“Los diablos robaluz”
¬ Salvador Estrada jueves 26, Sep 2019Folclor urbano
Salvador Estrada
Aunque en nuestro país la mayoría de sus habitantes son católicos y otros profesan doctrinas evangélicas el diablo anda en todas partes y ni rezando Aves Marías se les puede combatir.
Son pequeños y están llenos de luz, pero son ladrones, que se amontonan y se cruzan unos con otros y causan daño al erario por millones de pesos, pero, aunque las autoridades saben dónde están, por extrañas razones, no los pueden desaparecer.
Estos diablos, conocidos por “diablitos”, son alambres de cobre que se enganchan en los cables de luz, conectados en los postes, cuyo cableado, que se ven por todas las calles, y lleva a las casas, negocios, escuelas, oficinas y fábricas, la energía eléctrica.
En los puestos callejeros se pueden ver “los diablitos” colocados en todas direcciones, lo mismo en algunas vecindades, que por su uso clandestino, el pago de luz no se da y tienen la energía gratis y a todas horas.
Este robo de luz a la Comisión Federal de Electricidad representa pérdidas de millones de pesos al año, como es el caso de la Ciudad de México, que registra 237 millones por tomas ilegales.
Pero, los malos ejemplos se reproducen y el robo de luz se ve también en Tabasco, Estado de México, Jalisco, Chiapas y Sinaloa, estados que están registrados como “entidades con más reportes del ilícito”.
Y ante esta proliferación de “diablitos”, al año la CFE pierde 59 mil millones de pesos, un senador brincó a la tribuna con la espada desenvainada, y como así fuera el arcángel San Gabriel, pidió cárcel para esos “rateros de luz”
En efecto, el senador Armando Guadiana, pidió a sus colegas la creación de la ley Federal para Prevenir y Sancionar los Delitos Cometidos en Contra de Infraestructura y el Sistema Eléctrico a fin de sancionar hasta con veinte años de cárcel a quienes se atrevan a robarse la luz.
Además, el legislador, que pertenece a Morena, pide en su iniciativa “extinción de dominio” y la prisión preventiva contra todo aquel que se robe la energía eléctrica.
Ante este panorama de cables y alambres enmarañados, que menguan la economía de la Comisión Federal de Electricidad, es necesario que se “corte la luz” a esos “usuarios” y que se les dé la oportunidad de normalizar su situación antes de que la ley los alcance y los lleve a la oscuridad de las crujías.
Cuadrillas de trabajadores de la Comisión podrían recorrer la gran ciudad y encontrarse con los “diablitos” y demostrar que no andan sueltos sino que están “colgados” y cortarles “los cuernos” para acabar con ellos y dar gracias a Dios que se acabaron “los demonios roba luces”.