Las joyas morenas: Porfirio, Taibo y Mireles
¬ Arturo Ríos Ruiz viernes 6, Sep 2019Centro..!
Arturo Ríos Ruiz
- Imponen la ley de su lenguaje
Lo más florido de su boca nos han entregado tres personajes sobresalientes, por los que ha habido admiración y reconocimiento:
Porfirio Muñoz Ledo: en unas horas será ex presidente de la Mesa Directiva del Congreso; “chinguen a su madre, qué manera de legislar”, fue su despedida, que ahora se conoce fue ordenada por el mandamás del país; “les hacía daño a los diputados”, expresó.
Paco Ignacio Taibo nos dejó su triunfadora frase: “¡Sea como sea, se las metimos doblada, camarada!”: un intelectual, buen escritor e investigador, figura en las letras y ahora en la galería de los soeces, vulgares y groseros.
Y otro de menos nivel, pero bien conocido, el doctor José Manuel Mireles, que surgió a la publicidad metido en las autodefensas, armado y mal hablado; pero lo peor, ahora funcionario, sí que se lució: en un video, el subdelegado del ISSSTE, se refirió como “pirujas” a las parejas de derechohabientes de la institución.
Muñoz Ledo se inició en los tiempos de Luis Echeverría; muy joven, llamado junto con otros chamacones a las mieles del poder como resultado del movimiento estudiantil de 1968, se mostraba soberbio, grosero y gruñón, eso sí, muy eficiente.
Francisco Ignacio Taibo Mahojo nació en Gijón, Asturias, España, el 11 de enero de 1949, pero creció en México. Tenía diez años cuando llegó, ya que su padre, Paco Ignacio Taibo I, de gran tradición socialista, se exilió en este país en 1959, huyendo de la dictadura franquista.
El gen de izquierda, data de su abuelo, Benito Taibo, del Partido Socialista español. Participó en la rebelión de 1934 y en la Guerra Civil de 1936; su tío abuelo fue director del diario socialista “El Avance” y ambos fueron prisioneros del franquismo. Las mañas, lo malhablado y sus dislates son de México.
El doctor Mireles, activista, ex líder de los autodefensas que lucharon contra “Los Caballeros Templarios” en Michoacán, es una figura desde 2013; al resentir el abuso de esos narcos contra él, su familia y atrocidades con sus vecinos, tomó las armas desde Tepalcatepec.
Pero como funcionario, resultó una pifia, tal vez, los meses de encarcelamiento, lo insensibilizaron y la regó contundetemente; no es la manera de tratar a los derechohabientes del ISSSTE: “Aparte de atender a este señor con hemodiálisis, debemos atender a toda su familia, y tenemos que atender a la primera, yo le digo de otra manera, porque soy terracalenteño, hay que atender a la primera piruja, a la segunda piruja, a la tercera, a la cuarta y hasta la quinta”. Esperemos se le dé un jalón de orejas para bajarle el tono al doctor.