¿Herencia o realidad?

Ramón Zurita Sahagún lunes 2, Sep 2019

De frente y de perfil

Ramón Zurita Sahagún

 

 

Mucho se insiste en que lo sucedido en Veracruz se debe a las herencias dejadas por las pasadas administraciones, sin querer reconocer que el estado se encuentra infestado por la pobreza, violencia e inseguridad.

El virus se incubó hace tiempo, sin encontrar el antídoto que pueda vacunar a autoridades y población en general contra los grupos delincuenciales que asolan la entidad.

Tres distintos partidos políticos han gobernado en el último lustro, sin que ninguno hubiese podido detener los continuos ataques en contra de la población en general.

Javier Duarte y Flavino Ríos, priístas; Miguel Ángel Yunes, panista y Cuitláhuac García, moreno, no han podido ni querido actuar en contra de los grupos delincuenciales, dejando dudas sobre la posible penetración de los grupos delincuenciales dentro de la administración estatal.

Hechos terribles han sacudido el estado de Veracruz una y otra vez, teniendo como la misma respuesta, se investigará a fondo, no habrá tolerancia ni impunidad y se actuará contra los responsables de las masacres, aunque al final los resultados sean los mismos, nada.

Y es que en Veracruz se vive un clima de terror, mientras los gobiernos estatales responsabilizan al gobierno federal de la lucha en contra de la inseguridad y la violencia.

Muchas veces se establece que los crímenes masivos que se cometen en el estado, se deben al ajuste de cuentas entre los diversos grupos de la delincuencia organizada o por la posesión de territorios en pugna, aunque todos ellos terminan por arrastrar en su vorágine a ciudadanos del orden común, los más de ellos que buscan un momento de diversión o esparcimiento.

Es cierto que en algunos casos ocurren los enfrentamientos entre las bandas, pero pagan justos por pecadores y en Veracruz este ya es un fenómeno común.

Veracruz ha sido uno de los estados más favorecidos por los distintos presidentes de la República, sin importar de qué filiación política son, tanto los ejecutivos federales como los estatales.

Sin importar si el Presidente de la República es panista y el gobernador priísta o si es priísta y el mandatario estatal panista o si los dos coinciden en fecha de entrada y militan en la nueva expresión política del Movimiento de Regeneración Nacional, las cosas siguen igual en el estado.

Siendo una de las entidades más ricas del país, con petróleo, turismo, agricultura, ganadería y todo el potencial necesario para su crecimiento, además de la atención prioritaria de la federación, la población sufre el asedio de la delincuencia, mientras gran parte de sus pobladores se debaten en la pobreza extrema y sus gobernantes se enriquecen.

El actual Presidente muestra una atención especial por la entidad, a la que acudió hasta 26 veces en los primeros nueve meses de gobierno, aunque los resultados son similares a los anteriores, una administración deficiente, una población sitiada y los gobernados con carencias de todo tipo, especialmente en los rubros de salud.

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Resalta que en los tiempos de la 4T, donde la austeridad es sinónimo de gobierno, el senador (suplente) Pedro Haces realice fiestas dignas de tiempos pasados. Es cierto que es su dinero el que invierte, pues es poseedor de una considerable fortuna, pero el gasto asignado a festejar su cumpleaños, tal vez podría matizar un poco la pobreza de los agremiados a su sindicato.

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