La tentación autoritaria de la reforma electoral • I
Guillermina Gómora Ordóñez martes 18, Jun 2019Caleidoscopio
Guillermina Gómora Ordóñez
Lo prometido es deuda, Morena anunció el año pasado que impulsaría una reforma para “reflexionar sobre el papel y atribuciones del Instituto Nacional Electoral (INE)”, y ahora lo tiene contra las cuerdas al más puro estilo del partido hegemónico.
Bajo la bandera de la austeridad y de consolidar un sistema democrático eficiente, Morena y sus legisladores (mayoría en el Congreso) buscan el control de todas las elecciones en el país, desde la presidencial hasta las municipales; disminuir el número de consejeros del INE de once a siete, y eliminar los Organismos Electorales de los Estados (OPLES)
En septiembre de 2018, Horacio Duarte, representante de Morena ante el INE, alertó del escenario que vendría, luego de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación revocara por unanimidad la multa de 197 millones de pesos que impuso el INE al partido de Andrés Manuel López Obrador por el mal uso de un fideicomiso que creó para ayudar a los damnificados del sismo del 19 de septiembre en 2017.
“Vamos a revisar si hay condiciones para una nueva reforma electoral, yo creo que esta resolución obliga a los consejeros del INE a reflexionar sobre su papel y su trabajo, de cómo hacen sus investigaciones”, dijo Duarte.
Cantó el tiro, y sólo esperaron los tiempos, el actual subsecretario de Empleo, responsable del programa “Jóvenes Construyendo el Futuro”, lidera la embestida a través de su suplente en San Lázaro, el diputado Sergio Gutiérrez Luna, quien protege la propuesta legal presentada ante el pleno el pasado 6 de marzo y preside los foros sobre el tema.
Gutiérrez dice que se han analizado aproximadamente 120 iniciativas y que el objetivo de la reforma electoral es “que no se continúe dilapidando tanto dinero en las elecciones ni en los órganos electorales”. ¿Será? Para el ejercicio de 2019, Morena recibió del INE mil 628 millones 333 mil 415 pesos en prerrogativas y no se quejó.
Lo cierto es que, el partido en el poder busca pasar facturas y cobrar viejos agravios a las autoridades electorales, a las que por años acusaron de fraude y falta de certezas. ¡Al diablo las instituciones!, producto de la lucha de la izquierda y la derecha mexicana que derrotó un modelo centralista y abrió el sistema político mexicano a los ciudadanos.
Una batalla que llevó a la creación del IFE (1990) y a la instrumentación de diversas reformas para perfeccionar la operación de un organismo autónomo, vigilado por los ciudadanos y garantes de la alternancia pacífica del poder, como en el triunfo de #AMLO en 2018.
Volver al México en el que el gobierno tenga en su mano el control de las elecciones, a través de personeros impuestos por él en un nuevo órgano y garantizar su permanencia, es una apuesta muy riesgosa para la democracia, la seguridad nacional y la paz social.
Vale recordar que el pasado proceso electoral, donde ganó la izquierda mexicana, fue el más sangriento de su historia moderna, con 152 personas asesinadas de acuerdo con un informe elaborado por la consultora Etellekt. No es un dato menor, la disputa por el poder involucra intereses y grupos de todo tipo.
Lorenzo Córdova, presidente consejero del INE, ha fijado una postura muy clara: “si algo nos enseña la historia, es que a la democracia hay que cuidarla permanentemente, o si no, cuando menos nos demos cuenta, eventualmente sin quererlo o sin percatarnos, la habremos perdido”.
Algo muy parecido advirtió el pensador socialista Karl Marx: “La historia se repite, primero como tragedia y segundo, como farsa” ¿Ante qué estamos en México en materia electoral?
Intentaremos explicarlo en la siguiente entrega, luego de que concluyan los foros y se conozcan los alcances de la iniciativa que impulsará Morena en el periodo ordinario de sesiones que arranca en septiembre próximo.
VERICUENTOS
Toma y daca en el Senado
La agenda del segundo periodo extraordinario viene cargada, Ricardo Monreal, líder de Morena en el Senado, teje fino y a todo lo que da para sacar adelante la ratificación del Tratado México, Estados Unidos, Canadá (T-MEC), en medio de la crisis migratoria que se registra con nuestros vecinos del norte y del sur. Además de las iniciativas de cuidados paliativos, extinción de dominio, la revocación de mandato y consulta popular, estas últimas las más complicadas por ser reformas constitucionales que requieren mayoría calificada y no les alcanzan los votos. Periodo no apto para principiantes. ¡Órale!
La recanija duda
La senadora Beatriz Paredes, no quiere más “sorpresitas” en los acuerdos de México y Estados Unidos y propuso la creación de una comisión plural que acompañe a las futuras pláticas. En la Junta de Coordinación Política los coordinadores parlamentarios integrarán el grupo de acompañamiento al canciller y al Ejecutivo, en el diferendo que aún persiste en Estados Unidos. Algo sabe la ex embajadora de México en Brasil. ¡Vientos!