BC se convirtió en un gran platillo
Ramón Zurita Sahagún lunes 5, Ago 2019De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
De pronto, Baja California desató un apetito voraz de políticos y empresarios que lo vieron como un delicioso bocado, por lo que buscan detonar la ruta del gobernador electo, Jaime Bonilla.
La ampliación del período de gobierno de Bonilla de dos a cinco años, autorizada por el Congreso del estado y que habrá de resolver la Suprema Corte de Justicia, si es que se presenta el recurso de inconstitucionalidad, resultó el pretexto adecuado para que soterradamente se muevan fuerzas diversas que pretenden alcanzar su propósito.
De un lado, empresarios que buscan el poder político, y por otro, políticos de poca monta, frustrados por no concretar sus aspiraciones y que ven la oportunidad de acceder al gobierno de esa entidad.
No es precisamente un “compló”, como dijera el clásico, sino una ocasión propicia para sacarle juego a la situación de lo que viene ocurriendo en torno a la ampliación de mandato.
Por tratarse de un hecho inédito se intentó presentarlo como el principio del proceso de reelección del presidente López Obrador, lo que él mismo negó, aunque no consiguió despejar todas las dudas.
Sin embargo, los frentes en Baja California quedaron abiertos, con dos cabezas visibles de donde parte el golpeteo, una, proveniente de Jaime Cleofas Martínez Veloz, sin mucho eco, pero quien se muestra ardido por un supuesto engaño de parte de Jaime Bonilla.
La historia de Martínez Veloz parte del supuesto hecho de que el López Obrador lo había encaminado a la embajada de México en Cuba, la que rechazó ante el ofrecimiento de Jaime Bonilla, de que sería el candidato de Morena al gobierno del estado por dos años, pues el empresario esperaría la nominación por seis años, lo que no sucedió en el terreno de los hechos.
El panorama se le presentó adverso a Martínez Veloz, por la gran ventaja en las encuestas a favor del hoy gobernador electo, por lo que molesto aceptó la nominación al ayuntamiento de Tijuana, de la que fue relevado por no contar con los elementos suficientes para contender, lo que le hizo regresar al PRD, del que fue su abanderado al gobierno estatal, quedando sumamente relegado del triunfador, Jaime Bonilla.
Dolido por ese revés, Jaime Cleofas se convirtió en uno de los principales opositores de Bonilla, aunque realmente su poco potencial político le impide tener impacto entre la población estatal.
Sucede lo contrario con Gustavo Adolfo de Hoyos Walther (sobrino del ex gobernador Eugenio Elorduy Walther), quien busca revertir la decisión del Congreso, con la mira puesta en ser él mismo candidato en 2021, para lo que construye su plataforma con la mira puesta en reducir la presencia del hoy gobernador electo y frenar la enmienda que amplió su período de gobierno, contando con un poderoso aliado dentro de los medios de comunicación locales.
El panorama de Baja California se complica con el pésimo gobierno de Francisco (Kiko) Vega de la Madrid, quien a la gran deuda que dejará, suma sus desplantes, abusos y posible enriquecimiento desde el poder, además del conflicto económico con la universidad, la inseguridad y violencia; la situación de los migrantes y la escasa generación de empleos, donde la Constellation Brands no ha podido concretar su planta por los problemas de salinidad, un contrato “confidencial”, cifras que no cuadran y cero sensibilidad política, dejando en manos presidenciales la autorización para la planta.