Reubicar por reubicar
¬ Claudia Rodríguez martes 16, Feb 2010Acta Pública
Claudia Rodríguez
Desde el año pasado, Homero Gómez comisario ejidal de El Rosario en el municipio de Angangueo, Michoacán, advirtió de una catástrofe que afectaría al ejido y a la preservación de los bosques santuarios de la mariposa monarca. Muchos le escuchamos, pero nadie hizo nada.
Gómez explicó que tanto la tala clandestina como la legal que se practica en la región desde hace años, y afectaciones al ambiente como las plagas, contribuyeron a que las mariposas no arribaran conforme a lo acostumbrado por décadas en cuanto a fecha registrada. Pero si las plagas en los árboles perturbaban la llegada de las monarca, los árboles secos se convertían en una amenaza para los pobladores de la región.
Debido a que en Angangueo predominaba hasta hace unos días, la actividad turística con respaldo del arribo de las mariposas monarca, fue relegado a segundo plano cualquier otra amenaza sobre el entorno de sus pobladores, incluso por ellos mismos.
Ahora, cualquier programa de recuperación del bosque en las montañas aledañas a Angangueo, elaborado o proyectado antes de las lluvias torrenciales de hace dos semanas, son letra muerta. El desastre actual en los inmuebles de la comunidad -sin soslayar los fallecimientos acaecidos- ha proyectado la posibilidad de reubicar el poblado.
Llama la atención que el señor Felipe Calderón en su visita de reconocimiento por el poblado michoacano, afirmara que cualquier decisión respeto al futuro de Angangueo será con base en estudios técnicos y hasta señaló que no puede asegurar nada a los pobladores pues él no es ni ingeniero ni experto.
Pero Calderón habrá de considerar que reubicar un poblado o un porcentaje del mismo, no es sólo una cuestión técnica. El factor social, así como el económico son determinantes para que una sociedad mantenga su cohesión, su nivel de vida y su futuro.
Existen tratados concluyentes sobre los factores a considerar para una reubicación, independientemente de las causas que la promuevan, y el señor Calderón que no es ingeniero, ni experto pero sí la cabeza de la presente administración federal, debería de considerarlos antes de prometer y empeñar su palabra a los pobladores afectados.
La reubicación de un poblado no es asunto sencillo por más urgente que parezca. Existen casos a nivel mundial de pueblos trasladados o en proceso que se convirtieron o siguen siendo grandes dolores de cabeza, no sólo para las administraciones locales, también para funcionarios de un nivel jerárquico mayor por no considerar lo más importante en estos procesos: el factor humano.
Así que no sólo los ingenieros y los expertos deben contar en el futuro de lo que será Angangeo, sino también y en primer término, los lugareños.
Acta Divina… El presidente Felipe Calderón advirtió que la coordinación general de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación estima que sólo reubicarán de 10 a 15% de la población de Angangueo, luego del desastre ocasionado por las lluvias que azotaron al país desde el 3 de febrero pasado.