociedad para que cumpla sus funciones y no hace la tarea.
TURBULENCIAS
No hay por qué ocultar el rostro: AMLO
El presidente Andrés Manuel López Obrador se refirió, durante su conferencia mañanera, a la manifestación del 2 de octubre y dijo: Tenemos que tomar en cuenta que el uso de la fuerza no es la opción para resolver problemas que se originan por la falta de libertades y por la falta de justicia.
Estamos en una etapa nueva, en la que el uso de la fuerza ha quedado relegado. No se puede hablar ni siquiera de la razón de Estado, de que el Estado tiene el monopolio exclusivo del uso de la fuerza. Nosotros queremos vivir en una sociedad en paz, sin violencia, sin usar la fuerza, convencer, no vencer, convencer, persuadir, dialogar, vivir en armonía, vivir en paz.
Por eso, nunca más una represión en México, nunca más torturas, desapariciones, masacres.
Nunca más un 68. Y se está logrando establecer esta nueva política a pesar de provocaciones y de afanes autoritarios. Vamos nosotros a seguir gobernando sin violencia, sin violar derechos humanos.
Nada por la fuerza, todo por la razón y el derecho. Hoy se garantizan, como siempre lo vamos a hacer, las libertades de manifestación, de protesta, el derecho a disentir. Y le pedimos a todos, en especial a los que van a ejercer su derecho de manifestación, su derecho de protesta, que lo hagan de manera pacífica, sin violencia, que los que participen con esta concepción, con esta filosofía nos ayuden para aislar a provocadores; y ayudar a no caer en provocaciones no significa enfrentar a los provocadores, sino hacerse a un lado.
Y exhortarlos, llamarlos a que ese no es el camino.
Fuera máscaras, el que lucha por la justicia, el que lucha por la libertad, por la democracia, no tiene por qué ocultar su rostro, tiene que dar la cara; y tampoco puede traer armas, sean estas piedras o petardos, varillas, nada de eso, no se requieren esas formas, esas maneras.
De todas maneras va a estar pendiente la autoridad, porque es nuestra función. Va a estar a cargo de llevar a cabo el seguimiento de toda esta manifestación -sin impedirla desde luego- la jefa de gobierno y vamos a apoyar todo lo que ella decida.
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