Juárez, gran político con errores
¬ Arturo Ríos Ruiz lunes 5, Ago 2019Centro..!
Arturo Ríos Ruiz
- Tiene admiradores en todo el mundo
Benito Juárez García fue uno de los políticos más audaces que ha dado México en todas las décadas, hasta hoy; logró lo que todo exponente de esa profesión anhela en su vida, trascender, en su caso más que con creces, se hizo inmortal.
Benito Juárez fue distinguido como “Benemérito de las Américas” debido a sus triunfos durante la intervención francesa entre 1862 y 1867, los cuales evitaron que Europa invadiera tierra americana. Una ciudad de Argentina lleva su nombre.
Merecido el reconocimiento de México y fuera del país que ha servido y sirve de ejemplo para muchos políticos y no desconocemos que nuestro mandatario es su admirador. Desde hace tiempo lo ha manifestado.
Pero debemos saber que cometió errores, como todo humano, o por las circunstancias del momento, pocos conocen del Tratado McLane-Ocampo, Tratado de Tránsito y Comercio, un acuerdo entre los Estados Unidos y México, firmado en el puerto de Veracruz, el 14 de diciembre de 1859.
Juárez habría vendido a perpetuidad el derecho de tránsito por el Istmo de Tehuantepec a los Estados Unidos, por cuatro millones de dólares, desde ese puerto en el sur, hasta Coatzacoalcos en el Golfo de México.
Estipulaba que todo el tránsito que circulara por el istmo, sería libre de derecho o tarifa, tanto para los productos comerciales como para los militares y las tropas.
Y garantizaba la obligación de las tropas mexicanas de ayudar al aseguramiento de los derechos permanentes otorgados a los Estados Unidos. Por fortuna, los EU, optaron por arrebatarle lo que hoy es Panamá a Colombia más tarde.
Poco se sabe que jamás se vio a sí mismo como un indio zapoteco y que incluso nunca se preocupó por las demandas de ayuda que le reclamaban los indígenas.
Se mostró inflexible en sus posturas y se alejó de los liberales moderados, fusiló a conservadores, sin juicio, a diferencia de Iturbide, Santa Anna, Miramón y otros, Juárez jamás dirigió sus tropas tampoco en un frente de batalla, no sabía disparar ni montar a caballo.
Fue muy radical e inflexible en sus ideas, no permitía negociación y los cambios de las leyes eran muy bruscos. Extendió su periodo presidencial por 14 años; hay más, pero es suficiente.
Hay mucho qué aprender del legado de Juárez, su amor por México, el sacrificio del Gobierno Itinerante y su persistencia por liberar al país del dominio francés y tantos otros.
También sus errores son una lección, que jamás debemos olvidar y son para la corrección, hoy y siempre.