Sumisos a AMLO
Eleazar Flores martes 24, Sep 2019Espacio Electoral
Eleazar Flores
Reforma Ilegal-. La contra reforma de la “mal llamada reforma educativa” de la era del “peñismo” está peor no por la sumisión de los diputados a los caprichos de la CNTE, sino por evidenciar una vez más la obediencia ciega de los legisladores morenos al padre de la cuarta transformación.
Si los legisladores opositores a los de Morena se aplicaran, con la mano en la cintura tirarían esa contra reforma que se aprobó la semana pasada, siempre y cuando la Suprema Corte de Justicia de la Nación diera muestras de independencia del ejecutivo federal y declarara improcedentes estos auténticos remiendos hechos a la carrera y sin los pasos legales adecuados.
Si lo duda, acuda a la documentada colaboración en El Universal, del columnista Ricardo Raphael, ayer lunes, en el que se desnuda por un lado la ignorancia supina de los legisladores morenos para tratar un asunto capital como la reforma educativa, y por el otro la obediencia ciega de los legisladores hacia el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Y es que el mandatario se comprometió ante los dirigentes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, CNTE, a echar para atrás la “mal llamada reforma educativa” que los integrantes de esta corriente magisterial no pueden ver ni en pintura por dos sencillas razones: primero la evaluación y segundo, la asignación de plazas por parte del gobierno.
Los de la CNTE son acérrimos enemigos a ser evaluados por la sencilla razón de que se la pasan en marchas y manifestaciones, muy pocas veces en los salones de clase. Incluso los mentores participantes en marchas y manifestaciones eran recompensados de tres formas principales: darles dinero a quienes asistían a esos eventos y después facilitarles cambios cuando los pedían. De los ascensos ni hablar.
Pero analizando la documentada columna de Ricardo Raphael, titulada “Reforma Educativa por la fuerza”, señala los procedimientos adecuados y los tiempos mínimos que debería llevarse un legislador responsable para apenas conocer la nueva reforma a nivel de integrantes de la Comisión de Educación, por lo que ni debería pasarse para análisis de toda la Cámara.
Conocedor profundo del tema educativo, Ricardo Raphael debería cuando menos tener una respuesta a su postura, de parte del secretario Esteban Moctezuma Barragán, o bien solicitar a los reporteros madrugadores una opinión al presidente López Obrador, así se expongan a la sobada salida de tener “otros datos” sobre el tema.
Estos tiempos en los que hay una decisión unipersonal para hacer y deshacer no solo en el ejecutivo sino también en el legislativo, se reconfirma el dicho ya son otros tiempos y con protagonistas dóciles a la voluntad presidencial.