Deuda de seguridad
¬ Augusto Corro martes 3, Sep 2019Punto por punto
Augusto Corro
México continuará inmerso en la espiral de violencia, y la verdad sea dicha, nadie sabe por cuánto tiempo más. Las autoridades mismas desconocen cuándo la sociedad mexicana volverá a gozar de la seguridad.
En su Primer Informe de Gobierno, el presidente Andrés Manuel López obrador reconoció que la seguridad es su principal desafío porque, a nueve meses, no son buenos los resultados en la disminución de la incidencia delictiva.
Dijo ser un hombre de desafíos, retos, perseverante, y “por eso puedo decir y estoy seguro de que vamos a lograr serenar al país, se va a pacificar México”.
En este espacio señalamos que los discursos oficiales son solo promesas difíciles de cumplir. Y la lucha contra la delincuencia organizada aún no da resultados positivos. Lo que se ve ahora es una estrategia de seguridad que no avanza.
Cada día aparecen noticias de la guerra de exterminio entre los diferentes grupos delictivos, como si no existieran representantes de la ley que la evitaran. Las masacres se repiten en diferentes lugares de nuestro territorio.
Las matanzas ocurren en todos los sitios públicos. Ayer en la mañana, por ejemplo, cinco personas fueron asesinadas en la terminal de autobuses de Cuernavaca. En las redes sociales aumentó el número de videos con escenas espeluznantes de venganzas entre narcotraficantes.
En Michoacán, los enfrentamientos de todos contra todos nos lleva a pensar que la ley es letra muerta. Y el gobernador Silvano Aureoles Conejo ¿qué papel desempeña en la violencia de su entidad?
Ninguno. Más bien hace el papel del inepto que espera el apoyo del gobierno federal para combatir a los delincuentes. De no llegar la ayuda de militares o de la Guardia Nacional, el mandatario no mueve un dedo para reducir la criminalidad.
El pasado ocho de agosto, 19 personas fueron asesinadas en Uruapan. Nueve fueron colgadas en un puente peatonal. ¿Y los asesinos? ¿Quién los va capturar para castigarlos? Nadie.
Esa manera de actuar de Aureoles Conejo, la de mandatario irresponsable se repite en otros estados, donde los gobernadores difícilmente se empeñan en mejorar a sus policías, que dicho sea de paso, son reprobados en sus exámenes de confianza.
Sin obstáculos
La delincuencia organizada no tiene obstáculos para su desarrollo, en cualquier sitio que llega encuentra los policías dispuestos a asociarse, a realizar el contubernio criminal que golpea a la sociedad.
En algunos estados como Veracruz, la delincuencia es la que manda. Desde sexenios anteriores, los cárteles de la droga no encontraron ningún obstáculo para el desarrollo de sus negocios.
Los ex mandatarios Javier Duarte y Miguel Ángel Yunes Linares, durante sus administraciones permitieron la presencia de los grupos delictivos, que ampliaron sus actos criminales a la extorsión, el secuestro y los asesinatos.
La ola de terror sembrada por las masacres sigue en la mente de los veracruzanos, quienes horrorizados se enteraron del incendio provocado en el centro nocturno El Caballo Blanco, en el que perdieron la vida 30 personas y 9 resultaron lesionadas.
La tragedia evidenció la pugna política entre las autoridades que frenaron la acción de la justicia, pues se acusaron entre ellas de que Ricardo “N” (a) “La Loca”, uno de los autores materiales del ataque, fue detenido el mes de julio, pero dejado en libertad sin mayor explicación.
En Guerrero se practican toda clase de delitos desde hace muchos años. Las autoridades dejaron que se instalaran los cárteles de la droga y ahora expulsarlos es casi imposible. Los hechos violentos son parte de la cotidianidad que se vive en toda la entidad.
Fue en Iguala, donde desaparecieron a los 43 normalistas de Ayotzinapa. Es el estado uno de mayor criminalidad, donde los campesinos abandonan sus tierras, porque son amenazados de muerte por los narcotraficantes.
El estado de Guanajuato ocupó, en el primer semestre de 2019, el primer lugar nacional en homicidios dolosos: se cometieron mil 383, de acuerdo con cifras del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Según se informó la violencia en la entidad obedece a la disputa de 13 cárteles y el control del robo de combustible, tras el anuncio del gobierno federal de combatir el huachicol. Ciudades beneficiadas por el turismo, ahora son afectadas por los índices delictivos.
En Jalisco, Nuevo León, Tamaulipas y Coahuila se encuentra presente la violencia ante la ineptitud de sus gobernadores para erradicarla.
En fin, las medidas implementadas por el presidente López Obrador en seguridad no han arrojado los resultados esperados y la situación está peor que nunca.
No obstante, el mandatario tabasqueño dijo: “Vamos a lograr serenar al país, se va a pacificar México”.
Aunque, la verdad sea dicha, nadie sabe para cuándo llegará esa pacificación tan esperada.