Voracidad recaudatoria
Freddy Sánchez jueves 23, May 2019Precios y desprecios
Freddy Sánchez
Qué justifica la condonación de impuestos por miles de millones de pesos, a favor de un centenar de grandes empresarios.
¡Francamente, nada!.
Bueno, sí. Una aportación empresarial en beneficio colectivo de una cuantía económica mayor o por lo menos semejante. Lo cual, obviamente, no se dio en varios sexenios de política fiscal, alentada por una tecnocracia extremadamente dadivosa con los hombres del dinero.
Algo que, Andrés Manuel ofreció terminar durante su gestión, una vez decidida la cancelación de las condonaciones fiscales para beneficio de empresarios de alto nivel.
Como fue el caso de los que recibieron la devolución de grandes sumas de dinero de los impuestos, algunos de ellos con bolsas de miles de millones de pesos o el que menos obtuvo en devoluciones fue la cantidad de 300 millones.
Un auténtico desfalco para la hacienda pública, en aras de “quedar bien” con los ricos más ricos de este país.
Lo que se quiso justificar bajo el argumento de estar estimulando a los empresarios para invertir en México y no dar a sus fortunas la condición de “capitales golondrinos”, prácticamente ajenos al desarrollo económico.
Cosa que, ciertamente hay que agradecer a los grandes capitalistas que no hayan hecho en perjuicio de la nación, destinando su riqueza a la inversión nacional en proyectos productivos, y con ello, lógicamente, fomentar el bienestar de la población.
Una cuestión que sólo es viable cuando los empresarios invierten en la generación de empleos, lo que implica impulsar la liquidez familiar para el consumo de satisfactores, además de contribuir a una mayor afiliación de derechohabientes en el Seguro Social y beneficiarios del Infonavit, independiente de lo que se refiere a la creación de fondos para el retiro de los trabajadores. Un mérito que nadie puede regatearles a los señores del dinero.
Aunque, tampoco hay que “chuparse el dedo”, creyendo que los empresarios que hacen negocios en el país, actúan como “madres de la caridad”, ya que no es así y en ciertos casos, más bien sucede todo lo contrario.
Y es que emprendedores privados “con mucha lana”, sólo invierten donde saben que sus ganancias serán más que satisfactorias para sus apetitos de acumulación de riqueza. Definitivamente, no dan “paso sin huarache”.
De una y mil formas, por lo regular buscan tener “buenas migas” con representantes de la autoridad que se muestren obsecuentes y prestos a privilegiar contratos empresariales que garanticen rentabilidad y un alto rendimiento a las inversiones privadas.
Nada extraño sería, por lo mismo, que justamente los empresarios que mayores ganancias obtuvieron en pasados sexenios hayan sido los “beneficiarios” de la política fiscal encargada de devolverles aportaciones tributarias quizá en la medida o hasta más de los que significaron sus utilidades de negocios. Quiénes fueron pues, esos empresarios que gozaron de privilegios en las administraciones sexenales recientes, es justo y necesario que se dé a conocer.
Andrés Manuel se comprometió a entregar esa información a las instancias creadas oficialmente para darle trasparencia al ejercicio público, a fin de que los ciudadanos puedan hacer las consultas que juzguen necesarias.
Así que pronto sabremos cómo es que algunos adinerados se hicieron más ricos por el entreguismo hacendario con el gran capital, en tanto que otros segmentos de la población más que apoyos fiscales, lo que perciben es desinterés oficial ante sus carencias económicas, debido a lo que podría ser catalogado como una perversa voracidad recaudatoria.
Buenas tardes Sr. Fredy pero quería saber si usted conoció a mi padre el Sr. Andrés Aguilar del pasaje catedral?