México, vecino sumiso
¬ Augusto Corro miércoles 5, Jun 2019Punto por punto
Augusto Corro
México siempre fue un vecino sumiso a Estados Unidos.
En nuestra historia está la mancha del imperialismo abusivo que nos arrebató más de la mitad de nuestro territorio.
Desde siempre, fue escandalosa la política injerencista de los gobiernos estadounidenses en México. Con la aplicación de la ley del más fuerte, EU nunca lo pensó dos veces en invadirnos.
Una vez que tienes la bota del imperialismo sobre la cabeza difícilmente logras zafarte.
Esa actitud de sumisión fue apoyada por gobiernos peleles de tímidos y cobardes que con tal de llevar la fiesta en paz se dejaron pisotear.
Un ejemplo de la cobardía se registró en el sexenio pasado, cuando las autoridades recibieron a Trump en Los Pinos.
Fue una recepción política de altos vuelos que le inyectó fuerza al candidato republicano que tenía una campaña presidencial muy gris. Antes el magnate republicano calificó a los mexicanos de violadores y narcos. Esta estrategia descalificadora le dio buenos resultados.
También prometió la construcción de un muro fronterizo para evitar el paso de indocumentados y el trasiego de drogas.
Esto último le agradó a sus seguidores, aunque la promesa se realiza con un sinnúmero de trompicones.
La semana pasada, el funcionario estadounidense anunció aranceles del 5 por ciento a todos los productos mexicanos enviados a ese país y los cuales subirán gradualmente hasta 25 por ciento en octubre, hasta que México no cierre el paso de migrantes hacia la frontera binacional.
Ayer miércoles dijo que lo más probable es que el próximo lunes entren en vigor las citadas tarifas.
Se trata, pues, de intimidar a nuestro país con declaraciones irresponsables, de un dizque político que buscará la reelección en el 2020. Y como ya tiene probado que sus amenazas y mentiras sí le funcionan quiere repetir la dosis de abusos.
Una comisión de México se encuentra en Washington en espera de dialogar con los funcionarios estadounidenses encargados del caso.
Hoy miércoles será un día importante, porque en la capital de EU podría empezar a conocerse la dimensión del empeño de perjudicar a México.
Mientras, Trump repite que no quiere diálogo, sino acción de México.
¿Realmente el mandatario estadounidense pensó en el daño que provocarían sus amenazas? ¿Sabrá de las afectaciones a la economía que brotan inmediatamente?
Trumpo, el político, ya decidió llevar el problema de la migración a su campaña presidencial con miras a la reelección.
También incluirá el asunto del narcotráfico. Sin embargo esta vez podría ser diferente si llega a perder la guerra de los aranceles o si no le da resultados positivos su constante agresión a México.
El problema social de la migración se deriva de la pobreza y la violencia en los países centroamericanos. En esos países no hay empleos ni inversiones.Si se pretende realmente erradicar o por lo menos frenar la migración se debe ir a las raíces del conflicto.
Y es precisamente a lo que se niega EU. Quiere Trump que México se convierta en policía para frenar la ola de migrantes. Pienso que las autoridades mexicanas deben responder con un no contundente.
Ya basta de servilismo. México debe establecer una política migratoria con un profundo sentido humanista. No es posible que la miseria y el dolor de miles de personas se trate con tanto desprecio y humillación como lo estila el mandatario estadounidense representante idóneo del racismo y la xenofobia.
Los taxistas
Miles de taxistas se manifestaron ayer en diferentes avenidas de la Ciudad de México y provocaron el caos anunciado.
Los inconformes son integrantes del Movimiento Nacional Taxista (MNT) que presume tener en sus filas a más de 20 mil conductores en la Ciudad de México y a 200 mil a nivel nacional. Su principal demanda, según dijeron, es “el retiro de las empresas
(app) que trabajan con aplicaciones digitales, que no pagan lo que los taxistas ‘normales’ están obligados a pagar, como concesiones por 40 mil pesos”.
(Dichas empresas que trabajan con tecnología son Uber, Cabify o Didi).
El dirigente de los taxistas capitalinos, Ignacio Rodríguez Mejía, consideró que sus agremiados deben pagar por una licencia y tomar un curso que cuesta 2 mil 565 pesos y sus contrapartes no.
También dijo que los conductores de las aplicaciones tienen todo el año para tramitar su tarjeta sin costo alguno, en tanto que al resto de los taxistas les cobran y, en caso de no hacerlo, son multados hasta por diez mil pesos”.
Es positivo que los trabajadores del volante lograron unificarse, porque esto les permitirá una fuerza mayor para exigir condiciones equitativas a las que tienen las app mencionadas. La manifestación de los taxistas se esperaba desde hace mucho tiempo.
Los usuarios encontraron en las empresas con tecnología una respuesta práctica, inmediata para abordar un coche libre.
Algo que no ocurría u ocurre con los taxistas tradicionales que ponen sus condiciones para el viaje, en caso de que se dignen a levantarlo.
Si los taxistas tradicionales quieren competir con las nuevas empresas tendrán que cambiar de actitud negativa a positiva y mejorar el servicio.