Compradores de chueco
¬ Salvador Estrada martes 16, Jul 2019Folclor urbano
Salvador Estrada
En esta semana se llevará a cabo en las 16 alcaldías de la Ciudad de México la operación “agarrénse que ai’ les va… la prohibición” a fin de erradicar la venta de chelas, medicinas y celulares robados.
Este operativo va a tener sus pros y sus contras porque los tianguistas no van a estar cruzados de brazos ante la llegada a sus lugares de la policía para “llamarles la atención, prohibirles o sancionar a los vendedores.”
Lo más probable es que “los cheleros” armen una “fiesta” y protesten porque les quitan su fuente de trabajo y los clientes les hagan segunda porque la pasan tan bien en la calle “chupando tranquilos” que si los policías los quitan de ese lugar “atentan contra los derechos humanos”.
En algunos tianguis se han instalado de tal manera que su negocio parece una cantina al aire libre en donde ”la vida es más sabrosa” y la fiesta “se pone buena”.
Pero si de salú se trata está la otra salud que es la de las medicinas las cuales también está prohibida su venta en todos los tianguis porque la mayoría son sustraídas de los centros de salud y muchas ya son medicinas caducas.
Y los celulares robados, la mayoría a los usuarios de las combis, que son amenazados con pistola en mano, estarán bien protegidos, a fin de que los polis no encuentren “el cuerpo del delito”.
La venta de celulares es un gran negocio porque uno de diez mil pesos lo puedes comprar en dos mil en los tianguis o en el Eje Central Lázaro Cárdenas que allá también tienen su historia y a donde también llegará el operativo para erradicar la venta de teléfonos robados.
Después de echar a andar este operativo aún no se da a conocer cuáles serán las sanciones para quienes vendan esos productos y sin castigo los tianguistas podrían seguir “haciendo de las suyas” y gozar de impunidad.
Antes los comerciantes que vendían objetos robados eran castigados y se les conocía como “compradores de chueco”, pero ahora…
Si se quiere bajar el robo de celulares la tecnología tiene la palabra porque una vez que se reporte el delito, Telmex podría desconectar el celular, “sacarlo del aire” y dejarlo inerte para que ya no sirva para nada. Así los rateros ya no pondrían el ojo en esos aparatos inteligentes que en todo el país suman cerca de 88 millones.
Dicen los comerciantes que si les prohíben la venta de esos productos “ de que van a vivir” y piden que las autoridades recapaciten y les den opciones de trabajo porque los están promoviendo a robar o caer en manos de los cárteles.