AMLO, preocupado por el “bienestar del alma”
Miguel Ángel Rivera lunes 2, Sep 2019Clase Política
Miguel Ángel Rivera
En su ¿primer o tercer? informe, el presidente Andrés Manuel López Obrador superó, sin duda, a todos sus antecesores, pues se manifestó preocupado no sólo por el bienestar material de sus gobernados, sino también “el bienestar del alma”.
Más que por el resto de su discurso de poco más de hora y media de duración, el primer mandatario estableció la diferencia de la Cuarta Transformación con los anteriores gobiernos al declarar su preocupación no sólo por los aspectos materiales, sino también por lo espiritual.
Tal vez el único antecedente sea el “mártir de la democracia” Francisco I. Madero, quien fue un declarado espiritista.
“El crecimiento económico y los incrementos en la productividad y la competitividad no tienen sentido como objetivos en sí mismos, sino como medios para lograr un objetivo superior: el bienestar general de la población y, preciso aún más, el bienestar material y el bienestar del alma”, aseguró el primer mandatario en la ceremonia efectuada en Palacio Nacional, rodeado de simpatizantes que repitieron el conocido estribillo “es uno honor estar con Obrador”.
En otra parte de su mensaje afirmó que “otro elemento básico de nuestra política es hacer a un lado, poco a poco desechar la obsesión tecnocrática de medirlo todo en función del simple crecimiento económico. Nosotros consideramos que lo fundamental no es lo cuantitativo, sino la distribución equitativa del ingreso y de la riqueza. El fin último de un buen gobierno es conseguir la felicidad de la gente”.
Las citas fueron tomadas de la página de Internet de la Presidencia de la República, donde aparece la Versión estenográfica del Primer Informe de Gobierno. Este título y otras referencias al mensaje del primer mandatario contribuyeron a crear una confusión que se comentó ampliamente, en tono de burla, en las “benditas redes sociales”
Este título contradice el enorme letrero que apareció detrás del presidente López Obrador en la ceremonia de Palacio Nacional, en el cual se leía que se trataba del Tercer informe.
Posteriormente se informó que el Primer informe fue el presentado por el jefe del Ejecutivo al cumplirse los primeros cien días de su mandato y el Segundo fue con motivo del primer aniversario de su triunfo electoral, el pasado 1 de julio.
Otro de los aspectos notables del mensaje presidencial fue el intento de desvirtuar las acusaciones de que López Obrador interfiere o por lo menos critica la actuación de los otros poderes, el legislativo y el judicial, así como en los órganos autónomos, como la Comisión Nacional de los Derechos Humanos o el Banco de México.
Al respecto, el primer mandatario sostuvo: “Por decisión explícita, el Poder Ejecutivo ya no interviene, como era costumbre, en las determinaciones del Poder Legislativo ni del Judicial; respeta las atribuciones y jurisdicciones de las instancias estatales y municipales, no se entromete en las decisiones de órganos autónomos, como la Fiscalía General de la República, el Banco de México, las autoridades electorales y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, y se abstiene de interferir en la vida interna de sindicatos y de partidos políticos.
“También estamos transitando hacia una verdadera democracia. Se acabará en el sexenio la vergonzosa tradición de fraudes electorales. Las elecciones serán limpias y libres y quien utilice recursos públicos o privados para comprar votos y traficar con la pobreza de la gente, o el que destine el presupuesto para favorecer a candidatos o partidos irá a la cárcel sin derecho a fianza”.
No obstante su expresado respeto a los otros poderes, acto seguido solicitó “respetuosamente” al Congreso aprobar a la brevedad la revocación del mandato. “En consecuencia, espero que en el Periodo Ordinario de Sesiones que hoy inicia, el Congreso apruebe la reforma constitucional que he propuesto en esta materia”.
Democracia si, autoritarismo no
Así dicen la manta y los carteles que desplegaron los senadores y diputados del PAN en el Palacio Legislativo de San Lázaro, durante la sesión de instalación del Congreso de la Unión, en protesta por el “albazo” de Morena y del presidente de la Cámara, Porfirio Muñoz Ledo, que intentan desconocer la Ley Orgánica del propio Congreso, así como acuerdos parlamentarios que ordenan que la presidencia de la Cámara de Diputados se otorgue a un legislador del PAN, en su calidad de segunda fuerza en ese órgano legislativo.
En una maniobra puesta en práctica el sábado anterior, en la instalación de la Cámara, los diputados de Morena y sus aliados del PT y PES, votaron en contra de un acuerdo de la Junta de Coordinación Política, por el cual el panista Xavier Azuara debería ser el presidente durante los próximos seis meses.
“Morenos” y aliados impusieron su mayoría y votaron para que Muñoz Ledo permaneciera en el cargo. Sólo alcanzaron 260 votos, apoyados por sus aliados, cantidad insuficiente para la reelección, para concretar la cual se necesitaban los dos tercios de los diputados presentes.
En consecuencia, se aplicó – allí sí – la Ley Orgánica, que establece que en caso de no lograrse la mayoría calificada, queda en funciones, hasta el venidero día 5, la misma directiva del año anterior.
Aunque fuera producto de una maniobra, en su condición de presidente de los diputados y, por consiguiente, del Congreso de la Unión, a Muñoz Ledo le correspondió recibir a la secretaria de Gobernación, la ministra jubilada de la Suprema Corte de Justicia, Olga Sánchez Cordero, quien fue la encargada de entregar el informe oficial del presidente López Obrador.
Primera mujer a la que corresponde esa responsabilidad, Sánchez Cordero expresó que la rendición de cuentas es indispensable, ya que es fundamental para el equilibrio de poderes y garantiza un buen funcionamiento de la democracia.
“Los mexicanos no quieren cambios superficiales ni cambios que provoquen divisiones, conflictos o rupturas”, dijo también la enviada presidencial.
La funcionaria reveló que el presidente López Obrador le pidió informar que no hará uso del derecho de iniciativa preferente, por el cual sus propuestas tienen que ser revisadas en primer término por los legisladores federales y, además, le solicitó destacar la labor de todos los legisladores.
“Hemos logrado construir acuerdos desde la pluralidad en el marco del respeto y el diálogo que permite ennoblecer y engrandecer el quehacer público”, dijo la titular de Gobernación a nombre del primer mandatario.
Entre los legisladores presentes en la ceremonia de entrega del informe presidencial por escrito estuvo la recién elegida presidenta del Senado, Mónica Fernández Balboa, quien tuvo que superar la resistencia de su compañero de partido, Martí Batres, quien también pretendía la reelección.
En la sesión inaugural del Congreso, como ya es costumbre, desfilaron por la tribuna representantes de todos los partidos políticos para comentar la situación del país.
Los partidos de oposición, PRD, MC, PRI y PAN censuraron la actitud triunfalista de la mayoría de Morena y recordaron las principales críticas que se han formulado contra el gobierno de López Obrador, como el crecimiento de la violencia, el estancamiento de la economía, la cancelación del aeropuerto de Texcoco y la realización de obras que atentan contra el medio ambiente, como la refinería de Dos Bocas y el aeropuerto de San Lucía.
En particular, el representante del MC, Tonatiuh Bravo Padilla, destacó la “tibieza” del presidente López Obrador y de su gobierno para hacer frente a la actitud agresiva del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, quien con sus discursos xenófobos, dirigidos en particular contra los mexicanos, propicia las agresiones racistas,
La senadora del PRI Beatriz Paredes Rangel les advirtió a los militantes de Morena que la democracia no puede depender de la voluntad de una sola persona.
La bancada del PAN se levantó en pleno para acompañar al diputado Xavier Azuara Zúñiga, el que fue marginado de la presidencia de su Cámara por la maniobra de Morena y le recordó a quien lo desplazó, Muñoz Ledo, que en 1997 fueron aliados en el esfuerzo por defender la autonomía de los poderes y el respeto a las instituciones nacionales.
Muñoz Ledo respondió acallando los gritos de sus compañeros de Morena y tuvo que soportar que se le comparara con Porfirio Díaz.