“Las mañaneras” son un ejercicio de poder, coinciden especialistas en temas de comunicación
Jorge Luis Galicia Palacios lunes 30, Sep 2019Como veo, doy
Jorge Luis Galicia Palacios
- Además de dictar agenda y reforzar discurso, sirven para controlar a la oposición
- La exposición diaria, a la larga, puede generar desgaste de imagen y credibilidad
Las mañaneras son “un ejercicio de comunicación vertical y de propaganda política”, “son clases de historia”, “sirven para dictar los temas de la agenda nacional”, “es un ejercicio de poder y de expresión de fuerza”, son algunas reflexiones hechas por un grupo de especialistas, estudiosos en materia de discurso y comunicación política, quienes, durante una mesa de análisis denominada “La Comunicación Política del Gobierno Federal”, comentaron, el pasado fin de semana, en el auditorio Pablo González Casanova de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.
¿Cuánto tiempo va a durar la luna de miel que AMLO tiene con gran parte de los ciudadanos o cuánto tiempo más va a tener porcentajes altos de aceptación, según mediciones demoscópicas?.
Son algunos cuestionamientos que se plantearon los panelistas que participaron en el referido evento y donde coincidieron en señalar que no existe una respuesta al respecto, pero coincidieron que todo ejercicio de gobierno produce un desgaste de imagen entre la clase gobernante. Entonces, por considerar que esas reflexiones son del interés general, nos vamos a permitir reproducir parte de sus intervenciones, vistas como una aportación para quienes gustan del análisis y el estudio del comportamiento de los fenómenos que se producen alrededor de las ciencias de la comunicación.
Carola García Calderón, investigadora de la FCPyS-UNAM, describió que en estos primeros meses de gobierno AMLO ha estado recuperando estrategias practicadas en el pasado, moviéndose principalmente en tres escenarios que “los maneja muy bien” y se sustentan en la experiencia de ser tres veces candidato presidencial: La plaza pública, los medios de comunicación y las redes sociales.
La catedrática universitaria expuso que la comunicación política se vincula mucho con el ejercicio del poder, e invitó al auditorio a hacer una reflexión sobre el tema, para observar cómo el poder se ejerce sobre el plano de la comunicación. “También el poder puede servir como una expresión de fuerza”, añadió.
Resaltó que diversos estudios y análisis concluyen que estos eventos se caracterizan por un discurso “retórico y redundante” y que ese discurso aún no ha encontrado contrapesos, “ya que la oposición no ha sabido capitalizar errores”, mismos que con frecuencia se dan en la toma y daca de preguntas y respuestas.
Al respecto, Raymundo Riva Palacio, periodista y analista especializado en análisis de política y economía mexicana, quien entre otros medios participa en El Financiero, resaltó que las mañaneras son un ejercicio de comunicación vertical donde todo gira en torno a la imagen presidencial y que este modelo de comunicación empezó cuando el hoy presidente era Jefe de Gobierno en el entonces Distrito Federal y si entonces esa fórmula funcionó muy bien fue “porque era un político de alta representatividad en la oposición”, situación muy diferente a la posición de ahora porque es la máxima figura de gobierno.
En ese sentido, dijo que ahora “AMLO no puede ser oposición de él mismo” y la exposición diaria a la larga le puede generar un desgaste de imagen y credibilidad.
Otra observación del analista es que estos espacios sirven como distractores de la problemática nacional, y reconoció la gran habilidad que el presidente tiene para conectar con la gente, sin dejar de advertir que en ese proceso un “choque de confianza” no se descarta y cuando este fenómeno se da, surge de manera súbita y con efectos críticos.
A manera de descripción de lo que son este tipo de conferencias matutinas, dictadas desde el más alto nivel del ejecutivo federal, Sophía Henríquez, periodista del Grupo Radio Fórmula, destacó que este modelo de comunicación sirve al presidente, principalmente, para: reforzar su discurso, dictar agenda, controlar a la oposición y que estas también se han convertido en un buzón de quejas.
En conclusión, “la comunicación política de este gobierno es Andrés Manuel López Obrador”.
Raúl Trejo Delarbre, investigador del IIS-UNAM y columnista del diario La Crónica de Hoy, comentó que las conferencias matutinas no pueden ser consideradas como un ejercicio de diálogo y menos de rendición de cuentas, tampoco ve a estas como parte de un gobierno interesado en la interlocución con la sociedad sino más bien como una forma más de dirigir y como un espacio donde se copta y manipula la agenda de los temas nacionales.
La mesa fue moderada por el académico Gerson Hernández Mecalco.
Juan Alarcón, del Heraldo de México, confesó que los caricaturistas son como aves de rapiña, ya que viven de la desgracia de los políticos y definió que un caricaturista editorial no puede ser aplaudidor del poder.
Agregó que los caricaturistas se mueven con símbolos, de ahí que de manera espontánea trazó dos dibujos: un ganso por un lado y, por otro, una pareja en su cama con un sol que se alcanzaba a distinguir a través de una ventanita, y sin describir a quién o a qué se refería arrancó la carcajada del auditorio.
Va mi resto.- Según datos de Riva Palacio, en diez meses del gobierno de AMLO, se han celebrado 208 conferencias matutinas “mañaneras”, y que en promedio cada una de ellas han durado 92 minutos.
Añadió que en estos eventos se han hecho 52 afirmaciones no verdaderas, es decir que estas no son verificables y esas aseveraciones muchas veces hacen ver a un presidente “muy desinformado”. Habrá quien diga que sobre el tema también hay otros datos, pero, sin duda, lo expuesto en la UNAM son reflexiones muy interesantes sobre el estilo personal de comunicar del gobierno que encabeza el presidente López Obrador, y hasta ahí porque como veo doy.