El demonio en México
Alberto Vieyra G. viernes 31, May 2019De pe a pa
Alberto Vieyra G.
¡El diablo anda suelto en México! No sólo por la macabra e imparable mortandad que dejan los cárteles criminales por todo el país, sino que la fuerza del mal se deja sentir en el ámbito social, económico y en la política.
Esta semana, llegó a territorio azteca la todopoderosa Christine Lagarde, mera, mera del Fondo Monetario Internacional, institución que para muchas figuras que hoy viven de nuestros dineros públicos en el quehacer político, era vista como el demonio, puesto que el FMI fue diseñado por el imperio capitalista del mal como el pilar o instrumento número uno para llevar a cabo el saqueo, la rapiña y el pillaje de los pueblos.
Fue en Washington y en el seno de los Organismos Financieros Internacionales donde se diseñó el modelo económico neoliberal, como un traje a la medida para el sufrimiento y no para el crecimiento de las naciones. Desde el FMI y Banco Mundial se dictaban las recetas económicas que deben seguir los gobiernos lacayos en la criminal era neoliberal.
En varias ocasiones, quienes hoy están en el poder salieron a las calles con pancartas en las que se leía: ¡Fuera FMI, sal de aquí!, pero qué chistosa es la vida, cuando da vueltas; hoy, el presidente Andrés Manuel López Obrador recibió en Palacio Nacional a la señora Lagarde con sonrisas de oreja a oreja e intercambio de loas, que no se veían con panistas ni priístas.
La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, felicitó este miércoles al presidente Andrés Manuel López Obrador “por buscar impulsar un crecimiento económico inclusivo en el país y por su supuesta lucha contra la corrupción”.
Por su parte el Presidente de la República felicitó a la señora Lagarde porque el FMI está cambiando ¿Será de partido y no de políticas agiotistas?…
No es pregunta de mala leche, pero muchos mexicanos nos preguntamos: ¿A qué se debe tanto amor entre el presidente de México y la señora Lagarde?…
Bueno una explicación es que los mexicanos siempre hemos sido cálidos y muy educados con nuestros visitantes y, en segundo lugar, es que México, desde hace casi un sexenio no utiliza la línea de crédito otorgada por el FMI de 77 mil millones de dólares, pues se trata de no seguirnos endeudando y empeñando hasta la camisa. Pero da la casualidad de que en noviembre próximo debe renovarse entre México y el FMI el contrato que le permita seguir contando con esa línea de crédito y de preferencia utilizarla.
Sí claro, la señora Lagarde vino a México a arreglar el asuntito de los banqueros capitalistas del mal, que prestan y prestan dinero y más dinero a las naciones del mundo para imponerles sus políticas neoliberales, a costa del sufrimiento de la población.
Es el negocio del siglo del neoliberalismo económico que el Papa Francisco ha tachado como “la economía de la muerte”.
Hace bien el presidente Andrés Manuel López Obrador, el no conjurar ahora, al demonio, porque llegado el momento, sería el FMI el que podría darle respiración de boca a boca para que lleve a cabo sus caprichos y obras de infraestructura como el Tren Maya, el Aeropuerto de Santa Lucía, la terminación del Tren Suburbano México-Toluca y seguirles dando vida a sus programas sociales para perpetuar al partido Morena en el poder para el 2021 a 2024 y claro, en caso de que a la precaria economía mexicana siga en picada.
Para el FMI, los programas sociales son uno de sus ejes fundamentales para perpetuar electoralmente a los partidos políticos en el poder por todo el mundo.
Ese demonio sabe crear problemas para que después los gobernantes le vendan su alma al diablo, a costa del sacrificio de los pueblos.