Oaxaca, ¿de nuevo a la violencia?
Roberto Vizcaíno miércoles 16, Feb 2011Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
- Por la tarde y desde la tribuna de la Cámara de Diputados en San Lázaro, el diputado priísta oaxaqueño Jorge González Ilescas exigió abrir un debate e investigación en torno a los actos de represión cometidos por soldados, marinos, agentes de la PFP y elementos del Estado Mayor Presidencial contra ciudadanos de Oaxaca
Compañeros de lucha en la revuelta de 2006, la APPO y la sección 22 del magisterio oaxaqueño rompieron ayer con el ahora gobernador aliancista Gabino Cue y violentaron la visita del presidente panista Felipe Calderón cuyas fuerzas –ejército, marinos, PFP y Estado Mayor-, los reprimieron y volvieron a colocar a este estado en el inicio de las circunstancias que hace 4 años mantuvieron a Oaxaca en la ingobernabilidad durante casi 6 meses.
Hasta la tarde de ayer las redes sociales, especialmente el twitter, hablaban de decenas de heridos, un posible muerto, e innumerables detenidos por los cuerpos de seguridad que se movieron alrededor del gobernador Cué y del presidente Calderón.
Lo que se presumía una visita presidencial tranquila, de promoción y exaltación a la llegada de la alternancia a Oaxaca después de 80 años de gobiernos priístas con el triunfo de un mandatario surgido de una alianza PAN-PRD, se convirtió en las primeras horas de la tarde en un escenario de batallas campales por todo el centro histórico de la ciudad de Oaxaca, y en un estado de zozobra para Calderón, quien fue perseguido y asediado por contingentes embravecidos de la APPO, de estudiantes y del magisterio oaxaqueño.
Por primera vez en sus cuatro años de gobierno, Calderón vivió de cerca la violencia masiva de una población que sumó grupos y corrientes de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, la APPO, de estudiantes universitarios y de la aguerrida sección 22 del SNTE, agrupada aquí dentro de la llamada Coordinadora del Magisterio, muy vinculada incluso a segmentos del EPR.
Nunca antes, ni siquiera en los momentos más difíciles del reclamo lopezobradorista, el michoacano había enfrentado una situación de peligro real personal como el de ayer en Oaxaca debido al embate de contingentes de la APPO, de la Universidad Juárez y de la sección 22 del magisterio.
Con todos ellos se alió y convivió Gabino Cué en el conflicto de 2006 en el que todos actuaron contra el exgobernador priísta Ulises Ruiz, a quien entonces gritaban: “¡Ya cayó… Ya cayó… Ulises ya cayó!”, para expresar su repudio contra el ahora exmandatario estatal.
Ayer, con ese mismo grito, los mismos grupos de hace 4 años, comenzaron a advertirle de su enojo a su exaliado Gabino Cué.
El rugido de: “¡Ya cayó… Ya cayó… Gabino ya cayó!”, se convirtió desde ayer en la nueva consigna de todos ellos.
Bajo esa llamada los manifestantes de entrada le confiscaron y destruyeron su camioneta blindada apenas a una cuadra del Zócalo oaxaqueño.
El nuevo brote de violencia y descontrol se inició durante la mañana de ayer al momento en que el presidente Felipe Calderón inauguraba un plantel de la Universidad Lasalle, dicen, propiedad del banquero Harp Helú.
Fue entonces que los contingentes de la APPO, estudiantes de la Universidad Benito Juárez y de la sección 22 del magisterio intentaron posesionarse del Zócalo que ya estaba resguardado con vallas metálicas por miembros de la Policía Federal Preventiva, bajo la dirección del secretario de Seguridad Publica Genaro García Luna.
Querían expresarle a Calderón su rechazo por su anuncio de regresarles a los padres de familia parte de las colegiaturas vía la exención de impuestos.
Con ello, dijeron especialmente los maestros de la 22, Calderón está privilegiando a los centros de educación privados por sobre el sistema de educación pública.
Con la experiencia de otros conflictos, los manifestantes lograron romper el cerco policiaco, destruir parte de las vallas metálicas y burlar el cerco con el que se pretendía resguardar la presencia de Calderón, quien al parecer tuvo que ser sacado junto con el gobernador, por la parte trasera del Palacio Muncipal.
A partir de ese momento en un área de entre 6 y 10 cuadras del centro de la ciudad, se dieron violentos enfrentamientos entre la PFP y los de la APPO, estudiantes y maestros.
Los appos, estudiantes y maestros intentaron entonces quemar la casa donde despachó Cué hace apenas algunos meses como gobernador electo y que se localiza apenas a cuadra y media del Palacio de Gobierno, convertido ahora en museo.
Hubo un momento en que nadie sabía dónde se encontraba Calderón, pues no llegó a su siguiente acto en el Centro Cultural de Santo Domingo y menos al tercero de su gira. Las versiones indicaban que de las piedras, los tubos y palos, y los enfrentamientos cuerpo a cuerpo, se había pasado a los balazos.
El desconcierto fue mayor ante el despliegue de helicópteros, contingentes del Ejército y la Marina, así como de policías del estado y del municipio por toda la zona.
Las redes sociales indicaban que había decenas de heridos y detenidos y se informaba que los manifestantes habían logrado retener a 3 mujeres miembros de la PFP, las cuales fueron rescatadas horas más tarde con descargas de gas y toletazos por sus compañeros.
Los comercios, restaurantes, hoteles, oficinas y centros de cultura cerraron y bajaron cortinas y el caos se apoderó de nuevo de la ciudad de Oaxaca.
Hacia la tarde-noche a través del twitter se hablaba de que había muerto el líder de la APPO Manuel Silva Coache, sin que nadie lo pudiera confirmar, como tampoco se corroboró la versión de que habían resultado heridos Melitón Santiago y Raymundo Pérez, éste último líder de la telesecundaria de Putla; Héctor Pineda, secretario de Finanzas de Cué, quien se dijo presentaba una herida en una mano, así como Azael Santiago Chepi, líder de la 22; Gabriel López Chiñas y Gildardo Mota, este último, periodista local, presumiblemente lesionado de un balazo en una pierna.
Quedó registrado que los manifestantes golpearon y patearon al secretario de Seguridad Pública del estado, quien intentó dialogar con ellos y llegar a un acuerdo para evitar los enfrentamientos.
En declaraciones hacia el final del día, Azael Santiago Chepi, dirigente estatal del magisterio, anunció que los acontecimientos de ayer tendrían una respuesta masiva y popular, a través de una serie de manifestaciones que comprendería bloqueos, barricadas, toma del Palacio de Gobierno y un plantón masivo.
Dijo que para reivindicar el rompimiento con Gabino Cué y el nuevo levantamiento popular en Oaxaca, saldrían a calles y plazas los 70 mil maestros que integran la sección 22 del SNTE.
Ayer mismo los maestros de las regiones de La Cañada y El Istmo ya habían sido informados de la represión y comenzaron a alistarse a ir en defensa de sus compañeros del Valle.
Santiago Chepi rechazó la petición de Bernardo Vásquez Colmenares, director del IEEPO –el organismo que opera en Oaxaca como secretaría de Educación-, para instalar una mesa de diálogo.
“No nos sentaremos a dialogar con ninguna autoridad mientras haya policías federales en el Zócalo”, le dijo.
A su vez el ex dirigente de la APPO y actual diputado local por el PT, Flavio Sosa, aprovechó los acontecimientos para demandar la inmediata remoción de la secretaría general de Gobierno, Irma Piñeiro, a quien ubican como aliada de la dirigente vitalicia del SNTE, la maestra Elba Esther Gordillo.
“Ante los graves acontecimientos, considero necesaria y urgente la renuncia de la secretaria general de Gobierno como una salida al conflicto… no puede ser que continúe al frente de esa secretaría una persona que no tiene la interlocución para dialogar con la organización social más importante de Oaxaca”, indicó.
Por la tarde y desde la tribuna de la Cámara de Diputados en San Lázaro, el diputado priísta oaxaqueño Jorge González Ilescas exigió abrir un debate e investigación en torno a los actos de represión cometidos por soldados, marinos, agentes de la PFP y elementos del Estado Mayor Presidencial contra ciudadanos de Oaxaca.
Los diputados del PAN intentaron detener ese debate mientras otros grupos apoyaban la exigencia del oaxaqueño.
Al final se decidió agendar el tema como el primer asunto a discutir en la sesión de mañana jueves.
Con las cosas así hoy Oaxaca podría vivir condicione similares a los primeros momentos en que en el 2006 inició uno de los conflictos más difíciles que haya enfrentado antes.
Ya veremos cómo se resuelve y qué giro toma en las horas siguientes este asunto, o escala o se apaga.
Lo único que provoca la APPO (que no fue formada por el pueblo de Oaxaca, realmente formada por familiares y miembros del magisterio)y el magisterio (maestros con intereses económicos propios)con lo que están realizando es: mayor desempleo, cierre de locales legalmente formados, incrementar la brecha entre los ricos y los pobres (porque los ricos tienen reservas y los pobres no las tenemos), mayor índice delictivo (asaltos en todo el día). Oaxaca es un estado que vive en gran medida de los turistas, pues turistas no hay, han cancelado hasta en un 80% sus reservaciones. Eso no es defender al pueblo.