Mexicanos discriminadores e intolerantes
¬ Sócrates A. Campos Lemus sábado 22, Jun 2019¡Que conste,.. son reflexiones!
Sócrates A. Campos Lemus
Casi todos conocemos aquella historia de que unas ranitas estaban cruzando las vías del ferrocarril para llegar a su destino, en eso una ranita que venía atrás quiso ganarle al tren y se arriesgó, pero el tren le corto sus nalguitas y ella, desesperada, en vez de continuar, decidió regresar para recoger las nalguitas y no vio que venía el tren y le cortó la cabeza, de ahí que la lección es: NO PIERDAS LA CABEZA POR UNAS NALGUITAS, y esta historia la deberían tener muchos políticos, financieros, hombres de negocios y malandrines en un lugar donde la vieran y reflexionaran cada vez que tratan de tener sus amoríos y pierden la cabeza; de esas historias hay muchas en la realidad política del país, incluyendo las voladas de algunos presidentes que viejos y feos, se arriesgaron a perder la cabeza por unas nalguitas… así que a reflexionar, no pierdan la cabeza…
Es curioso que el pueblo de México de pronto, ante los reclamos y el peligro de que nos impusieran muchos aranceles en el comercio internacional por parte de los Estados Unidos si no impedíamos la migración de miles de centroamericanos, de pronto, olvidando las primeras declaraciones de los políticos, empezando por el Presidente y la secretaria de Gobernación de que México abría sus bazos a la migración y que podíamos dar empleo y refugio a cuando menos un millón de ellos, pues las cosas cambian de manera radical y, ahora, no solamente dan la espalda a sus primeras declaraciones sino que también, en el pueblo sabio, se nota que millones de mexicanos que en principio decían que estaba bien que abriéramos las puertas, ahora, se manifiestan en muchos casos como abiertamente contrarios y discriminadores contra los extranjeros migrantes.
La realidad es que en general los mexicanos somos racistas y discriminadores, no sé si lo hacemos conscientemente pero es la realidad. Lo vimos cuando Yalitza, esa valiente maestra oaxaqueña triunfaba e impactaba con sus sencillez y maneras en los espacios del cine en el mundo y de cómo no faltaban las señoras y señores que decían que era “una prieta e india” que ni siquiera podía portar el prestigio de México ante el mundo y, muchas señoras emperifolladas o de las clase medieras lectoras de HOLA y de su canal, se indignaban cuando la veían aparecer portando los vestidos de prestigiosas marcas, incluso no faltaron las “artistas” frustradas y mediocres que se lanzaron en su contra alegando que, ella, no era una actriz sino una que de chiripada dio con el buen papel.
Tenemos que reconocer que en muchas familias se quejan de cuando alguno de sus miembros anda con alguna morenaza de fuego y dicen que no es posible que ese muchacho de familia tan decente, ande exhibiéndose con esa negra que parece prosti y cosas por el estilo. Alguna ocasión, escuchaba yo a una señora que presentaba a su nietecita que era bastante feíta pero era blanca y rubia que decía: pues es media feíta pero la salva lo güerito, y esto nos indica de cómo no hemos superado esos traumas que vienen desde la Conquista o quizá desde otros tiempos.
En los programas de televisión los estrellas son los blanquitos y rubios aunque sean unos papanatas y poco vemos en los comerciales niños o niñas morenitos o que representen a las tribus originarias del país, no que va, eso no es posible porque, seguramente, no tienen cabida en la imaginación y en los traumas de los productores. La verdad es que somos intolerantes, discriminadores, no somos capaces de entender que el mundo cambia y que hay que dar paso a lo nuevo, no en lo externo, sino en el enorme valor que tienen las personas en el corazón y en su espíritu y lo que al final de cuentas no se pierde con la edad, como se pierde la belleza, es la inteligencia, el honor, el valor y la modestia de las gentes. A lo mejor esto no lo entendemos hasta que al paso de los muchos años vamos viendo que es más importantes lo de dentro que lo de fuera.
Yo sé que hasta en la política existe esa discriminación contra los pobres, recuerdo que en alguna ocasión, estando al lado de un político que era líder de los grupos de pequeños propietarios, se quejaba amargamente de que “esos campesinos apestan, no se bañan y andan todos mugrosos”, molesto ante sus dichos le contesté, pues esos mugrosos vienen así porque andan trabajando, no como usted que solamente se pasea y anda de padrote, ellos, apestan porque no les llega el agua a sus casas mientras que ustedes la tiran en sus ranchos y albercas, total, a final de cuentas, terminamos mentándonos la madre, pero así se ven las cosas en este país.
Qué bueno que ahora podemos entender que primero deben ser los pobres, se lo merecen, ellos han dado su esfuerzo y talento para continuar en la producción, como albañiles construyendo hermosos edificios en donde ni siquiera los dejarían entrar después de terminados de construir, ellos en el campo labran y recogen los productos que comemos y mientras ellos tienen hambre y pocos sueldos, en fin, esos hombres y mujeres e incluso niños, que todo el día laboran para medio sobrevivir merecen, por lo menos, que entendamos lo que les debemos de agradecer, no es el caso como me decía una señora clasemediera: “bueno ellos son pobres porque así nacieron y yo no soy responsable de que ellos nazcan en la pobreza”, claro que no es la responsable, pero podía poner algo de su parte para evitar que se mantengan en esa pobreza y para ello hay que entender lo que sucede en la sociedad y buscar dentro de nuestros sentimientos y corazón los mecanismos de humildad y confianza para entender que todos debemos apoyar esa lucha contra la pobreza, porque de seguir así, el país ,se hundirá en la violencia y la desesperación y dentro de ese enorme ejército de millones de pobres, seguramente, hay gerentes de gran talento que se pierden por falta de oportunidades, Tendríamos que reflexionar más para evitar la discriminación y la intolerancia…