Aniversario panista
¬ Augusto Corro miércoles 11, Sep 2019Punto por punto
Augusto Corro
El próximo 16 de septiembre se cumplen 80 años de la fundación del Partido Acción Nacional (PAN).
Esa organización política podría catalogarse como la segunda fuerza política de México.
Ahora, Acción Nacional busca reponerse de la derrota apabullante que le propinó el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en el 2018.
Tras varias décadas en la oposición, en el 2000 los blanquiazules ganaron la presidencia de la República, con su representante Vicente Fox.
En el 2006, tras un escandaloso fraude, Felipe Calderón le sucedió en el poder al guanajuatense Fox.
En el 2012 la aspirante presidencial panista fue Josefina Vázquez Mota fue derrota y el PAN cayó al tercer lugar.
Y Acción Nacional ya no se levantó. Su abanderado, el joven “maravilla”, Ricardo Anaya no pudo conseguir el triunfo.
En la organización panista su condición política empezó a enfrentar problemas importantes desde el gobierno de Fox.
El mandatario prometió un cambio que nunca llegó. Su administración fue un sexenio de vacaciones en las que delegó la responsabilidad de gobernar a su esposa Marta Sahagún.
Al asumir el poder, Felipe Calderón, el sucesor de Fox, optó por declararle la guerra a la delincuencia organizada. El saldo de esa pésima decisión provocó la muerte de miles de mexicanos.
Ambición de los Calderón-Zavala
La ambición del matrimonio Calderón-Zavala provocó los mayores problemas en el interior de Acción Nacional.
Desde la presidencia de la República el michoacano se entrometió en la vida del partido. Sin embargo, no tuvo la fuerza ni siquiera para que aceptaran a Ernesto Cordero, como su candidato a la presidencia de la República.
Desde esas elecciones Calderón empezó a darse cuenta que su influencia política se deterioraba.
En la última contienda política los Calderón-Zavala buscaron el apoyo del PAN (aún eran militantes blanquiazules) para que Margarita fuera su candidata presidencial.
Como respuesta obtuvieron un rechazo de los dirigentes panistas, encabezados por Ricardo Anaya, quien aprovechó su liderazgo para convertirse en el abanderado presidencial blanquiazul.
Anteriormente, a la señora Zavala le negaron una diputación. Los militantes de Acción Nacional ya no querían saber nada de Calderón.
Las pugnas internas crecieron. Los Calderón-Zavala abandonaron el partido y ella, en su desmedida ambición por el poder, decidió participar como candidata independiente en las elecciones presidenciales recientes.
Ante el nulo apoyo del electorado, la aspirante renunció a la candidatura.
Lo único que logró fue evidenciar su actitud tramposa al falsificar firmas y credenciales de supuestos simpatizantes cuando buscaba su registro para la candidatura.
El contrapeso político
A la fecha, Acción Nacional no tiene nada para festejar sus 80 años de vida. El partido fundado por Manuel Gómez Morín se encuentra en la lona. Necesita despertar de su letargo para convertirse en un partido de oposición.
Hoy se encuentra muy lejos de ser el partido del contrapeso político que se necesita frente al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.
El actual líder del PAN, Marko Cortés, está pasmado. La dirigencia le quedó muy grande. Las dos últimas derrotas fueron muy dolorosas para los panistas. Perdieron las gubernaturas de Baja California y Puebla.
Ante la arrolladora presencia morenista, los partidos de oposición intentarán hacer frentes, por lo menos, para contrarrestar la fuerza de Morena.
En el horizonte aparecen los esposos Calderón-Zavala muy activos en la formación de un nuevo partido político: México Libre.
De acuerdo con las informaciones periodísticas, son pocos los simpatizantes que acuden al llamado del multicitado matrimonio.
Los Calderón-Zavala no alcanzan a obtener el número de asambleas ni de seguidores para obtener el registro de su partido. No se darán por vencidos tan fácilmente.
Seguramente insistirán en su intento, sin doblegarse, porque son innumerables los privilegios que reciben los dueños de esos institutos políticos, en dinero y poder.
Y en esa misma situación se encuentra Ricardo Anaya, quien aún no se encuentra recuperado de su aplastante derrota, ya quiere regresar a las lides políticas.
Solo que el viernes pasado, fecha señalada para su retorno, al “joven maravilla” no pudo asistir a un diplomado en las instalaciones de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM.
Los estudiantes reprobaron, entre otras cosas, que le abrieran las puertas de la Facultad a un político que fue señalado en investigaciones por corrupción y lavado de dinero.
En fin, el PAN tendrá que reorganizarse para su participación en las elecciones intermedias del 2021. En el presente, sus dirigentes, encabezados por Marko Cortés, tienen al partido sumido en la mediocridad total.