Otro periodista asesinado
¬ Augusto Corro jueves 1, Ago 2019Punto por punto
Augusto Corro
Son ya 11 periodistas asesinados durante el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador.
El comunicador Rogelio Barragán fue encontrado sin vida en la cajuela de un vehículo el martes en la tarde en Zacatepec, Morelos. La víctima presentaba golpes en el cuerpo, principalmente en la cabeza. Trabajaba para el portal de noticias Guerrero al Instante.
El caso de Rogelio Barragán se sumará a los crímenes contra los periodistas, cuyos asesinos no serán castigados. Los delincuentes gozan de impunidad total.
Los periodistas victimados en diferentes entidades: Jesús Alejandro Márquez Jiménez, Nayarit; Diego García Corona, Estado de México; Rafael Murúa Manríquez, Baja California Sur; Jesús Eugenio Ramos Rodríguez, Tabasco; Reynaldo López, Sonora; Samir Flores Soberanes, Morelos; Santiago Barroso, Sonora; Omar Iván Camacho, Sinaloa; Telésforo Santiago Enríquez, Oaxaca, y Norma Sarabia Garduza, Tabasco.
En los últimos sexenios, más de 140 comunicadores perdieron la vida a manos de sicarios bajo las órdenes de la delincuencia organizada, de funcionarios públicos poderosos y de caciques regionales.
Los organismos oficiales y privados para proteger a los periodistas no cumplen correctamente su función. Cuando se conoce la muerte de un comunicador, los defensores de los derechos humanos lo único que hacen es condenar el hecho. Luego, el tiempo se encarga de que se olvide el caso.
México se convirtió en uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo. Las agresiones a los comunicadores se ven como algo normal. Nadie investiga y no se castiga a los asesinos. ¿A quién exigirle justicia?
LA GUARDIA NACIONAL, EN EL METRO
Sin duda, es positivo que la Guardia Nacional realice acciones de vigilancia en las instalaciones del Metro. Su presencia es necesaria para que los delincuentes sepan que la población no se encuentra sola, que hay quien en cualquier momento puede auxiliarla.
En los últimos meses, las policías preventivas, bancarias, auxiliares, etc., ya no imponían respeto ni brindaban seguridad.
En algunas ocasiones, los mismos representantes de la ley eran agredidos por los delincuentes y hasta por los pasajeros.
Sin autoridad en el Metro, los asaltantes, en sus diferentes formas de actuar, ni siquiera eran molestados. Como usuario, tu primera acción al subirte al vagón era cuidar la cartera y el teléfono celular. Los directivos de ese transporte colectivo informaron que la GN llevará a cabo revisiones de forma itinerante en estaciones del Metro, en diversas alcaldías donde tiene presencia. El martes pasado, los elementos de la GN realizaron supervisión de mochilas, maletas, así como vigilancia en el interior y exterior de las instalaciones ubicadas en el mencionado territorio.
Ojalá que esas acciones para fortalecer la seguridad en la capital sean permanentes con mayor participación de los vigilantes. Los habitantes de la Ciudad de México tenemos derecho a vivir sin el temor de ser víctimas de la violencia.
“PECES GORDOS” PERSEGUIDOS
Cuatro políticos y un abogado son investigados por la Fiscalía General de la República (FGR). Todos son “peces gordos”, acusados de delitos relacionados con la corrupción. Ellos son: Emilio Lozoya, quien se desempeñó como director de Petróleos Mexicanos (Pemex). Tiene dos órdenes de aprehensión por presuntos actos de corrupción, relacionados con la constructora Odebrecht y por delitos con recursos de procedencia ilícita, asociación delictuosa y cohecho por la compra de una casa en Ixtapa. Las autoridades consideraron que la familia del ex funcionario estuvo involucrada en actos de corrupción.
Rosario Robles, quien fue citada por la FGR para que responda sobre el ejercicio indebido del servicio público cuando se desempeñó como titular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol). Como se informó en los medios de comunicación, la ahora ex funcionaria fue señalada por su presunta participación en el caso conocido como la “Estafa maestra”, que se relaciona con la desaparición de 7 mil millones de pesos. El próximo mes acudirá a la cita con las autoridades.
Carlos Romero Deschamps, el jeque petrolero, es un cliente de la justicia, pero sus amigos e influencias le permitieron una condición de intocable que, suponemos, ya desapareció. La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) presentó dos denuncias contra el líder por los delitos de enriquecimiento ilícito y lavado de dinero. También en este caso, la acción de la justicia podría llegar hasta su familia.
Eduardo León Trauwitz fue jefe de seguridad del presidente Enrique Peña Nieto, cuando se desempeñó como gobernador del Estado de México. Es investigado por el robo de combustible en los ductos de Pemex, conocido como el “huachicoleo”. En el sexenio peñanietista fue titular de la Subdirección de Salvaguardia Estratégica de Pemex. Es decir, la Iglesia en manos de Lutero, como se dice coloquialmente. Es prófugo de la justicia.
Juan Collado, abogado de ex presidentes y clientes poderosos política y económicamente. Fue vinculado a proceso por los delitos de delincuencia organizada y lavado de dinero. Es el único que se encuentra en prisión. Las autoridades lo acusaron de formar parte de una red delictiva que simuló operaciones para desviar recursos desde la sociedad financiera Libertad Servicios Financieros, donde presidía el consejo de administración.