Las agresiones contra México
¬ Augusto Corro lunes 3, Jun 2019Punto por punto
Augusto Corro
México vuelve a ser el foco de las agresiones del presidente Donald Trump. Resulta que el mandatario estadounidense amenazó con imponer un arancel de 5 por ciento a todos los productos que lleguen de México. Después señaló que la tarifa se incrementará gradualmente hasta el 25 por ciento el 1 de octubre.
Con esa medida, el magnate de la construcción busca presionar al gobierno mexicano para que frene la migración, que, dicho sea de paso, está desbordada.
El citado anuncio provocó el desplome del peso frente al dólar y una caída de 1.38 por ciento en la Bolsa Mexicana de Valores.
En términos generales, la economía resiente los golpes de Trump. No es la primera vez, ni será la última.
Claro que la migración es un problema social que debe atenderse, pero no es motivo para recurrir a castigos comerciales para frenarla. Pero ese es el estilo de gobernar del magnate de la construcción y como le rinde resultados positivos atacar a México le repite la dosis.
Como precandidato presidencial Trump a los mexicanos a quienes calificó de violadores y criminales. Esta idea la apoyó con la construcción de un muro fronterizo EU-México, que le agradó a sus seguidores.
El anuncio de la imposición de aranceles cayó como un cubetazo de agua fría en el gobierno mexicano, que la semana pasada entregó al Senado el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MC), para su ratificación a partir del 17 de junio.
¿Qué sigue?
El gobierno de nuestro país tendrá que esperar los resultados de la entrevista entre el canciller, Marcelo Ebrard y las autoridades estadounidenses, que se efectuará en Washington el miércoles.
Son múltiples las acciones para contrarrestar la política de Trump. Para empezar, se sugiere la aplicación de aranceles espejo.
Es decir, lo mismo que haga EU, lo podrían imitar los mexicanos con los productos estadounidenses.
Algo muy importante sería el incremento a los aranceles relacionados con los productos agrícolas que importa México de EU, como el maíz y la soya, por citar solo dos casos.
O también aplicar aranceles en los estados de la Unión Americana donde Trump tiene a la mayoría de sus electores.
O en una actitud de franco rechazo al magnate de la construcción, México podría abrir su frontera sur para que ingresaran los miles de migrantes que tienen como destino Estados Unidos.
O dejar de comprar artículos de importación de Estados Unidos.
Se trata, pus, de posibles actitudes de mexicanos ante los ataques del irreflexivo presidente estadounidense que busca su reelección en el 2020 por el Partido Republicano (PR).
A Trump le funcionó enderezar una guerra contra México que satisfizo a sus seguidores y ahora en la misma situación buscará sumar votos con esa campaña contra los migrantes y la narcodelincuencia.
En el renglón del tráfico de drogas, el vecino país del norte la tiene muy complicada. De sobra se sabe que es el país con más millones de consumidores de estupefacientes.
Sobre este asunto, en las condiciones actuales, en EU los consumidores de opio, coca, mariguana y metanfetaminas y otros satisfacen sus vicios sin los problemas de la violencia y las miles muertes derivados de su producción, trasiego y venta.
Los propios narcos manifestaron que el muro fronterizo para evitar el paso de la droga no funcionará, porque son muchas las formas para burlar a las autoridades de ambos países.
Puntos de vista
En cuanto se conoció el tuit agresivo de Trump sobre la posible imposición del arancel del 5 por ciento a importaciones mexicanas, con la idea de incrementarlo cada mes hasta llegar al 25 por ciento, se encendieron las luces de alerta.
Dijo el magnate de la construcción que la medida funcionará “hasta que se detenga el flujo de migrantes indocumentados”.
El presidente Andrés Manuel López Obrador envió una carta al mandatario Trump en la que le propone profundizar en el dialogo, buscar alternativas de fondo al problema migratorio y, por favor, “recuerde que no me falta valor, que no soy cobarde ni timorato, sino que actúo por principios, creo en la política que, entre otras cosas, se inventó para evitar la confrontación y la guerra”.
La postura de México es la correcta. Ya basta de agresiones y ataques del presidente Trump, quien humilla a los mexicanos siempre que lo desea, sin obtener una respuesta fuerte, sólida, que lo haga reflexionar sobre sus idioteces.
El mandatario estadounidense sabe muy bien que el problema social migratorio es grave y ocurre en diferentes partes del mundo, incluidas Europa y Norteamérica.
Las personas dejan sus lugares de origen porque huyen por diferentes razones, como son las siguientes: desempleo, hambre y violencia.
En el caso de Norteamérica, de los países centroamericanos y del Caribe, ahora algunos del norte de Africa, llegan miles de migrantes que ya tienen saturadas las oficinas del Instituto Nacional de Migración (INM).
A pesar de que México mantiene su política de deportaciones, en mayo envió de regreso a su país a más de 15 mil extranjeros.
Esperemos a ver a que arreglos llegan los representantes de México y las autoridades norteamericanas para evitar el daño a nuestra economía en caso de llevarse a cabo las amenazas de Trump.
Lo que debe quedar muy claro es que México no debe ser el policía de Estados Unidos que frene la migración porque así lo ordena una persona que, sin duda alguna, es carne de siquiatra.