Trump y los niños migrantes
¬ Augusto Corro lunes 8, Jul 2019Punto por punto
Augusto Corro
La extremadamente difícil la situación de los niños migrantes no acompañados en Estados Unidos.
Es de total incertidumbre el futuro de los menores sin papeles que se encuentran en el vecino país. El presidente Donald Trump llevó a su campaña política el problema migratorio y sus maneras racistas para enfrentarlo.
Ordenó las redadas masivas de indocumentados y la evaluación de sitios para la instalación de campamentos permanentes para niños migrantes, en Atlanta, Phoenix, Dallas, Houston y San Antonio, Texas. Los actuales centros de detención para menores recibieron las críticas de legisladores pues más bien parecen cárceles que albergues, con los abusos y maltrato a los residentes.
¿Y los organismos internacionales defensores de los derechos humanos? ¿Existen? Seguramente. Sólo que su actuación en Estados Unidos no se nota. Los discursos de Amnistía Internacional tienen sin cuidado a Trump.
El problema real de la migración lo representan los menores de edad debido a lo incierto de su destino.
¿Cuánto tiempo estarán detenidos en esos campos de concentración? ¿Deportarlos a su país de origen a pesar de la miseria y violencia que los amenazan?
El maltrato a los niños indocumentados es una historia que apenas empieza. En la crisis humanitaria derivada de la explosión migratoria los gobiernos tendrán la oportunidad de mostrar sus aspectos positivos o negativos. Algo que a Trump lo tiene sin cuidado.
Urgen mas jueces
La secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, hizo declaraciones oportunas y muy necesarias sobre la justicia en México. Considero que las palabras de la funcionaria deben ser escuchadas y atendidas porque se frenaría, en parte, el difícil problema de la impunidad.
Durante una reunión con los presidentes de los tribunales superiores de justicia, la titular de Gobernación puntualizó lo siguiente: “En México hay apenas 4.19 jueces por cada cien mil habitantes, mientras que el promedio mundial es de 16.23 juzgadores.
“Tener una cifra tan reducida de jueces provoca que 43 por ciento de los detenidos por homicidio no hay recibido veredicto, con lo que se incrementa el índice de ausencia de justicia.
“El riesgo que corre (aquí) un delincuente de alta peligrosidad de tener una sentencia condenatoria es de 0.2 por ciento. Total Impunidad. “Si hay delitos sin castigo, hay corrupción; si hay impunidad, se cometen homicidios; hay secuestros. Si hay impunidad, hay robo a casa habitación y de vehículos; si no hay sentencias firmes, hay feminicidios ¿por qué?, porque es la impunidad”.
“Solo 2 de cada 100 ilícitos se denuncia. Llegan a tribunales 0.4 por ciento de los casos y sólo la mitad reciben sanción”.
Dijo la funcionaria que “la imagen del país es de absoluta impunidad”.
En el sistema judicial tendrán que ponerse las pilas, porque los delincuentes saben que hay escasez de jueces, pero también de agentes del Ministerio Público y policías comprometidos con la justicia.
Si a la falta de juzgadores, los pocos que hay reciben expedientes mal integrados, por ineptitud o intereses inconfesables de los representantes de la ley, se da por hecho la libertad del delincuente.
Y, claro, los criminales saben de las fallas de la justicia y cometen sus delitos con la idea de que no serán castigados. Por esto mismo, es incontrolable el número de feminicidios en nuestro país.
De acuerdo con las estadísticas, en el primer cuatrimestre de 2019 se registraron 1,199 casos de feminicidios, más los homicidios que no se denuncian o no son tipificados. Cada dos horas y media una mujer es asesinada en México.
Despistolización
En una temporada, las autoridades realizaron campañas de despistolización en la Ciudad de México. Si usted entregaba su arma recibía algo a cambio. Con ese canje, las autoridades lograron juntar miles de pistolas, rifles, cartuchos, etc.
Actualmente la capital enfrenta una crisis de violencia que incluye asaltos, secuestros y asesinatos.
Es tal el número de asesinatos, que se tiene la impresión de que todo mundo lleva pistola, o por lo menos algún cuchillo.
Debe entenderse que las armas de fuego no cuentan con la licencia debida para portarlas. Su uso se refleja en los elevados índices de criminalidad.
Tocamos el tema porque la madrugada del sábado, una niña, de ocho años, resultó lesionada por una bala perdida que penetró el techo de la vivienda donde dormía.
¿Y dónde cree usted que ocurrió ese hecho? Pues sí, le atinó: en Iztapalapa.
La bala alcanzó a la pequeña en un ojo y es posible que lo pierda. El caso es uno de los muchos que suceden en la mencionada alcaldía, donde hay balaceras por todos los motivos que usted se imagina. ¿No sería posible que ahora que la Guardia Nacional vigila en Iztapalapa se realice una despistolización? La población aplaudiría esa acción.