Ley antichapulines
Ramón Zurita Sahagún jueves 17, Feb 2011De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Desde hace tiempo se veía venir, aunque fue hasta esta semana cuando se propuso una reforma para frenar que los saltimbanquis, chapulines y santaneros de la política que sean propuestos en forma instantánea como candidatos por otros partidos.
La idea es fijar un tiempo perentorio para que los tránsfugas de un partido puedan ser postulados por otro en una elección estatal, municipal y del Distrito Federal.
Es decir dejan sueltas la candidatura presidencial y las del Congreso de la Unión.
Los candidatos saltimbanquis tendrían que aguardar 18 meses entre su renuncia a un partido y su postulación en otro.
Dicha reforma contiene tintes electoreros, ya que se busca aprobarla con premura, para evitar que algún tránsfuga priísta migre de ese partido a otro u otros y se convierta en el candidato que la alianza antiPRI requiere en el Estado de México.
Por supuesto que tenía que ser el PRI el que hiciera el planteamiento, ya que la sangría de militantes alimenta a otras corrientes políticas que se benefician y derrotan al tricolor en las urnas, con sus desechos, aunque la moda se extiende a los otros partidos.
Es una interminable lista de personajes que renunciaron al partido tricolor e inmediatamente fueron cachados por otros partidos, propuestos como candidatos y vencieron al partido en el que se formaron.
Con un pequeño recuento de los gobernadores que asumieron los cargos postulados por otros partidos, luego de militar durante décadas en el partido tricolor, se verá la fuerte pérdida sufrida.
De esa forma, el PRI perdió los gobiernos de Zacatecas con Ricardo Monreal, Tlaxcala con Alfonso Sánchez Anaya y Héctor Ortiz Ortiz; Baja California Sur con Leonel Cota Montaño, Nayarit con Antonio Echevarría Domínguez, Chiapas con Pablo Salazar Mendiguchía y Juan José Sabines, Sinaloa con Mario López Valdez y, recientemente, Guerrero con Ángel Aguirre Rivero.
Y aunque la reforma no sería retroactiva, todos ellos habrían quedado enmarcados dentro de esta reforma propuesta por el PRI, si es que es aprobada.
Pero la sangría del PRI también refleja otros personajes que abandonaron esta organización y tiempo después fueron candidatos a gobiernos estatales o del Distrito Federal, ganando en la mayor parte de los casos.
Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, Andrés Manuel López Obrador y Marcelo Ebrard, militaron en el PRI antes de ganar sus respectivos comicios como jefes de Gobierno en el Distrito Federal.
Leonel Godoy Rangel fue un connotado priísta, hasta que migró al PRD y luego se convirtió en gobernador de Michoacán.
Gabino Cué Monteagudo, gobernador de Oaxaca fue militante priísta hace tiempo, igual que Rafael Moreno Valle, gobernador de Puebla.
Otros como Miguel Alonso Reyes viajó del PRI al PRD y luego regresó al PRI para ganar el gobierno de Zacatecas. Marcos Covarrubias acaba de hacer lo propio en Baja California Sur, al ganar el gobierno estatal con los colores del partido blanquiazul, luego de militar hasta unas semanas antes en el PRD.
Pero también hay una serie de personajes que no corrieron con tanta suerte como los casos de Miguel Ángel Yunes Linares, postulado por el PAN en Veracruz; José Rosas Aispuro, también ex priísta nominado en Durango por la coalición de derecha e izquierda conformada por el PAN, PRD y Convergencia; Minerva Hernández postulada en Tlaxcala por el PRD, luego de un paso por el PRI, quien terminó llamando a votar por el PAN.
Dante Delgado Rannauro tampoco corrió con suerte en sus dos intentos por gobernar Veracruz, luego de que lo había hecho en forma interina y de sustituto por cuatro años bajo los colores del PRI.
José Guadarrama Márquez no pudo ganar el gobierno de Hidalgo, representando al PRD, luego de varios lustros de militancia priísta.
Rubén Mendoza Ayala también fracasó cuando con los colores del PAN pretendió gobernar el Estado de México.
César Raúl Ojeda Zubieta fue derrotado en las dos ocasiones que contendió con los colores del PRD por el gobierno de Tabasco, luego de décadas de militancia priísta.
La lista es bastante más amplia y hay de todo desde candidatos presidenciales (Roberto Campa), pasando por aspirantes al Senado de la República y a la Cámara de Diputados, que militando en un partido saltan a otro, algunos con la suerte de ganar, pero la gran mayoría de ellos siendo derrotados en toda la línea.
Es por eso que la fracción priísta en el Senado de la República propuso esa reforma constitucional, con lo que se pretende frenar este éxodo que solamente confunde al electorado y satisface las ambiciones personales de los políticos y de los partidos.
UNIDAD EN EL DF
Los partidos que conforman el DIA, Convergencia, Partido del Trabajo y de la Revolución Democrática, acordaron ir juntos en la contienda para jefe de Gobierno del año próximo.
Jesús Ortega, PRD; Luis Walton Aburto, Convergencia y Alberto Anaya, PT, presidentes de esos partidos convinieron en mantener la alianza del proceso electoral pasado para presentar un candidato común en los comicios del 2012.
Hasta el momento no hay un candidato visible, aunque se manejan los nombres de Mario Delgado, secretario de Educación Pública; Miguel Ángel Mancera, procurador de Justicia; Alejandra Barrales Magdaleno, presidenta de la ALDF, Martí Batres, secretario de Desarrollo, entre otros.
TORANZO
Fernando Toranzo es uno de los gobernadores con más bajo perfil, tan bajo que hasta sus gobernados tienen poco contacto con él.
Sin embargo, el gobernador de San Luis Potosí tuvo que salir ayer a los medios, para hablar sobre el suceso ocurrido en su entidad, donde un agente estadounidense fue asesinado y otro más resultó mal herido.
El gobernador solamente dejo entrever lo que todo mundo sabe, la presencia del crimen organizado en su territorio y lo responsabilizó del atentado.