¿A qué le juega Ulises Ruiz en el PRI?
Jorge Luis Galicia Palacios lunes 29, Jul 2019Como veo, doy
Jorge Luis Galicia Palacios
- Ivonne Ortega da la pelea, aun a pesar de dados cargados
- Militancia priísta, inconforme con imposiciones cupulares
Aunque resulte extraña la actitud que ha tomado el ex gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz Ortiz, quien no ha parado ni un segundo de hacer campaña en pro de la dirigencia nacional del Partido Revolucionario Institucional, esto resulta entendible cuando por todos lados se habla de que este partido fue secuestrado por quienes lo llevaron a perder el poder y quieren ahora pretender seguir influyendo en la vida política nacional sin merecimiento alguno.
Como sabemos, la Comisión Nacional de Procesos Internos de dicho organismo político negó el registro a Ruiz Ortiz como aspirante a tal cargo, procedimiento que posteriormente fue avalado por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, pero eso no ha importado al controvertido político para seguir adelante en lo que considera un derecho y una obligación moral: Rescatar al PRI y replantear el rumbo con los ideales de un partido de centro izquierda.
A Ulises se le ha visto en reuniones, lo mismo en su tierra natal, Oaxaca, que en otras entidades del país y en ningún caso se le ha escuchado reconocer o aceptar que está fuera de la contienda en la que oficialmente hacen campaña las formulas encabezadas por Ivonne Ortega, Lorena Piñón y Alejandro Moreno.
Como abogado que es, y con amplia experiencia en cuestiones electorales, Ruiz Ortiz seguramente tiene su vela encendida en algún resquicio legal que de última hora podría subirlo al ring donde, incluso, ya participaron en un primer debate quienes son sus oponentes y no sus enemigos, porque en todo caso, ha señalado, sus enemigos están en la dirigencia que ha hecho de todo para sacarlo de esa ruta que tiene como destino el CEN del PRI.
¿A qué le juega Ulises?, seguramente es una pregunta que no le preocupa a la dirigente nacional Claudia Ruiz Massieu, como tampoco le preocupó la salida del doctor José Narro Robles, quien también manifestó abiertamente su interés de competir por la dirigencia de su partido y al no encontrar condiciones, no sólo desistió, sino que renunció a seguir en las filas tricolores donde militó por más 46 años.
La salida de Narro evidenció cartas marcadas y la protección, desde la cúpula, al único hombre que hoy está en la competencia. “Son evidentes las muestras de que existe un preferido de la cúpula del PRI, el candidato oficial de los gobernadores y de quien fue hasta recientemente el jefe político del partido”, dijo, entre otras cosas, en su carta de renuncia el ex secretario de Salud y ex rector de la máxima casa de estudios del país.
Ivonne y Lorena han continuado en la pelea en busca de dar el campanazo y, según se vio en el debate del 17 de julio, es la ex gobernadora de Yucatán quien mayores tablas tiene para llegar a la pelea final y podría dar la sorpresa a una dirigencia que ha puesto todas las condiciones para proteger a su favorito.
La campaña que ha emprendido Ulises probablemente no prospere en sus intenciones de ser el cuarto candidato, pero lo que sí puede lograr es contribuir a que la militancia reflexione sobre el papel que el priísmo, lo que aún queda, debe tener como partido de oposición, y donde la experiencia obtenida en ese sentido son 12 años frente a los gobiernos de ejecutivos federales emanados del PAN, pero no deben olvidar que en esa etapa su fuerza fue respaldada ampliamente con la representación de ejecutivos estatales, Congreso federal y congresos estatales, donde ahora están muy disminuidos.
Hoy, el otrora poderoso partido, prácticamente no se ve en el escenario político, sus gobernadores y legisladores no sólo enmudecieron ante la rapaz corrupción de las que muchos de sus correligionarios son acusados, sino que pareciera ser que están más preocupados por cuidar que el manto de la legalidad no llegue a ellos y poco les importa el destino del partido que los llevó al poder, y en ese proceso son muy pocos los que levantaron la mano para seguir dando la cara por una nomenclatura que este año cumplió 90 años, y muy pocos, poquísimos, le apuestan a una renovación, reestructuración, refundación o como quieran llamarle.
En ese contexto, Ulises Ruiz sigue ahí y en momentos da la impresión que está solo, pero no se extrañen si de pronto su aventura tiene eco en una militancia olvidada por la cúpula de su partido. Es cierto, Ulises no goza de la mejor fama, pero eso poco importa para quienes piensan que el PRI está secuestrado y ven indicios de que quieren perpetuarse en la dirigencia, de ahí lo relevante de la pregunta ¿a qué le juega Ulises?
VA MI RESTO.- Una de las fortalezas que mucho presumió durante años el partido tricolor, en momentos de crisis, fue la unidad de sus militantes, lo que por supuesto hoy no se nota por ninguno de los cuatro puntos cardinales y para no ir muy lejos solo basta ver los dimes y diretes que se lanzaron dentro y fuera del primer debate los aspirantes a dirigir al PRI.
De seguir la guerra verbal, quien el 11 de agosto próximo se erija ganador tendrá muy poco margen para convocar a la unidad y todo indica que ahí es donde el trabajo de Ulises Ruiz puede prosperar, por un lado, desconocer el proceso de simulación y por otro convocar a un movimiento de mayor participación de la militancia, ahora solo falta conocer la decisión que al final tomen los militantes de pie, los que no comulgan con imposiciones cupulares, y hasta ahí, porque como veo, doy.