Mala maniobra de Omar Fayad
Adriana Moreno Cordero miércoles 7, Ago 2019La Retaguardia
Adriana Moreno Cordero
- Quiere ser morenista; Menchaca podría sucederlo en el gobierno
Mala maniobra la que intentó el gobernador de Hidalgo, Omar Fayad Meneses, al intentar robarse el show en el gigantesco auditorio “Gota de Plata” en Pachuca, la capital de Hidalgo y todo, por buscar desaforadamente opacar a todas luces y reflectores a los senadores hidalguenses de Morena, María Merced González y Julio Ramón Menchaca, quienes ofrecieron su primer informe de actividades legislativas ante la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, que asistió con la representación del presidente Andrés Manuel López Obrador, provocó que los más de 2 mil 500 invitados le propinaran una sonora rechifla.
Con razón mucho se dice no sólo por aquellos lares, que el mandatario estatal, pese a haber emergido de las filas del PRI, ahora busca ser moreno a toda costa y no precisamente porque el clima de esa entidad esté lleno de sol.
En el marco de dicho informe, que contó también con la presencia de los coordinadores del partido morenista en el Congreso de la Unión, Ricardo Monreal Ávila y Mario Martín Delgado, de poco valió que la otra distinguida invitada especial al evento político del año en la entidad, la secretaria Sánchez Cordero, saliera en una medrosa y desangelada defensa de su “alumno favorito y muy querido” de la facultad de Derecho de la UNAM, al que le mandó en repetidas ocasiones un beso a distancia pues, defintivamente, la secretaria de Gobernación no convenció a la inmensa mayoría de los asistentes que le gritaron de todo al mandatario estatal que hasta sudó en su intervención y, lejos de apagar los ánimos, los volvía a encender.
Mucho se comentó hasta en la comida que se llevó a cabo en honor de Julio Menchaca y María Merced González que de manera inédita y hasta ilógica Fayad Meneses no perdió la oportunidad en su intervención de llamar ¨mezquinos¨ a quienes en el pasado votaron en el Congreso de la Unión a favor, las reformas del ex presidente Enrique Peña Nieto para darle legalidad a las Fuerzas Armadas en la lucha contra la delincuencia organizada.
O sea, ¿acaso el gobernador de Hidalgo está marcando distancia con respecto al partido que lo llevó a ocupar esa posición y antes, lo puso en el Senado y en la Cámara de Diputados?
Sin más, el político, hasta ahora todavía priísta, presumió con la voz al punto del grito, lo mismo el abatimiento de la pobreza en Hidalgo hasta ponerse bravucón contra la mayoría legislativa de Morena en esa entidad, al asegurar que “trabajo mata grilla y todo lo demás”, lo que provocó toda clase de abucheos y chiflidos en su contra por parte de quienes abarrotaron el famoso auditorio.
Desaforado ensalzó las bondades y esfuerzos logrados por la llamada Cuarta Transformación y el gobierno del presidente López Obrador, (¡cómo se nota que quiere pertenecer a ella!), confiado quizá en que su moderna y hábil estrategia de comunicación y dominio en las redes sociales, hizo ya olvidar que en el pasado reciente, Fayad llamara “descerebrados” a todos aquellos que votaran por el tabasqueño; en ese entonces, la aversión del hidalguense hacia los morenistas de todo tipo, era más que patente y obvia.
Al parecer los más de dos mil 500 asistentes a ese magno evento organizado por los senadores González González y Menchaca Salazar, que contó con una invitada de lujo como la exministra en retiro y su “amiga”, le alcanzó a Fayad Meneses para capitular la lucha del PRI en la próxima gubernatura en 2022 y hasta se dio el lujo de conseguir un “salvavidas” político por parte de AMLO para librar toda acusación de corrupción. Si no, ¿entonces por qué el aún gobernador priísta, repitió que el tabasqueño ha estado en la entidad que gobierna muchas veces y cada vez que puede lo manda saludar?
Es más, el mandatario estatal se apersonó en la comida que ofrecieron los senadores hidalguenses. Llegó, cuando muchos supusieron que no lo haría; estuvo parado un rato junto a la rectangular y larguísima mesa principal que ocuparon los senadores principalmente de Morena, y como prácticamente nadie le hacía caso, tuvo que esperar un rato para que le “hicieran un huequito” junto a uno de los senadores, Julio Menchaca que se portó como buen anfitrión con el aún mandatario priísta.
Y como el centro de las atenciones no era Fayad Meneses, soportó estoico que el comentario de dicho evento fuera que el senador Menchaca Salazar tiene muchísimas probabilidades de convertirse en el sucesor de Omar Fayad.
De hecho, el mismísimo senador Monreal Avila lo destapó hacia el final de su discurso, al señalar que el hidalguense de Morena, había realizado un extraordinario no solo como presidente de la Comisión de Justicia del Senado de la República.
Independientemente de lo anterior, la pregunta es ahora si a Fayad le alcanzará el “hacerle la barba” a Morena para salvar a personajes como Israel Félix Soto, ex secretario Ejecutivo de la Política Pública, que como es bien sabido, es más grande protegido y cuya salida repentina y misteriosa del primer círculo del gobernador podría deberse a que Fayad, lo quiere colocar cada día más cerca de una importante candidatura por Morena en las próximas elecciones locales. ¡Qué tal!
Municiones
*** Y otra que fue objeto de repetidos abucheos y rechiflas en el citado evento fue, ni más ni menos que la senadora Xóchitl Gálvez. En algún momento, desde las butacas del auditorio “Gota de Plata”, le gritaron: “que alguien despierte a Xóchitl Gálvez”, quien en cuanto escuchó el reclamo, ya no sabía ni dónde meterse.
Entonces, en su oportunidad, el gobernador Fayad intentó defenderla, “por respeto a una dama” y no faltaron los que recordaron que la senadora panista en cuanto puede, hace gala de su léxico tan florido, que la acerca a las bases de la llamada Cuarta Transformación, ¿o no?
*** Y estaba tan nerviosa la senadora María Merced González en su primer informe de actividades, que sin querer, “destapó” a Martí Batres, llamándolo “presidente de la República”. Esa fue la única ocasión en que Batres sonrió, pues para su infortunio, quienes suenan, y fuerte, para sucederlo en la presidencia de la Mesa Directiva de la Cámara Alta son las senadoras Marybel Villegas, de Quintana Roo y la tabasqueña Mónica Fernández.
Sin duda, así se equilibra la equidad de género y se evita la reelección que por su “muy bonita cara”, pretendía Batres Guadarrama y desde luego, eso no lo tiene nada contento ni a él, ni a la dirigente de Morena, Yeidckol Polevnsky.