Periodistas
¬ Augusto Corro jueves 20, Jun 2019Punto por punto
Augusto Corro
En Veracruz y en otras entidades del país los periodistas se encuentran a merced de la delincuencia.
Las autoridades no cumplen con la obligación de proteger a los representantes de los medios. Esto les permite a los delincuentes actuar contra los representantes de los medios, sin temor a ser castigados.
Un ejemplo: el comunicador Marcos Miranda anunció que se va de Veracruz, ante la inseguridad que se padece en Veracruz.
El periodista fue secuestrado por varios sujetos que lo acusaron de “chismoso “. Después le dijeron que se trató de una equivocación. Posteriormente la policía logró rescatarlo.
Decenas de periodistas mexicanos viven un viacrucis al que no se le ve fin. Son amenazados, secuestrados y asesinados.
Marcos Miranda corrió con suerte y logró salir con vida de ese ataque. En los últimos años, muchos no pudieron hacerlo y fueron sacrificados. Abordamos el tema del mencionado periodista porque desde el día posterior a su plagio, ocurrido la semana pasada, él y su familia son objeto de amenazas.
Dijo el periodista que aceptó la ayuda del organismo defensor de los periodistas para abandonar el estado. Además señaló que aceptó la propuesta con gusto, ante la inseguridad que se vive en Veracruz.
Agregó que por razones de protección no escribirá durante un tiempo. Por cierto, el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, no tuvo la atención de hablar con Marcos Miranda.
Esta actitud no es nueva; al mandatario le interesa más estar presente en actos públicos que atender problemas de los veracruzanos. Mueve a reflexión lo ocurrido a Marcos Miranda, pues en esa misma condición se encuentran los comunicadores en zonas donde impera la delincuencia.
Hay territorios en los que de plano son los narcotraficantes quienes por medio de la violencia callaron a los comunicadores.
Más de 140 periodistas fueron asesinados en los últimos diez años. En el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador van 6 ultimados. Los criminales nunca son llevados ante la justicia.
México es uno de los países más peligrosos para la libertad de expresión. Los comunicadores son víctimas de la violencia propiciada por los caciques de los pueblos y por las bandas criminales. Todos amparados en la impunidad total.
Sin descalificaciones
El presidente Donald Trump inició su campaña para continuar en el poder cuatro años más. En un acto efectuado en Orlando, Florida, el tema de México-Estados Unidos, en materia de migración, fue tratado superficialmente.
Tampoco en esta ocasión se metió con los mexicanos a quienes durante su primera campaña acusó de criminales y hasta de violadores. Criticó a los demócratas que se niegan a autorizarle el dinero para el muro fronterizo.
Dicha barda, dijo Trump, ayudaría a reducir los flujos migratorios que llegan de México y de Centroamérica. También señaló que las leyes migratorias estadounidenses son una vergüenza y que los demócratas podrían unirse a los republicanos para reformarlas y mejorarlas. En términos generales, el discurso de Trump fue muy superficial en el asunto candente del control de indocumentados que pasan por México con destino a la frontera sur de Estados Unidos.
El magnate nos permitió un ligerísimo respiro en la amenaza que pende sobre México y que consiste en frenar la migración en un plazo de 45 días, porque de lo contrario se impondrían aranceles que van del 5% hasta el 25% si no se entregan buenas cuentas.
Nuestro país a marchas forzadas se empeña en cumplir el compromiso de parar la excesiva corriente migratoria. Ya el propio presidente norteamericano reconoció que México lo está haciendo “mejor de lo esperado” para detener el flujo de migrantes sin documentos que van a EU.
El gobierno mexicano decidió actuar con prudencia y rechazó caer en una guerra comercial con el vecino país porque no tenemos las condiciones ni los medios para ganar. Esta vez Trump decidió no agredir a México en su discurso con el que abrió su campaña en busca de la reelección; pero eso no quiere decir que no habrá más amenazas y descalificaciones contra los mexicanos. El mandatario estadounidense combina muy bien su volubilidad y la política. Ya sabemos que la lucha entre México y Estados Unidos apenas empieza.
Más vale tarde que nunca
En DIARIOIMAGEN se informó ayer que se reforzará la seguridad en el transporte público de la Ciudad de México: alrededor de 5 mil policías bancarios, industriales y auxiliares se asignarán al Metro; 750 al Metrobús y 150 al tren ligero. También 700 policías se incorporarán a la vigilancia del transporte concesionado.
Se trata de una buena noticia para los capitalinos que vivimos una crisis de violencia. La respuesta del gobierno a la delincuencia fue lenta. Sin embargo, más vale tarde que nunca. Se supone que los cinco millones de personas que utilizan el Metro ya no tendrán que viajar con sobresaltos. Será en las líneas del transporte público donde tendrá que realizar su mejor esfuerzo la policía. En los camiones de pasajeros los delincuentes actúan sin consideraciones contra sus víctimas. Se trata de sujetos peligros que se burlan de la ley.
Habrá, pues, policía que tendrá de rendir resultados positivos desde el momento en que empiece a cumplir con su responsabilidad de hacer de la capital un lugar seguro.