Carlos Urzúa se volvió neoliberal
Adriana Moreno Cordero viernes 12, Jul 2019La Retaguardia
Adriana Moreno Cordero
- Herrera, ¿ya hace maletas?
- Si AMLO sigue parado, se va a cansar
El tema de la semana que cayó como bomba no solo en el escenario político nacional, sino también en el internacional, fue, sin duda alguna, la renuncia de Carlos Manuel Urzúa a la titularidad de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, por desacuerdos e imposiciones.
De ahí, una serie de memes se generaron por las “benditas redes” y diversas versiones corrieron por los pasillos políticos.
Incluso, el propio presidente Andrés Manuel López Obrador admitió que el ex titular de la SHCP, le había propuesto irse en fin de semana para no afectar a los mercados, luego de su último “agarrón”, sin embargo, el tabasqueño, rehén de su odio visceral, optó porque Urzúa desapareciera inmediatamente del gabinete de la llamada Cuarta Transformación, porque se había vuelto neoliberal.
Se dice que quien ocupa hoy la titularidad de la secretaría de Hacienda, Arturo Herrera, tenía también claras intenciones de irse con Urzúa, pero pudo más la implacable orden del presidente: “tú, te quedas”; de ahí su cara, la tensión y sus sudores, éstos últimos, recordaron a otro ex secretario de Hacienda, Guillermo Ortiz, que cada vez que tenía que presentarse a comparecer a la Cámara de Diputados, buena parte de ese ejercicio se le iba en limpiarse el sudor que le ocasionaban las preguntas de los legisladores, especialmente de la oposición.
El caso es que a Herrera no le quedó más remedio que, como se dice, “apechugar” pero, según se sabe, su permanencia como responsable de las finanzas públicas podría no ser tan prolongada y ya desde ahorita, él y su equipo estén preparando las maletas, ni más ni menos que para diciembre y de esta manera, dejarse de temores y sudores, esto es, poner distancia de la llamada Cuarta Transformación. ¿Será?
Y la razón es por las ominosas señales que se avizoran en la economía nacional.
Ya lo dijo el dirigente del PAN, Marko Cortés: el presidente López Obrador debería reconocer que México está al borde de la recesión, por lo que es imperante enviar señales de confianza a los inversionistas.
Si algo ha sembrado en estos apenas siete meses de administración López Obrador con sus ocurrencias y sus frases como aquella de “yo tengo otros datos”, es incertidumbre, por ello, el dirigente albiazul demandó:
“Mientras continúen las decisiones económicas sin sustento técnico y los caprichos presidenciales de hacer las cosas a costa de lo que sea, las señales para la economía serán malas y la incertidumbre irá aumentando en perjuicio de todos los mexicanos”.
Otro síntoma preocupante que el Ejecutivo no debería soslayar, es que en el mes de junio la confianza empresarial cayó a su nivel más bajo en este año, amén de que el Banco de México, pronosticó para el segundo trimestre de este 2019, una desaceleración mayor a la anticipada y con claros signos de debilidad.
Por si no tuviera el presidente pruebas suficientes de lo que se le puede venir al país, uno de los diarios más reconocidos a nivel mundial, “The Financial Times” le recomendó al tabasqueño que lo mejor que puede hacer en estos tiempos de crisis, es aceptar la realidad económica y no seguir “confiando en sus propios datos”.
En suma, dejarse de aquellas frases de que en términos económicos “vamos requetebién” o de que “el peso está fortachón”.
No obstante, siempre pueden más las ocurrencias presidenciales y como cuando hace meses exigió —por sugerencia de su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller-, que el gobierno de España debería exigir disculpas por los abusos cometidos en los tiempos de la Conquista, ahora salió con que el referido periódico, debe ofrecer disculpas a los mexicanos “por haber aplaudido la corrupción en gobiernos mexicanos anteriores”.
No, bueno, el desatino presidencial es mayúsculo y todavía tuvo la osadía el tabasqueño de anunciar que está a la espera de dichas disculpas; pues ya se podrá sentar, porque si está parado, se va a cansar.
Municiones
*** La llamada Cuarta Transformación se ha caracterizado por enarbolar la austeridad republicana, lo que sin duda contrasta con que continúa la práctica del turismo legislativo y al nepotismo.
¿Y por qué no?, se preguntarán muchos morenistas que también tienen su “corazoncito”.
En todo caso, habría que preguntarle al senador por Michoacán, Cristóbal Arias, quien, -según se sabe-, anda de viaje por Inglaterra y seguramente, para nada piensa en frivolidades; ni él, ni su esposa, la ex diputada local María Ortega Ramírez, quien consiguió chamba en Pronósticos Deportivos como directora de las marcas “Tris” y “Chispazo”, gracias a la cercanía del senador Arias con el director de la Lotenal. Eso sí, tampoco hay nepotismo al tener trabajando en el Senado de la República al hijo de su esposa. Y así las cosas.
*** ¿Y qué podían hacer los fieles legisladores de Morena, seguidores incondicionales de López Obrador como el senador Martí Batres?, pues nada, más que defenderlo. Así, el presidente de la Mesa Directiva de la Cámara Alta, afirmó que “hay una serie de indicadores que muestran una estabilidad económica bastante apreciable en México.
No cabe duda que el senador Batres ya se contagió del síndrome “yo tengo otros datos”. Para rematar, el morenista agregó: “ahora el peso está fuerte, (hay que decir “fortachón), la inflación está controlada, incluso es ligeramente más baja que la del año pasado. Ha habido crecimiento de la inversión extranjera; ha crecido la inversión bruta fija; también ha aumentado el Índice de Confianza del Consumidor; tenemos un crecimiento de las ventas minoristas”. ¡Qué tal!
*** Sin duda, Carlos Manuel Urzúa tomó la mejor decisión al dejar la Secretaría de Hacienda para dedicarse a la academia. Muy bien recibido fue en el Tec de Monterrey, donde es muy conocido como profesor y hasta se dio tiempo para tomarse una fotografía ni más ni menos que con quien fuera secretario de Gobernación en los tiempos del calderonismo, Alejandro Poiré. “Bienvenido a casa, querido profesor”, le puso por twitt Poiré.
*** Se dice en los corrillos de Morena, partido por demás dividido, que si la flamante dirigente Yeidckol Polevnsky quiere reelegirse, lo más probable es que no lo consiga, pues sus declaraciones en torno a la flagrante violación a la voluntad ciudadana que se dio en Baja California, donde el gobernador electo, Jaime Bonilla, quiere ser gobernador por cinco años y no dos, como lo marca la ley, de plano, no le ayudarán en nada.
La empresaria dice que la ampliación del período en la gubernatura fue por “voluntad ciudadana”. Qué, ¿consulta “patito” a mano alzada?