Los ceses en Hacienda
Ramón Zurita Sahagún lunes 15, Jul 2019De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
La reciente renuncia de un secretario de Hacienda (Carlos Urzúa Macías) sonó como una inquietante alarma, tanto a nivela nacional como internacional, aunque no llegó a desencadenar el pánico que algunos trataron de crear.
Actuando de forma inmediata con el nombramiento del nuevo titular, el presidente López Obrador logró amainar el escenario de temporal que algunos pretendieron formar.
Es cierto que el país vive tiempos distintos, con un panorama que algunos ven como sombrío, otros dudosos y los menos como algo normal, dentro de lo que resulta ser un cambio de régimen y no una simple alternancia.
Sin embargo, hay situaciones que no cambian dentro del contexto de la política mexicana y uno de ellos es el manejo de las finanzas públicas, el que radica en el Presidente de la República, sin importar el nombre del mismo, ni las siglas o ideología de la que proviene.
Fue el mismo Presidente el que se encargó de aclarar que la renuncia de Urzúa Macías se motivó por la diferencia de criterios en los proyectos a realizar y no tanto en la disputa que sostenía con otros miembros del gabinete.
Y es que ha sido una tradición dentro del sistema de gobierno mexicano el que los funcionarios que son relevados no aclaran el porqué del hecho y simplemente lo remitían a situaciones personales o renuncias por motivos de salud.
De ahí que la carta de renuncia de Urzúa Macías impactara tanto por las razones expuestas en la misma y por la brevedad de su período como titular de la Secretaría de Hacienda.
Es cierto que más breve fue el período de Jaime Serra Puche como secretario del mismo ramo en el gobierno de Ernesto Zedillo Ponce de León, con tan solamente 29 días y que lo que fue calificado como el “error de diciembre” que provocó una grave crisis financiera al país, situación que generó controversia entre la responsabilidad del gobierno del Presidente saliente, Carlos Salinas de Gortari o del entrante, Ernesto Zedillo Ponce de León.
Fue costumbre en los gobiernos federales que los secretarios de Hacienda salían de sus encargos envueltos en una grave crisis, donde la devaluación de la moneda era constante y la posición de los secretarios de Hacienda se consideraba insostenible.
Mario Ramón Beteta logró conservar el cargo, asumiendo todos los costos de una devaluación (casi 25 años después de la más reciente), para evitar que la culpa recayera en José López Portillo su antecesor y ya para entonces Presidente electo de México.
El relevo de los secretarios de Hacienda siempre ha sido una constante en los gobiernos mexicanos, donde los casos de Ramón Beteta, Antonio Carrillo Flores, Antonio Ortiz Mena y Pedro Aspe, son la excepción que confirma la regla.
La disputa por la presidencia de dos partidos mantiene entretenidos a sus militantes, el Revolucionario Institucional y el Movimiento de Regeneración Nacional.
El primero de ellos sumó nuevamente a la competencia a Lorena Piñón, que había sido bajada de la contienda y ahora intentará alcanzar a Alejandro Moreno e Ivonne Ortega y en el segundo comienza a aflorar la mención del diputado Mario Delgado para competir contra Yeidcolk Polevsnky, Bertha Luján y Alejandro Rojas.