Pobreza extrema, “escándalo moral”
Luis Muñoz viernes 21, Jun 2019Segunda vuelta
Luis Muñoz
Pese a los esfuerzos de los gobiernos, en todo el mundo más de 800 millones de personas aún viven con menos de 1.25 dólares al día y muchos carecen de acceso a alimentos, agua potable y saneamiento adecuados.
México, de acuerdo con organismos internacionales, se encuentra entre los 18 países con mayores índices en desigualdad y pobreza extrema.
Datos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) señala que en un mundo caracterizado por un nivel sin precedentes de desarrollo económico, medios tecnológicos y recursos financieros, “es un escándalo moral que millones de personas vivan en la extrema pobreza”.
Advierte que la pobreza no es solo una cuestión económica. Por ese motivo debemos dejar de observarla exclusivamente como una falta de ingresos. Se trata de un fenómeno multidimensional que comprende, además, la falta de las capacidades básicas para vivir con dignidad.
La pobreza es, en sí misma, un problema de derechos humanos urgente y es, a la vez, causa y consecuencia de violaciones de los derechos humanos, pues se caracteriza por vulneraciones múltiples e interconexas de los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, y las personas que viven en ella se ven expuestas regularmente a la denegación de su dignidad e igualdad. En consecuencia, precisa, reducir la pobreza y erradicarla es una obligación de todas las sociedades.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) plantea, en el caso de México, que con base en las condiciones actuales, sería hasta 2035 cuando nuestro país alcance las metas de reducción de pobreza, siempre y cuando mantenga un desempeño similar al histórico en materia de crecimiento y reducción de la desigualdad. Sostiene que la pobreza y la pobreza extrema afectan de distintas formas a la población según el área en que reside y sus características sociodemográficas.
Por ejemplo, la tasa de pobreza es 20% mayor para la población que reside en las áreas rurales, en comparación a la que reside en zonas urbanas.
Tanto la pobreza como la pobreza extrema tienen una mayor incidencia entre las mujeres que entre los hombres, en el rango de 20 a 59 años, explica.
En 2016 se tenían registradas 53.4 millones de personas en situación de pobreza, según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), y en este 2019 la situación no presenta cambios sustantivos. Pero la situación es aún más grave en ciertos grupos poblacionales (77.6% de las personas hablantes de lengua indígena se encuentran en condición de pobreza) o regiones (en Chiapas, tres cuartas partes de la población padece este fenómeno).
Es un problema reconocido, medido y para el cual el Estado mexicano ha dedicado cada vez más recursos (el gasto social ha crecido sostenidamente en las últimas décadas) y más programas sociales (Cortés, 2014). Aún más, México ha sido pionero en iniciativas de desarrollo social que se han vuelto referentes mundiales.
Alianza por la vivienda
El Vocal Ejecutivo del Fondo de la Vivienda del ISSSTE (FOVISSSTE), Agustín Gustavo Rodríguez López, se reunió con secretarios y directores de Desarrollo Urbano y Vivienda de los estados del país, a quienes convocó a formar una “alianza integral” para mejorar la calidad de vida de los mexicanos construyendo espacios habitacionales y públicos dignos, en predios intraurbanos.
Con la alianza también, dijo, se pretende iniciar con una importante derrama económica en todo el país y generación de empleos, mediante la construcción de los desarrollos habitacionales mixtos, en concordancia con los planes nacionales de Desarrollo y de Vivienda que instruyó el presidente Andrés Manuel López Obrador.
En la reunión realizada en las oficinas centrales del Fondo en la ciudad de México, Rodríguez López explicó a los funcionarios estatales la labor que realiza este organismo en beneficio de los derechohabientes e indicó que se requiere cambiar la concepción de la vivienda de interés social.
Destacó que partiendo de la premisa de que la “ciudad es de todos” el FOVISSSTE realiza acciones precisas para mejorar los centros de población en beneficio de sus acreditados y de las personas en general.
Enfatizó que como parte de una estrategia de equidad social, se debe trabajar para establecer los lineamientos de desarrollo urbano para que en todo el país haya mejores ubicaciones de las viviendas y mayores espacios.
Exhortó a los funcionarios estatales a participar en la “alianza integral por la vivienda” para unificar criterios y abatir el rezago de vivienda impulsando la construcción de desarrollos habitacionales eficientes, accesibles y con identidad, para fortalecer el tejido social, integrando a las comunidades en lugares que tengan acceso a todas las oportunidades y beneficios que brinda la ciudad.
Para lograr ese objetivo en favor de los derechohabientes, insistió, es necesaria la participación de los tres niveles de gobierno, bancos, desarrolladores de vivienda y empresarios, entre otros.