Una renuncia anunciada
¬ Augusto Corro jueves 23, May 2019Punto por punto
Augusto Corro
A algunos sorprendió la renuncia del ex panista Germán Martínez Cázares a la dirección del Seguro Social. Otros esperaban la dimisión hace varios meses.
La realidad es que a todos les asiste la razón, por diferentes causas.
Por ejemplo entre quienes no sorprendió la renuncia se encuentran aquellos que conocen muy bien a Martínez Cázares y sabían que no encajaba en los proyectos de la 4T (Cuarta Transformación) promovidos por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
La idea del mandatario de acabar con la corrupción y la aplicación de austeridad total en el presupuesto levantaron ámpula en la clase política que vio cómo se le cerraban las oportunidades de enriquecimiento ilícito.
Las pugnas entre el entonces director y las autoridades hacendarias se recrudecieron, pues el primero, según se informó, no estaba de acuerdo con los recortes de dinero al IMSS.
Y como la política de austeridad del nuevo régimen no variaba, las ideas de cambios en el Seguro Social cambiaron y lo orillaron a dejar el cargo. Ahora, regresará al Senado, con el disgusto de algunos legisladores, responsabilidad que hizo a un lado para irse a la administración pública.
Cobijado por Calderón
Martínez Cázares es un político panista que estuvo cobijado mucho tiempo por Felipe Calderón Hinojosa cuando fue presidente de México.
Ambos participaron abiertamente en las elecciones del 2006 cuando se efectuó el fraude electoral con la derrota de Andrés Manuel López Obrador.
Alejado de la política por una temporada, con su mentor Calderón peleado con los panistas, Martínez Cázares, huérfano de partido, se refugió en el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
El ex panista se sumó a la lista de aquellos “grillos” que abandonaron sus partidos de origen para ingresar a las filas morenistas.
La organización política Morena abrió las puertas a todos aquellos que tocaban y sin un mínimo análisis a su historia política los dejaba entrar y no en pocos de los casos los premiaba.
Tal es el caso del ahora ex funcionario Martínez Cázares y de Miguel Barbosa, candidato de Morena al gobierno de Puebla. Este último fue un dirigente del Partido de la Revolución Democrática (PRD), en vías de extinción.
El expanista fue secretario de la Función Pública con Calderón, quien luego lo llevó a la dirigencia de Acción Nacional.
En enero del 2018 inició su trabajo electoral en Morena a favor de López Obrador y usted ya conoce el desenlace.
Un hecho curioso
La dimisión de Martínez Cázares a la dirección del IMSS se dio en los días en que se conoció la carta que envió el ex mandatario Calderón al presidente López Obrador, en la que le demandó protección para él y su familia.
Como se informó, en este sexenio se cancelaron los privilegios que mantenían los ex presidentes, que tenían asignados para su servicio a particulares y militares.
Se dijo que con la petición le enviaron doce soldados para cuidarlo y ocho para el ex mandatario Vicente Fox.
En la misiva, Calderón le dijo a López Obrador que por encima de las múltiples diferencias de opinión que tienen, “estaré siempre a su disposición en lo que estime conveniente o cuando considere que mi opinión, dadas las buenas y las malas experiencias vividas en tan delicado cargo, le pueden ser de utilidad, sea directamente o a través de quien usted designe”.
Lo curioso es que el expresidente expanista un día sí y otro también ataca la política del morenista y a sus proyectos de gobierno por vía tuitera.
¿Se pretendía exhibir a Calderón y su epístola de falsa retórica? No se necesitaba hacerlo.
El ex mandatario presidió uno de los peores gobiernos en los últimos sexenios. A él se debe la ola de violencia que padecemos los mexicanos. Se atrevió a darle de escobazos al panal de la delincuencia organizada y así nos fue.
En el presente, Calderón da los pasos para fortalecer la organización política México Libre en la que participa su esposa directamente, apoyados en la derecha más negativa de nuestro país.
La familia Calderón-Zavala busca, pues, el registro de un nuevo partido político. Estos expanistas no entienden que su oportunidad ya terminó.
En las elecciones presidenciales recientes, la señora de Calderón participó como candidata independiente con más pena que gloria; pero sus ambiciones no tienen límite. Además, extrañan su vida de reyes que disfrutaron cuando tuvieron en sus manos el poder ilimitado. ¿Usted qué opina amable lector?