Violencia azota a la capital
¬ Augusto Corro miércoles 22, May 2019Punto por punto
Augusto Corro
La Ciudad de México vive una crisis en materia de violencia que se ve reflejada en el número de homicidios dolosos que se registran diariamente.
En los casos de asesinatos y de otros delitos la impunidad casi es total.
Son tantos y tan mal investigados los crímenes que los delincuentes resultan favorecidos.
Y si a lo anterior le agrega usted su dosis de corrupción por parte de las autoridades, tiene usted el por qué de la ola delictiva.
Cabe señalar que esa problemática social no es exclusiva de la capital, en todo México golpea el crimen.
Es elevado el índice de homicidios dolosos, extorsiones, secuestros, asaltos, robo de coches, etc., que tiene en la reflexión y en la angustia a los mexicanos.
Y lo grave de la situación es que no se le ve fin a los crímenes y a los demás tipos de delito.
Queda uno impresionado con los hechos delincuenciales registrados en las redes con videos sobre asesinatos a sangre fría.
O las imágenes de los asaltantes de automovilistas que actúan impunemente en las calles de la capital. Como señalamos arriba, el problema se extiende a todo el país. Hay ciudades donde mueren decenas de personas acribilladas a balazos.
Son cada vez más las fosas clandestinas con restos de personas desaparecidas y asesinadas.
Los habitantes de las diferentes ciudades estamos a merced de la delincuencia, sin un mensaje que nos aliente a esperar mejores tiempos con seguridad y paz.
En la Ciudad de México, la propia procuradora de justicia, Ernestina Godoy, admitió que la capital vive en una crisis de violencia. ¿Y esta situación, que podría calificarse de grave, algún día se acabará?
Ojalá y alguna autoridad nos contestara la pregunta.
Renuncia Germán Martínez al IMSS
Un político en toda la extensión de la palabra, como es Germán Martínez, expanista, renunció a la dirección general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
En el caso de Germán Martínez fue de los pocos militantes que le sirvieron realmente a su partido Acción Nacional. Tras separarse de su organización, donde fue presidente nacional, se incorporó al equipo de campaña de López Obrador como parte del equipo de asesoría en materia electoral.
El político michoacano en su renuncia enviada al Consejo Técnico reprochó la injerencia perniciosa de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) al imponer recortes y ahorro en el organismo.
También señaló un sinnúmero de inconformidades personales, por ejemplo:
“El presidente del Gobierno de México proclamó el fin del neoliberalismo, pero en el IMSS algunas injerencias de Hacienda son de esencia neoliberal; ahorro y más ahorro, recortes de personal y más recortes de personal, y un rediseño institucional donde importa más el “cargo” que el “encargo”.
En el IMSS no se obedece al Presidente.
Solo creo que el eje de su reforma deben ser las personas que se atienden en el IMSS, y no los funcionarios que trabajan en el IMSS.
El país requiere una reforma al IMSS para acoplarlo al sistema universal de salud y al modelo preventivo, en el que se ataquen los determinantes sociales de la salud.
Algunos funcionarios de Hacienda intentan una remodelación cosmética del IMSS, con la que se pretende reformar el Reglamento para colocar funcionarios administrativos en los Estados desde dicha Secretaría, y así anular a los Delegados que el Consejo Técnico aprobó”.
Sin duda, es una baja sensible para el gabinete ampliado del mandatario López Obrador.
Ni peces gordos, ni flacos
En el combate a la corrupción aún no hay funcionarios encarcelados.
¿Qué esperan las autoridades para proceder penalmente contra los corruptos?
En casi todos sus discursos el presidente Andrés Manuel López Obrador se queja del neoliberalismo corruptor y de quienes lo propiciaron y practicaron, pero esos personajes o están muertos o viven felices.
Ni peces gordos ni flacos son llamados a cuentas ante la justicia.
Por ejemplo, los “huachicoleros”, que por tantos años robaron a Pemex desde sus propias oficinas, siguen libres.
De los sujetos enriquecidos por la “ordeña” ni sus luces, como se dice coloquialmente.
La Fiscalía tendrá que intensificar su tarea, porque son muchos los políticos que saquearon al país en la llamada época neoliberal que deberían estar en prisión.
¿O de plano habrá borrón y cuenta nueva? ¿En esos asuntos, la justicia debe ser elástica? ¿Usted qué opina amable lector?