PRI, con la marca de la casa
Ramón Zurita Sahagún viernes 19, Jul 2019De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
El Partido Revolucionario Institucional (PRI) no pasa por su mejor momento, es más, de sus 90 años de vida, es su peor época, por haber tenido los más bajos números de su historia en una elección presidencial y vivir una temporada de disputa interna por el poder, con acusaciones de todo tipo hacia sus principales personajes.
Emilio Lozoya, ex director de Pemex, ubicado como prófugo; Javier Duarte (ex militante) acusando de diversas cosas al ex presidente Enrique Peña Nieto, Miguel Osorio Chong, Raúl Cervantes y otros ex funcionarios más; César Duarte, ex gobernador de Chihuahua también prófugo.
Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa, señalados como los grandes orquestadores de los fracaso; José Ramón Narro, desistió de participar en la contienda por la presidencia del partido, renunciando a su militancia.
Como si fuese poco, los comicios para gobernador del presente año mostraron la baja de sufragantes a favor del PRI.
En medio de todo este caos, los tres contendientes a la dirigencia nacional del partido (Ivonne Ortega, Lorena Piñón y Alejandro Moreno) debatieron y lo hicieron con el sello de la casa, manteniendo vigente el gran cinismo de una gran parte de su militancia, sin importar si se trata de jerarcas del partido o simples miembros de la organización política.
El debate entre los candidatos a la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del partido tricolor fue una muestra de ello, donde abundaron las descalificaciones y acusaciones entre Ivonne Ortega y Alejandro Moreno, mientras Lorena Piñón buscaba un resquicio por donde obtener un posicionamiento que no le llega.
El colmo del cinismo llegó cuando la ex gobernadora yucateca, después de denunciar la pretensión de realizar una elección de Estado, reprochó a “Alito”» que dejara inconcluso el término de su mandato como gobernador de Campeche.
Y es que Ivonne perdió la memoria, tal vez, en su viaje a Londres, a finales del sexenio pasado, al olvidar todos los cargos de elección popular que dejó inconclusos ella, después de recibir el voto ciudadano.
Ivonne Ortega ha sido uno de esos claros ejemplos de candidatos que buscan los cargos de elección popular simplemente como trampolín para encontrar el ascenso requerido que les permita llegar a sus metas.
Así se desarrolló toda su carrera política, donde inició como alcaldesa, para no terminar su gestión, pues prefirió competir por una diputación local, la que tampoco concluyó e ir por una diputación federal.
La futura gobernadora de Yucatán no concluyó tampoco con la diputación federal, ya que optó por una candidatura al Senado de la República, la que dejó inconclusa para ir por el gobierno de su entidad natal.
Eso sí, Ivonne concluyó con su gestión como gobernadora, pero fue electa nuevamente diputada federal y prefirió pedir licencia al cargo, para buscar la nominación a la Presidencia de la República, la que no obtuvo, por lo que molesta prefirió irse de viaje a Londres, que participar en la campaña de quien se convirtió en candidato presidencial, José Antonio Meade.
Durante el debate, Ivonne acusó a José N. Murat, ex gobernador de Oaxaca y padre del actual gobernador de esa entidad, de estar orquestando un fraude en esa entidad.