El acuerdo sobre gasoductos encierra “otros datos”
Miguel Ángel Rivera miércoles 28, Ago 2019Clase Política
Miguel Ángel Rivera
Oficialmente, todo es felicidad en torno a las negociaciones entre el gobierno federal (CFE) y las empresas constructoras de gasoductos para suministrar combustible a las plantas de la Comisión Federal de Electricidad.
En su conferencia mañanera, en la que estuvo acompañado por el titular de la CFE, Manuel Bartlett, y por representantes de las empresas negociadoras y otros dirigentes del sector privado, el presidente, Andrés Manuel López Obrador, destacó que como resultado de la renegociación se obtendrá un ahorro para la Hacienda Pública de 4 mil 500 millones de dólares.
Desafortunadamente, tal como el primer mandatario lo ha hecho en otros casos en que no está de acuerdo con las cifras, ya empezó a circular una versión diferente, es decir, que en este caso también hay “otros datos”.
De acuerdo con esa otra versión, a la que dio crédito de manera destacada el amigo columnista Salvador García Sordo, de EL Universal, si bien en apariencia las empresas constructoras de los gasoductos aceptaron reducir sus utilidades, en realidad van a ganar más, pues se les amplió el plazo de pago de 30 a 35 años.
Esto además de que, como se reconoció en la mañanera, el tubo le queda a la empresa privada. A final de cuentas, luego de la revisión minuciosa de los nuevos contratos, se podrá constatar que a la larga aumentará la carga para los contribuyentes.
El convenio es entre la CFE, con el Grupo Carso, que encabeza el empresario más rico de México, Carlos Slim; así como Ienova, representada por Tania Ortiz Mena y TC Energía, por Carlos Borunda Zaragoza.
Queda pendiente la negociación con Fermaca, que tiene como presidente a Fernando Calvillo Álvarez y como director general a Manuel Calvillo Álvarez, pero en medios oficiales se estima que pronto se llegará a un acuerdo.
El presidente López Obrador destacó la participación en las negociaciones del mencionado Carlos Slim, así como la intermediación de los dirigentes del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Carlos Salazar y del Consejo Mexicano de Negocios, Antonio Del Valle.
“Con este acuerdo, como un asunto adicional, pero muy importante, se garantiza, por más de 20 años, el abasto de gas a la industria eléctrica, para que no tengamos apagones en muchos años y para el fomento de la industria nacional. Vamos a tener gas suficiente en México”, dijo el mandatario.
De paso, López Obrador confirmó lo que ha sido una promesa constante a la empresa privada, que no habrá expropiaciones.
Pero no fue el único desacuerdo en el que avanzó el presidente López Obrador, pues luego del anuncio del acuerdo con las constructoras de los gasoductos, la empresa calificadora internacional Moody’s Investors Service – con la cual ha tenido desacuerdos el mandatario –-, hizo comentarios positivos.
El acuerdo es un factor positivo para el crédito de estas empresas, ya que brinda certidumbre a las inversiones y asegura que los proyectos continuarán avanzando, consideró Roxana Muñoz, analista de la firma.
“Entendemos que las tarifas disminuirán y que los plazos de los contratos cambian, sin embargo, el retorno de las inversiones para las empresas no tendrá un impacto material”, destacó la analista de Moody´s.
No hubo corrupción, aseguró Slim
En su participación en la mañanera, Slim negó que existieran actos de corrupción o abusos en los contratos de gasoductos que se firmaron en la pasada administración.
“Totalmente falso, fueron proyectos en los que no hubo corrupción. En nuestro caso lo confirmo y lo firmo y lo que quieras”, respondió Slim.
Slim explicó que en el contrato anterior eran pagos crecientes, y en el acuerdo dado a conocer ayer son pagos parejos, añadió el empresario, quien no hizo referencia a la ampliación del plazo de pago, pero destacó que la nueva modalidad de pagos significa que se pueden negociar mejores condiciones con los bancos, porque el flujo es mayor.
A su vez, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Carlos Salazar Lomelín, respaldó lo dicho por Slim en el sentido de que los acuerdos con el gobierno anterior no tenían una situación de ilegalidad, ni de corrupción. También negó que se tratara de “contratos leoninos”, como el propio mandatario los ha calificado.
Aumentan las bajas en el PRD
El senador Juan Zepeda y la ex candidata al gobierno de los Ciudad de México, Alejandra Barrales, aumentaron la cifra de bajas registradas dentro del Partido de la Revolución Democrática (PRD) que actualmente está inmerso en un proceso de cambio que podría marcar su desaparición definitiva.
De hecho, Barrales es el personaje central de la gran debacle registrada por el PRD en las elecciones federales de 2018 porque, como dirigente nacional del partido negro y amarillo, fue una de las abanderadas –- en realidad la principal negociadora –-, de la alianza con el PAN y MC que fue motivo o pretexto para que abandonaran sus filas gran parte de los perredistas, muchos de los cuales se trasladaron a Morena.
De hecho, la sangría del PRD no se ha detenido. Lo han abandonado inclusive legisladores electos, al grado que su bancada en el Senado está integrada por sólo tres legisladores, encabezada por el ex jefe de Gobierno de la Ciudad de México y también impulsor de la coalición con el PAN, Miguel Ángel Mancera.
En el declive del PRD, una de las figuras que parecían prometedoras para devolverle un buen sitio entre la izquierda mexicana está el ahora senador Juan Zepeda, quien se hizo popular como candidato a gobernador del Estado de México. No ganó, pero levantó la votación de partido del sol azteca al grado que arrebató a la candidata de Morena Delfina Gómez, que quedó a muy corta distancia del triunfador, Alfredo del Mazo, del PRI.
En algún momento fue aspirante a la presidencia del PRD, pero poco a poco se fue alejando, sobre todo a partir de que solicitó licencia como senador, cargo al que planea regresar al instalarse nuevanente el Congreso. En cambio su distanciamiento respecto del PRD aumentó, hasta que ayer anunció su renunicia, junto con Barrales.
En términos generales, la sepación se dio sin grandes jaloneos. Barrales y Zepeda dijeron en su renuncia que se van del
PRD, “siempre agradecidos con quienes confiaron en nosotros y nos apoyaron en todo momento”. Les despidió el integrante de la Dirección Nacional Extraordinaria (DNE) del PRD Ángel Ávila, quien les deseó éxito y agradeció sus aportaciones al partido.
La “inexistente” Ley Bonilla genera incertidumbre
De nueva cuenta, la Suprema Corte de Justicia (SCJN) desechó “por notoriamente improcedente” una acción de inconstitucionalidad presentada por el Partido Acción Nacional (PAN) en contra de la reforma para la ampliación de mandato del gobernador electo de Baja California, Jaime Bonilla (Morena).
En esta ocasión el rechazo estuvo a cargo de uno de los ministros nombrados más recientemente, Juan Luis González Alcántara, quien indicó que no procede estudiar la inconstitucionalidad de la reforma pues aún no ha sido promulgada.
El ministro explicó que la demanda presentada por el PAN intenta impugnar una disposición normativa que todavía forma parte de un procedimiento legislativo no concluido. Es decir, como hemos comentado anteriormente en este espacio, la reforma constitucional que amplía el periodo del gobernador de Baja California de dos a cinco años, popularmante conocida como “Ley Bonilla”, jurídicamente “no existe”, pues aunque fue aprobada y ratificada por la anterior Legislatura de ese estado, no ha sido publicada por los nuevos diputados bajacalifornianos, ni remitida al gobernador saliente para su promulgación.
La publicación de la norma en el medio oficial correspondiente constituye un requisito insalvable para la procedencia de la acción de inconstitucionalidad, indicó el ministro. Por razones similares, la Suprema Corte desechó también las controversias constitucionales presentadas por los municipios de Tijuana y Mexicali.
A pesar de las amenazas del PAN de paralizar las actividades en la Cámara de Diputados si no se cumple la Ley Orgánica del Congreso de la Unión que ordena que la presidencia sea turnada anualmente entre las tres principales bancadas, el presidente saliente, el ex priísta, ex perredista, es parmista y ahora militante de Morena, Porfirio Muñoz Ledo, se mantiene empeñado en conservar el cargo y ser reelecto.