Ambición y poder
¬ Augusto Corro martes 16, Jul 2019Punto por punto
Augusto Corro
El empresario Jaime Bonilla ganó la gubernatura de Baja California para un periodo de dos años. Se le hizo muy breve el mandato y maniobró (transó) para ampliarlo a 5 años. No tuvo mayores problemas, el Congreso local ni tardo ni perezoso aprobó ese gesto político lleno de ambición y reformó la ley.
Esa acción sacudió las conciencias porque en ese enjuague participaron los diputados de las diferentes fracciones partidistas.
Propios y extraños criticaron esa maniobra burda de los legisladores para dejar en 5 años el gobierno bajacaliforniano en manos de Jaime Bonilla.
Mientras que la dirigente de Morena, Yeidckol Polevnsky, apoyó esa ilógica decisión, el diputado Porfirio Muñoz Ledo, se pronunció por la desaparición de poderes en la entidad, una vez que Bonilla asuma el poder.
Aunque el citado Bonilla presume el respaldo del presidente Andrés Manuel López Obrador, éste declaró lo siguiente, al referirse al asunto:
“Si me hubiesen consultado, como era antes, y hubiese yo autorizado, como era antes, que se pusieran de acuerdo (legisladores de todos los partidos) y aprobaran esa reforma, ¡cómo estaría hoy, se me caería la cara de vergüenza, sin autoridad”.
Las maniobras turbias de los políticos bajacalifornianos traerán repercusiones en la vida interna de los partidos.
Por ejemplo, en el Partido Acción Nacional (PAN) ya se investiga a sus diputados de aquel estado que participaron en el “cochupo” y pende sobre sus cabezas la amenaza de expulsión.
No todos los morenistas aprobaron las declaraciones de Polevnsky por tomar a la ligera el asunto de la reforma.
En noviembre próximo, en Morena se elegirá al presidente nacional del partido. Participarán Polevnsky, que pretende seguir en la dirigencia, Bertha Elena Luján y Mario Delgado, diputado.
En fin, en Baja California los electores votaron por Bonilla para que los gobernara dos años, los poderosos dijeron que se ampliara a cinco años. El primer raund lo ganaron con triquiñuelas. ¿Qué sigue?
Morena y sus funcionarios
El partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en su afán de fortalecerse aceptó como afiliados a toda clase de políticos y empresarios.
Algunos de esas personas ya no tenían ninguna oportunidad de sobresalir ni en los negocios ni en la política.
Les abrieron la puerta de Morena y no lo pensaron dos veces para afiliarse.
Esos vivales intentaron seguir con la combinación productiva de político-empresario o empresario-político.
Beneficiados en el pasado con negocios al amparo del gobierno pensaron que en este sexenio podrían seguir con sus formas de enriquecerse gracias al influyentismo; pero ahora la realidad es otra.
Ahí está el caso del médico Carlos Lomelí, el flamante empresario nombrado “superdelegado” delegado del gobierno federal en Jalisco. Participó como candidato de Morena a la gubernatura de la mencionada entidad y perdió.
El mencionado “superdelegado” renunció al cargo. La Secretaría de la Función Pública (SFP) abrió siete investigaciones contra Lomelí, quien podría enfrentar cargos por cohecho, enriquecimiento oculto, conflicto de interés y tráfico de influencias.
En otras ocasiones se dijo que Lomelí era el centro de una red farmaceútica conformada por nueve empresas dedicas a la venta de medicamentos, “que han compartido los mismos socios, apoderados legales, representantes e incluso domicilio en Zapopan, Jalisco, a pesar de que el ex funcionario solo reconoce como propias cuatro de esas compañías”.
También se informó que el grupo citado vendió miles de millones de pesos en contratos con el gobierno en siete años. Abastecedora de Insumos para la Salud (Abisalud) “ganó, en lo que va de 2019, más de 164 millones de pesos, adjudicados por el gobierno federal”. ¿Qué opina amable lector?
El arroz ya se coció
En el Partido Revolucionario Institucional (PRI) se preparan para el cambio de su dirigencia.
Según las encuestas publicadas en diferentes medios, Alejandro Moreno Cárdenas, “Alito”, lleva una cómoda ventaja sobre su más cercano adversario.
El campechano aparece con el 42% del electorado que le favorece, seguido por Ivonne Ortega Pacheco, con 27%, quien fue gobernadora de Yucatán.
Se trata de las elecciones más descongeladas en la vida del Revolucionario Institucional. Aquellas campañas políticas con derroches de recursos quedaron en el olvido.
En este espacio señalamos que el PRI se encuentra dividido tras su derrota en las elecciones presidenciales.