Monreal batalla no sólo con la complejidad de las secundarias, sino contra el tiempo electoral
Roberto Vizcaíno lunes 20, May 2019Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
En una involuntaria cátedra pública sobre la negociación política con profundos matices ideológicos, con acercamientos y negociaciones al más alto nivel, Ricardo Monreal saca adelante en estos días las 4 leyes secundarias que darán operatividad a la Guardia Nacional.
En un escenario que a veces parece un fino ballet, donde todos caminan de puntitas para no desbaratar lo alcanzado, y en otros una ruda contienda de términos legales y esgrimas verbales, en mesas de negociación y acuerdos llenas de tazas de café y cigarros, el líder de la mayoría de Morena y presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, negociador directo de AMLO con la oposición, no tiene más que esta semana para aprobarlas.
Tiene que sacar adelante las 4 leyes secundarias de la Guardia Nacional antes de que el domingo 2 de junio se realicen las elecciones a gobernador en Puebla y Baja California, y de alcaldes y diputados locales en otros estados.
Después de eso, lo indica la experiencia, todos los involucrados en política se van a volcar en una dura contienda mediática post-electoral que seguramente terminará en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Y en ese ambiente de confrontación, descalificaciones y reclamos, poco es lo que los coordinadores de los grupos parlamentarios del Senado y la Cámara de Diputados podrán hacer para avanzar en sus pendientes legislativos.
De ahí que a Monreal le preocupe avanzar rápido este lunes en la conclusión de las negociaciones de las 4 leyes de la Guardia Nacional, a saber:
* La Ley del Uso de la Fuerza, Ley del Registro de Detenciones, (modificaciones a) la Ley de Seguridad Pública y la ley Orgánica de Seguridad Pública., las cuatro leyes tienen un gran porcentaje de consenso.
En una entrevista, el zacatecano dijo ayer que una vez revisadas todas estas leyes, artículo por artículo, “tenemos el 96 o más por ciento de acuerdos”.
Y agregó:
“Las leyes o los proyectos que contiene el documento han sido modificadas todas, nuevas redacciones, en un ejercicio muy interesante, en donde estamos sentados los grupos parlamentarios con representantes del Ejecutivo Federal.
“Es un ejercicio muy novedoso de discusión y de acuerdos sobre el contenido de las normas de este documento que todavía no es iniciativa; más del 96 por ciento.
“La intención es lograr el consenso. Por eso nos hemos detenido y por eso no nos cansamos de reuniones y reuniones hasta que logremos el propósito”.
En este punto Monreal aclaró que Morena y sus aliados PT, PES y Verde tienen los senadores y diputados suficientes para aprobar las 4 Leyes sin mayores problemas.
Pero que “la actitud ponderada, reflexiva, muy cuidadosa, de parte del Ejecutivo Federal, que han estado representados aquí, a través de Gobernación, de la Secretaría de Seguridad Pública y de la Consejería Jurídica. Los tres han participado…
“Y veo una actitud, incluso, también debo decirlo y reconocerlo, muy respetuosa del Legislativo, de las Fuerzas Armadas. Las Fuerzas Armadas han estado actuando de manera extraordinaria, con sensatez, con cuidado, con respeto y simplemente hemos tenido consideraciones, opiniones correctas en el diseño y la construcción de estas leyes fundamentales”.
Todo eso en busca, agregó, de un consenso que sume a una parte importante o a toda la oposición.
La intención, indicó, es alejarse de la práctica del mayoriteo legislativo realizado en forma antidemocrática en los sexenios anteriores para sacar adelante leyes y reformas.
“¿Por qué insisto tanto en el gran consenso, la unanimidad o la mayoría amplia? (preguntó para responder él mismo)…
“Porque siendo instrumentos tan importantes y fundamentales, en un momento en donde la crisis es evidente sobre la inseguridad y la violencia, tenemos que lograr que estén abrigadas, arropadas con el mayor sentido de unidad de estas leyes.
“No necesitamos mayoría calificada, menos unanimidad. Como son leyes reglamentarias, bastaría con la mayoría simple que la tenemos en Morena.
“Sin embargo, no tendría la legitimidad a la que yo aspiro y por eso hacemos un gran esfuerzo por lograr la unanimidad y hasta ahora lo hemos logrado.
“Entonces, faltan pequeños detalles, aunque profundos. Pequeños detalles que den el origen y confirman la naturaleza de la Guardia Nacional.
Es un tema de fondo, es un debate de fondo, el tema de las licencias y el que en la denominada Guardia Nacional prevalezca su carácter civil y también el mando, la disciplina, los delitos y toda la organización de carácter civil.
“O sea, es un debate de fondo y por eso nos hemos entretenido en algunos temas que refuerzan este carácter. Obviamente todos estamos en la disposición de intentar el último esfuerzo y yo tengo confianza, soy siempre optimista, aunque no he logrado el consenso total”, precisó.
Monreal pues, confía en que aprobar estas 4 leyes será cosa de horas. Si lo logra como ya lo ha hecho en otras reformas y leyes habrá sorteado una complejidad de posiciones, intereses, ideologías y plazos que desde fuera parecen un laberinto.
Las influencias de Napoleón
Hacia fines de la semana el presidente Trump retiró los subsidios al acero y al aluminio de México y Canadá.
Todo fueron sonrisas y aplausos en los tres países. Pero poco se supo del por qué el veleidoso mandatario norteamericano finalmente tomó esa decisión.
Bueno, le adelanto que en los círculos de la negociación comercial entre las tres naciones no pocos voltearon a ver en esto la intervención del senador mexicano Napoleón Gómez Urrutia.
Con fuertes alianzas con sindicatos y empresas mineras y metalúrgicas no sólo en Estados Unidos sino en Europa y otras zonas del mundo, Gómez Urrutia tenía ya varios meses dedicado a derribar los argumentos de Trump sobre esos aranceles.
Y, bueno, parece que lo logró.
Todo gracias a que, en su largo exilio de 12 años en Canadá, Napoleón Gómez Urrutia, presidente hoy de la Comisión de Trabajo, y líder no sólo de los mineros de México sino de una nueva central obrera que agrupa a 150 gremios nacionales y extranjeros, no se tiró en la poltrona a rabiar su situación, sino a fortalecer y profundizar la relación iniciada años antes con diferentes líderes y organizaciones sindicales de trabajadores mineros en el mundo.
En ese camino, Gómez Urrutia, mientras en México era objeto de una campaña brutal de desprestigio mediático por parte esencialmente de Germán Larrea, dueño y CEO de Grupo México, recibió en 2011 el Premio Internacional en Derechos Humanos Meany-Kirkland de la AFL-CIO y en 2014 el Premio de Noruega Arthur Svensson; al tiempo que era nominado para el Premio Edelstam en Suecia.
En 2014 obtuvo la Medalla de Oro IPPY, de la Asociación de Editores Independientes de Nueva York por su publicación del libro El Colapso de la Dignidad y la Medalla “Emilio Krieger” de la Asociación Nacional de Abogados Democráticos, ANAD.
Sin duda líder sindical atípico – fue director general de la Casa de Moneda de México durante 12 años, director de Minera Autlán otros 6 años, egresado de Economía de la UNAM con mención honorifica, con maestría por la Universidad de Oxford–,, el ahora presidente de la Comisión de Trabajo del Senado es representante de México ante la Confederación Sindical Internacional, miembro de la United Steel Workers, y vicepresidente del Comité Ejecutivo de Industria ALL Global Union, que agrupa a los sindicatos más poderosos de la industria en el mundo con unos 60 millones de trabajadores.
Para nadie es un secreto que Gómez Urrutia es amigo cercano del líder laborista ingles Jeremy Bernard Corbyn, quien pronto será Primer Ministro de Inglaterra y además de Leo W. Gerad dirigente de United Steelworkers de EU,
Pero sobre todo y pese a los odios y persistentes embates de Larrea, es el dirigente de los mineros de México y ahora de la Confederación Internacional de Trabajadores, que agrupa a 10 federaciones de trabajadores y más de 150 sindicatos del país.
Es decir…
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