La Guardia Nacional y el panorama delictivo
¬ Augusto Corro lunes 1, Jul 2019Punto por punto
Augusto Corro
Con más de setenta mil elementos la Guardia Nacional (GN) empezó el combate a la inseguridad en México.
Estarán en todo el país, principalmente en los estados de Guanajuato, Michoacán. Estado de México, Jalisco, Guerrero, Ciudad de México y Veracruz.
En dichas entidades se registraron elevados índices delincuenciales. En los primeros seis meses del actual gobierno suman 17 mil 792 víctimas de homicidio y feminicidio, equivalentes a un promedio de 96 asesinatos por día.
Como se sabe, la espiral de violencia en México viene de sexenios anteriores en los que las autoridades enfrentaron a la delincuencia organizada sin ninguna estrategia para eliminarla o erradicarlo.
Los resultados negativos, pues los grupos criminales se fortalecieron y se multiplicaron en todo el país. Incrementaron el índice de asesinatos y diversificaron sus actividades con mayor participación en robos, extorsión y secuestros.
De acuerdo con los datos, la GN contará con 82 mil elementos adiestrados y capacitados este año; 51 mil de estos elementos provendrán del Ejército; 12 mil de la Marina y 17 mil 995 de la Policía Federal, en vías de desaparición.
Como señalamos al principio, los batallones de la GN estarán en el centro de la espiral de violencia, con la responsabilidad de hacer las veces de policía y guardián regresar la seguridad y la paz a la sociedad mexicana.
Será una tarea difícil, compleja, la de volver la seguridad a los mexicanos, tras varios años de ineptitud e indolencia por parte de las autoridades en el combate a la delincuencia. Hay regiones donde no hay policías. Lugares donde gobiernan las autoridades oficiales y las bandas de hampones.
Ayer domingo, el presidente Andrés Manuel López Obrador tomó la protesta y abanderó a los primeros batallones de la GN en el Campo Marte.
Los niños migrantes
¿Regresamos a los tiempos de Hitler? ¿Cuántas personas se plantearán esta pregunta al conocer la situación de miles de niños migrantes detenidos en Estados Unidos?
Se trata de una acción criminal reprobable desde todos los puntos de vista; sin embargo, parece que no existe el eco suficiente para condenarla.
Aunque en días pasados, fue impactante la fotografía de un padre salvadoreño y su pequeña hija, indocumentados, ahogados en la ribera del Río Bravo al intentar cruzar a Estados Unidos.
El hecho fue utilizado por el presidente Donald Trump para llevar agua a su molino, pues declaró que con el muro fronterizo no hubieran ocurrido esas muertes.
Esa tragedia que movió a la reflexión fue una más de la cadena de sufrimientos, humillaciones, vejaciones y discriminaciones que padecen los indocumentados que buscan llegar a EU o ya se encuentran en ese país.
En los últimos meses creció el número de centroamericanos y de gente de otros países lejanos que tienen como meta llegar a EU. A diferencia de otros años, ya no son únicamente los hombres solos quienes se embarcan en esa aventura, sino que viajan con toda la familia. En esas condiciones se multiplica el problema, porque exponen a los niños a toda clase de carencias y maltratos.
Por ejemplo, los pequeños, separados de sus padres, son enviados a instalaciones que carecen de los suficientes servicios elementales.
Los menores no cuentan con los servicios médicos oportunos; ni tienen las atenciones de higiene y alimentación adecuadas. No falta quien califique a esas instalaciones como “como campos de concentración hitlerianos”.
El maltrato a los niños y las muertes de indocumentados podría satisfacer la mentalidad enferma de Trump, pues su campaña de terror en la zona fronteriza llevaría a los indocumentados desistirse de ingresar a EU a través de desiertos o de cruzar a nado el Río Bravo.
Mientras el presidente de EU intenta continuar en el poder cuatro años más y lo que menos le importa es respetar los derechos humanos. Esa actitud lo coloca cerca de Hitler y su Alemania nazi.
Trump no necesita cámara de gases para la exterminación de sus enemigos; pues deja que sea el hambre y el dolor los que golpeen a los necesitados que intentan mejorar su forma de vida; o cambiar sus lugares de origen peligros, por unos sitios seguros.
El problema migratorio siempre estuvo presente en el mundo y quienes resultaron más afectados fueron los niños.
Es necesario que nuevas políticas internacionales protejan a los menores indocumentados a cualquier parte donde lleguen. No olvidar que son los primeros perjudicados en los conflictos que ellos nunca propiciaron, ni desearon.