Ahora sí, “¡preocúpate Rosario!”
¬ Arturo Ríos Ruiz miércoles 31, Jul 2019Centro..!
Arturo Ríos Ruiz
- Carpeta de investigación FED/SEIDF/UNAI-CDMX/0001345/2018
El tono en contra de Rosario Robles es más serio, ya no es acusación al aire, tiene nombre y apellido con la carpeta de investigación del fiscal Mario Fonseca Barrera, de la Subprocuraduría de Delitos Federales, que solicitó la audiencia.
Quedó lejos la frase que Peña Nieto hiciera famosa, cuando el mundo informativo se le echaba encima, al verse involucrada en las grabaciones presentadas por el PAN sobre una supuesta red electoral, a través de Sedesol, que podría favorecer al PRI en las elecciones locales de Veracruz en 2013: “¡No te preocupes Rosario!”.
Fue en Chiapas en un evento de la Cruzada Nacional Contra el Hambre, ofreció su apoyo a Rosario Robles, con el famoso grito, que parece ahora se le revierte.
El primer aviso más consistente estuvo a cargo del fiscal Alejandro Gertz Manero, el pasado 6 de mayo, cuando informó que este caso, el de Rosario, lo investigaban por delitos de Estado y delincuencia organizada.
Así que el jueves pasado, el fiscal Mario Fonseca Barrera, de la Subprocuraduría de Delitos Federales, solicitó la audiencia, como parte de la carpeta de investigación FED/SEIDF/UNAI-CDMX/0001345/2018 y al día siguiente, el juez giró el citatorio.
En marzo de 2000, ya como jefa gobierno de la capital, Rosario Robles, nombrada por Cuauhtémoc Cárdenas, que, ansioso de la Presidencia en su tercer y último intento, acusó al ex regente priísta, Óscar Espinosa Villarreal, entonces titular de Turismo, de peculado y desvío de fondos por 420 millones de pesos.
Por ese delito, el mexiquense fue declarado culpable en 2005; sin embargo, un año después, la Suprema Corte dejó sin efecto la sentencia de autoridades locales.
Ella, como ex titular de la Sedesol, tiene una acusación por desvío de dinero de una suma de por lo menos mil 787 millones de pesos en 2015.
Y en ese tiempo, como titular de la Sedesol, que fue acusada y tuvo que soportar una andanada de ataques en la prensa en general por varios días, hasta que llegó, la frase providencial que sirvió de línea: “No se metan con ella”.
La Auditoría Superior de la Federación detectó que en su gestión en Sedesol, se armó una red de “simulación de servicios” con universidades para desviar fondos que iban a programas sociales, robo al que se le conoce como “estafa maestra”, de las que Rosario se ha deslindado.
Hoy, la señora, está contra la pared y veremos cómo sale de ésta, si es que sale.