De destape en destape
Roberto Vizcaíno martes 16, Feb 2010Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
Así las cosas, en las próximas semanas continuará la refriega en esas entidades para lanzar candidatos a alcaldes y a diputados locales, que también son peleadas cuerpo a cuerpo y hasta la muerte por miles de aspirantes en cada partido
La ancestral figura política del “destapado” no murió con la alternancia y hoy es aplicada, lo mismo por priístas que por panistas y perredistas.
Así, rápidamente han surgido en varios estados del país los candidatos de unidad de los diversos partidos políticos.
Como usted sabe, el domingo 4 de julio próximo habrá elecciones en Aguascalientes, Baja California, Chiapas, Chihuahua, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Sinaloa, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz, Yucatán y Zacatecas.
De estas 15 entidades, en Aguascalientes, Chihuahua, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Sinaloa, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruzy Zacatecas habrá renovación de gobernadores, alcaldes y diputados, mientras que en Baja California, Chiapas y Yucatán sólo habrá comicios para renovar presidentes municipales y congresos estatales.
Ni qué decir que estas 15 entidades están convertidas en un horno político, donde hay choques, jaloneos y rompimientos.
Hasta el momento, el PRI ha resuelto sus candidaturas a gobernador en Aguascalientes, Chihuahua, Durango, Puebla, Tamaulipas y Zacatecas, y está a punto de hacerlo en Oaxaca, Quintana Roo, Sinaloa, Tlaxcala, Veracruz e Hidalgo,
En Aguascalientes ya lanzó el pasado fin de semana al senador Carlos Lozano de la Torre como antes lo hizo en Chihuahua, donde va César Duarte Jáquez; en Durango, Jorge Herrera Caldera; en Puebla, Javier López Zavala; en Tamaulipas queda Rodolfo Torre Cantú y en Zacatecas el diputado local tricolor Miguel Alonso Reyes.
Faltan entonces los de Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo, Sinaloa, Tlaxcala y Veracruz.
La nominación priísta en Durango provocó la defección del priísta José Rosas Aispuro Torres, quien fue lanzado por la primera de las muy cuestionadas alianzas anunciadas por PAN y PRD.
Una situación similar se prevé ocurra en otras tres o cuarto entidades.
Una de ellas es Sinaloa, donde ayer finalmente pidió licencia el alcalde de Culiacán, Jesús Vizcarra Calderón, para ser designado muy posiblemente como candidato de unidad al gobierno de su estado.
Esta nominación es casi un hecho ante una cadena de errores cometida por su principal contendiente, el senador Mario López Valdez, quien se ha dedicado los últimos días a lanzar amenazas de renuncia en caso de no ser nominado candidato a gobernador.
En este caso existen varios elementos que prácticamente empujaron la candidatura del popular presidente municipal de la capital sinaloense, Jesús Vizcarra Calderón, el primero de todos, que las encuestas fueron definiendo que el de más simpatías era Vizcarra, a pesar de que López Valdez también acumulaba un buen segmento de apoyos ciudadanos.
Malova -como es conocido el senador entre sus pares-, nunca pudo asimilar que Vizcarra podía concentrar más simpatías entre los sinaloenses que él, y entonces comenzó a entrar, vivir, en una espiral de dudas y descalificaciones.
Así, en lugar de mantener la cabeza fría, optó por reunirse y conversar con el líder nacional del PAN, César Nava, para avanzar en la posibilidad de ser lanzado por este partido, en caso de no lograr la nominación por el tricolor. Eso mismo lo descalificó ante los suyos. Dejó de ser confiable.
Hoy, Vizcarra, quien sí guardó las formas y la cordura y verticalidad política, no tiene opositor, y casi seguramente será el próximo gobernador de Sinaloa.
En Hidalgo, mientras tanto, sigue el proceso interno, y quizá en los próximos días sea conocido el “candidato de unidad” que de acuerdo a los hechos podría ser el alcalde de Pachuca, Francisco Olvera, pese a que algunos piensan que las posibilidades de los hermanos Jorge y José Antonio Rojo, todavía no están canceladas del todo.
En Oaxaca el caldero se revolvió ayer con la renuncia del diputado federal Jorge Franco a la presidencia estatal del PRI.
Al hacerlo, Franco dejó en claro que lo hacía para poder competir por la nominación de su partido para suceder a su amigo Ulises Ruiz.
Ahí no pocos advierten, sin embargo, que la decisión ya está tomada y que ésta podría recaer antes de este fin de semana en el diputado Eviel Pérez.
En Quintana Rool el jaloneo se da entre los diputados federales Roberto Borge y Carlos Joaquín, pero dicen que los afectos de Félix González Canto están por el primero.
En Veracruz, la candidatura del tricolor apenas un trámite para el diputado federal Javier Duarte, ya que los de enfrente, es decir los panistas, podrían estar a punto de vivir el inicio de una estrepitosa confrontación y un profundo rompimiento.
Esto surgirá, dicen, porque desde el centro del país el presidente Calderón y el dirigente nacional del PAN, César Nava, impondrán como candidato blanquiazul al ahora director del ISSSTE, al ex priísta Miguel Ángel Yunes Linares.
Eso no lo permitirán Gerardo Buganza y Juan Bueno Torio, quienes reclaman la realización de una contienda abierta, es decir, con el libre voto ciudadano.
El caso es que al menos Buganza, quien compitió hace 6 años contra el actual gobernador Fidel Herrera, siente que ahora sí tiene todas las posibilidades y apoyos ciudadanos para ganar.
De acuerdo a las encuestas realizadas por las empresas más reconocidas y confiables, Buganza está muy encima de Yunes y Bueno Torio en preferencias de voto.
El panista alega además que la dirigencia nacional de su partido (incluido el presidente Calderón) deben considerar que él si es un militante del blanquiazul, mientras que Yunes apenas acaba de llegar luego de militar durante casi 30 años en el PRI.
Así las cosas, el asunto de la nominación panista en Veracruz amenaza con convertirse en un proceso similar al vivido en San Luis Potosí, donde Calderón y el entonces dirigente nacional de Acción Nacional, Germán Martínez Cázares impusieron al senador José Zapata Perogordo por sobre el también senador Eugenio Govea y éste provocó que sus seguidores votaran por el priísta Fernando Toranzo, quien al final ganó la gubernatura.
Mientras tanto, el PAN decidió finalmente darle su nominación al gobierno de Puebla, al senador Rafael Moreno Valle, un ex priísta muy cercano a la dirigente vitalicia del SNTE, la célebre maestra Elba Esther Gordillo.
En Zacatecas la influencia del ex candidato presidencial perredista, hoy autonombrado presidente legítimo de México, Andrés Manuel López Obrador, finalmente provocó la ruptura de la alianza PRI-PT que se había fraguado para apoyar al tricolor Miguel Alonso Reyes.
Esto provocó que finalmente el Partido del Trabajo lanzara al ex alcalde David Monreal, hermano del senador y ex gobernador Ricardo Monreal.
Así, en Zacatecas hay ya candidatos del PRI, PRD y PT. Por el partido del sol azteca va Antonio Mejía Haro.
Las próximas semanas continuará la refriega en esas entidades para lanzar candidatos a alcaldes y a diputados locales, que también son peleadas cuerpo a cuerpo y hasta la muerte por miles de aspirantes en cada partido.