Como la hiena, ¿de qué nos reímos ahora los mexicanos?
Roberto Vizcaíno lunes 10, Jun 2019Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
Con especial afecto para mi amigo
Adrián Ojeda Román, quien ayer cumplió su ciclo.
El cruel chistorete sobre le risa de la hiena surge de la pregunta de por qué se ríe este animal si sólo come carroña y se aparea únicamente una vez al año.
Así estamos hoy los mexicanos en medio de un festejo por la unidad y la dignidad cuando debiéramos vivir la furia y el reclamo respecto de los resultados de la negociación del fin de la semana en Washington.
El acuerdo para posponer durante 90 días la aplicación de aranceles progresivos a las exportaciones de México a Estados Unidos depende –como lo adelantamos en este mismo espacio el viernes anterior–, de que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador:
1 Militarice y selle la frontera sur, y establezca un programa de retenes con miles de elementos de la Guardia Nacional a lo largo del territorio mexicano, para capturar y deportar ipso-facto a todo centroamericano o de otra nacionalidad antes de alcanzar la frontera con EU.
2 De que México modifique su política de asilo para, por un lado, convertirnos en ventanilla de trámite de la migra de EU;
3 Y por el otro, para recibir y retener aquí –con vivienda, empleo, servicios de salud, educación, etc–, a quienes sean deportados por EU y deban esperar un largo trámite para obtener su asilo. Eso significa en términos llanos convertir a México lo que se conoce como el tercer-país-seguro. Y para inaugurar esta condición, en estos días EU nos enviará a los primeros 8 mil centroamericanos que ya hicieron su trámite de asilo pero que deberán esperar a ver qué les resuelve la migra.
4 Esto y más estará bajo la supervisión de EU durante los siguientes 90 días al fin de los cuales el señor presidente Donald Trump podría mandar de nuevo todo al diablo e imponer sus aranceles.
5 ¡Ah!, ¿por qué no?, nadie lo sabe a ciencia cierta porque los negociadores mexicanos no lo han explicado, pero el fabuloso acuerdo firmado por Marcelo Ebrard en Washington incluye importar más productos agrícolas de EU a México. ¿Cuáles, en qué cantidad? Ni idea.
El origen
¿Y por qué ocurre todo esto?
La ola de migrantes no es nueva. A finales del sexenio de Enrique Peña Nieto se agudizó y entró incluso en una fase violenta. Así la recibió Andrés Manuel López Obrador, quien para marcar distancia de su antecesor declaró puertas abiertas a los migrantes con paso libre y asistido hasta la frontera norte.
Trump, quien hizo del tema migrante hace 2 años su eje principal en su ascenso a la Casa Blanca, mandó varios avisos de su molestia. AMLO los ignoró. Y entonces Trump amenazó con imponer aranceles escalonados a productos mexicanos.
Cierto, el tema de los migrantes centroamericanos no es culpa de AMLO, lo que sí es su responsabilidad es haberlo incrementado exponencialmente con sus políticas de puertas abiertas y paso asistido por territorio mexicano.
El nivel de incremento se ve en que solo en mayo la migra de EU capturó y deportó a 144 mil migrantes cuando los meses anteriores apenas llegaban a los 40 mil.
El acuerdo: ¿bueno? ¿malo?
Los alcances de este acuerdo que fue asumido la tarde del sábado en el centro de Tijuana por Andrés Manuel López Obrador como una gran victoria de su administración fueron descritos por sus propios cercanos:
Así Porfirio Muñoz Ledo, presidente de la Cámara de Diputados en un solo párrafo dejó en claro su reflexión sobre el aplaudido acuerdo:
“Lo que es en mi criterio inmoral e inaceptable es el doble rasero entre la frontera norte y la del sur. Por una parte, exigimos que nos abran las puertas; y por el otro lado sellamos el paso de los centroamericanos para hacerle un oscuro favor a los Estados Unidos”.
AMLO lo aplaudió.
Ahí mismo, ante López Obrador, gobernadores, senadores, diputados, alcaldes, líderes empresariales, ministros de la Suprema Corte y hasta curas y miles de ciudadanos, en cadena nacional, el canciller Marcelo Ebrard describió lo que días-horas antes AMLO y su gobierno se habían negado a aceptar:
Que la imposición de aranceles por Trump “habría provocado una importante caída en el número de empleos; quizá: estimamos, sin ánimo de exagerar, que más de 900 mil personas se podrían haber quedado sin trabajo, porque en el momento que se aplica una tarifa y un producto, el más caro y que es más difícil exportarlo y comunicarse con Estados Unidos, en ese momento viene una caída de la economía nacional, que quiere decir, ¿qué?, pérdida de empleos, aumento de precios y, lo más grave, que pudieran las tarifas por imponerse prácticamente ya ser inviable el que tengamos un Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos, porque no se pueden tener las dos cosas.
“No sólo es el impacto del 5, del 10 por ciento, sino es cambiar un sistema donde tienes un tratado de libre comercio por otros sistemas en donde haya una fijación unilateral de tarifas por parte de los Estados Unidos y luego su regreso por México y así sucesivamente; lo que llamamos una guerra comercial.
“Y el presidente (López Obrador) estaba muy preocupado por los empleos que se iban a perder y porque se podía perder la posibilidad también de ratificar en este año el Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos y Canadá. Así la gravedad de las cosas. Y por eso ordenó que nos fuésemos ese mismo día a Washington para hacer esta negociación.
“Al final del día no podemos decir que ganamos todos los puntos que México planteó, porque eso no sería honesto decirlo; sí logramos cosas, sí logramos lo más importante: que el lunes no va a haber tarifas, no vamos a tener ni pérdida de empleos ni vamos a perder la posibilidad de ratificar el Tratado de Libre Comercio ni vamos a tener una situación en las que las familias tengan que padecer aumento de precios, dificultades económicas, y ese panorama se alejó…
“Pero no quiere decir con ello que no debamos de estar vigilando y que no debamos estar muy aplicados en la relación México-Estados Unidos; no quiere decir que ya nos olvidemos. Vamos a tener que trabajar muy fuerte los próximos meses para defender a México, y procurar y evitar cualquier decisión que nos pueda afectar”.
Tiene toda la razón el canciller. Lo que logró es apenas un plazo de 3 meses para que Trump, quien ya anda en campaña para su reelección, decida si nos aplica o no los aranceles.
Los mexicanos como la hiena, pues.
Monreal no acepta lo de “tercer país”
Definida la relación con EU, Ricardo Monreal, presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado llama a ser muy cuidadosos de no convertir a México en lo que se conoce como un tercer país seguro.
Indicó que desde su posición en el Senado, va a cuidar muy bien el Acuerdo Comercial México-Estados Unidos-Canadá, el T-MEC.
“Seguramente, el próximo martes vamos a empezar las reuniones de las comisiones dictaminadoras, y esperamos dictaminar hacia la segunda semana de junio, es decir, unos diez días más”.
Sobre los efectos del acuerdo, Monreal indicó que México no podrá enfrentar solo el costo de mantener en su territorio con vivienda, empleo, servicios de salud y educación a quienes van a esperar sus procesos de asilo en EU.
“No, no se podría sin Estados Unidos. Creo que se tomó un acuerdo de colaboración y de cooperación económica… el aceptar asilados políticos o personas en tránsito hacia Estados Unidos, es un tema difícil y, eso tendrá que revisarse.
“Mientras no haya un tratado internacional que el Senado mexicano ratifique, va a ser difícil. Pero Tijuana se convirtió en un lugar emblemático… ojalá y esa sea la ruta del futuro: no a la polarización, hay que buscar la conciliación entre todos los mexicanos”, indicó.
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