¿Dónde se inspira la izquierda mexicana?
Miguel Ángel Rivera martes 27, Ago 2019Clase Política
Miguel Ángel Rivera
“¿De dónde proviene la inspiración política, las ideas de la izquierda mexicana? ¿Se identifica más con los programas de la democracia liberal estadounidense, con el socialismo estalinista, con la Revolución Cubana o con los postulados de la socialdemocracia europea, con el anarquismo de Regeneración, el socialismo de Cárdenas?
Estas dudas están presentes debido a que se ha configurado a lo largo de décadas una crisis de identidad reflejada en un contexto en el que todos los partidos, sin importar sus trayectorias históricas o ideológicas, sus formas organizativas, sus programas y propuestas, se dicen democráticos, aunque en los hechos, algunos particularmente, se esfuercen por limitarla”.
El anterior párrafo fue tomado del libro «Reencuentro, la izquierda y el liberalismo político», de Jesús Ortega, el político de larga trayectoria que encabeza la corriente dominante dentro del Partido de la Revolución Democrática (PRD) Nueva Izquierda, conocida popularmente como “Los Chuchos” por estar encabezada precisamente por Ortega y por su tocayo, Jesús Zambrano.
El libro se va a presentar el próximo miércoles 4 de septiembre (19:00 horas) en una sala de la librería Miguel Ángel Porrúa, ubicada en la calle de Amargura 4, en el tradicional barrio de San Ángel de la capital del país.
La presentación del libro forma parte de la conferencia «Ante la regresión, una alternativa de la modernidad mexicana», que es una de las actividades político-culturales que han preparado “Los Chuchos” y otras corrientes internas en el intento de salvar a su partido, condenado por muchos analistas a desaparecer, luego de que el grueso de su militancia ha emigrado, principalmente hacia el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), el partido creado por el ex dirigente nacional perredista Andrés Manuel López Obrador, entre otras razones por sus desacuerdos con el grupo encabezado por Ortega y Zambrano.
En otra parte de la presentación de su libro, de 405 páginas, donde Ortega analiza a un largo número de autores de filosofía, política y teoría del Estado, el autor señala:
“La mayoría de las posiciones políticas invocan a la democracia como procedimiento para la toma de decisiones, sobre todo, porque es en el nombre de la democracia, y de sus valores constitutivos de libertad e igualdad, que muchos pueblos alrededor del mundo han decidido rebelarse contra la opresión, luchando contra los autoritarismos, los fundamentalismos, los mismos que ahora en las dos décadas primeras del siglo XXI se han restablecido en no pocos países.
“La democracia resulta imprescindible para la izquierda, porque aunque no es infalible, hasta hoy ha sido el único horizonte de capacidad y legitimidad para evaluar el funcionamiento de las instituciones políticas y el quehacer de los políticos, en razón de los propósitos fundamentales que persigue.
“En las urnas se castiga o se da un voto de confianza a quien gobierna. Aunque históricamente la izquierda, en cuanto concepción y modalidad de la política, no ha tenido una relación estrecha con la democracia, en este tiempo debe hacerla propia, considerarla intrínseca con su razón de ser.
“La democracia, por su naturaleza, siempre se encuentra, como el cosmos, en expansión. Si no se amplía y consolida continuamente, es amenazada su esencia misma. Quizá por esta razón, una de las contradicciones más evidentes de nuestro tiempo es que frente a las profundas transformaciones que se observan en la política y la economía, existan fuerzas que se autodefinen progresistas y opten por soluciones conservadoras.
“Un proyecto alternativo de izquierda debe asentarse en la democracia y debe hacer referencia a su futuro y, de manera particular, al modo como ha evolucionado nuestro sistema representativo, la función de gobierno y el sentido de la acción pública en la vida social.
“La necesidad de incorporar una perspectiva crítica deriva del reconocimiento de que, actualmente, la izquierda se encuentra estancada dentro de anacrónicos conceptos e, incluso, mostrando síntomas de postración. Facciosa, excluyente, dogmática, marcada por un profundo sentimiento de derrota y angustiada por el complejo de haberlo perdido todo frente a sus adversarios históricos.
“Los viejos ideales socialistas y comunistas de la izquierda del siglo XIX y XX han cedido el paso al individualismo in extremus, a una derechización de la política, y a un neoliberalismo financiero depredador, tres elementos que hegemonizan la mayoría de las sociedades alrededor del planeta”.
Más adelante, Ortega recuerda:
“Mientras que las generaciones más adultas vieron sus sueños revolucionarios ahogarse en el naufragio de un sistema político dictatorial, como lo fue el del socialismo realmente existente, las generaciones más jóvenes han encontrado al final del camino sólo un gran vacío ético y moral. Ese vacío ha pretendido ser llenado por proyectos que, autodefiniéndose de izquierda, en los hechos, promueven y alientan visiones no sólo conservadoras, sino profundamente atrasadas, primitivas, antiguas, en el sentido de anteriores a la Ilustración. Es el caso de esas concepciones místico-religiosas y populistas en personajes como Hugo Chávez, Nicolás Maduro, Andrés Manuel López Obrador, Donald Trump, Marine Le Pen, Daniel Ortega, entre otros.
“Por eso, para entender la dimensión de la izquierda que interesa proponer, y que México necesita con urgencia, es necesario proceder a realizar una evaluación ética de la política, así como de la forma en que la izquierda tradicional se ha conducido, de los actores que la han representado y de los proyectos políticos que ha encarnado”.
“En este contexto – se pregunta Ortega -, ¿tiene sentido hablar de una izquierda democrática en México? ¿Se puede reivindicar a ésta como una bandera política que ofrece libertad, democracia e igualdad para el conjunto de la sociedad?
¿La izquierda en México es —como afirman algunos—, solamente un estado de ánimo? ¿Representa una misteriosa mezcla de antiguas y anacrónicas ideologías o simplemente proyecta una suerte de afinidad electiva o dependencia al caudillismo?
En otra parte de su presentación, el dirigente de “Los Chuchos” indica:
“Haciendo un símil, se puede afirmar que la izquierda en este momento es como un moderno rascacielos pero que no tiene accesos, tampoco agua ni electricidad. Su ejército de electores se encuentra desconcertado y afectado por una profunda crisis de identidad. Muchos ciudadanos que se identifican como de izquierda, en el pasado proceso electoral de 2018, votaron por López Obrador, convencidos de que éste representa a la izquierda, a pesar de que durante su campaña electoral y durante los primeros días de su gobierno ha decidido someter a consulta derechos humanos; de que asume comportamientos claramente antidemocráticos tales como el de afirmar que “el movimiento soy yo”; que reconoce como parte de su programa de gobierno la reducción de los impuestos a la oligarquía económica; que desprecia a la sociedad civil; que afecta derechos de las mujeres, que se guía, para sus decisiones, en preceptos y dogmas básicamente religiosos, y que busca restaurar un viejo orden político, el del priísmo, sostenido durante muchas décadas en el poder concentrado en un solo individuo…”
La Cosecha
Aunque los libros de texto gratuitos no estuvieron listos en todas las escuelas al inicio del nuevo año escolar, el presidente Andrés Manuel López Obrador informó que su gobierno otorgará este año alrededor de 10 millones de becas para estudiantes de todos los niveles educativos en el país, con una inversión de 60 mil millones de pesos.
“Es la primera vez que se hace que todos los estudiantes de nivel medio superior tengan una beca», dijo el primer mandatario al encabezar la ceremonia de inicio del ciclo escolar 2019-2020 en la Secundaria Técnica No. 63 “Melchor Ocampo”, en el Centro Histórico de la Ciudad de México. Destacó que es en ese nivel de estudios donde se presenta la mayor deserción escolar y es la etapa más difícil de la adolescencia.
Además, anunció el inicio de un programa para dar mantenimiento a las escuelas, sobre todo a las afectadas por los sismos de 2017.