Ya salió el peine. Críticas interesadas a AMLO de Coparmex
Francisco Rodríguez miércoles 15, May 2019Índice político
Francisco Rodríguez
Los que siempre han hecho negocios con el Estado escogen al más valido de la tropa para rezongar: Gustavo de Hoyos, el de Coparmex, el infaltable del gazapo empresarial, saca a relucir sus dotes de contestatario nylon: que el Presidente deje de gobernar al estilo “me canso ganso” y realice una reflexión profunda.
El interlocutor de Marta Sahagún frente a los encargados de dar los contratos de seguridad privada, es quien habla. Lo mandan. Argumenta en sus pocos cabales que el gobierno no está para construir. ¡Válgame Dios! ¿En dónde nació este ejemplar del Medioevo que nunca se dio cuenta de que ha sido el Estado el que ha hecho las grandes construcciones de este país? Textualmente: “Se está anunciando que el Ejército hace aeropuertos, que Fonatur hace trenes y ahora que Pemex hace refinerías, son claras las lecciones en México y en el mundo de que el gobierno no está para construir. Esto se agrava con la determinación de que el gobierno, el que se eche a cuestas la construcción, ahora tenemos en vez de un gobierno de México, una constructora de México”, afirmó
Jamás se enteró que el gobierno siempre estuvo atrás de las grandes obras de infraestructura para el desarrollo: aeropuertos, circuitos carreteros nacionales, obras de irrigación, refinerías, presas hidráulicas de enorme magnitud, puertos, pozos petroleros, caminos, deslindes y conexiones hidráulicas de gran envergadura para abrir terrenos al cultivo, diseños urbanos, vías telegráficas, telefónicas y eléctricas, etc.
Para su conveniencia sólo recuerda el periodo del entreguismo. Pues durante los últimos cuarenta años el combate hipotético a la inflación se arguyó como una forma específica de luchar contra la presencia del Estado en todos los procesos productivos.
Fue la bandera fundamental de los gobiernos anexionistas para demostrar que se luchaba ante el vacío de futuro. Al estar restringidos, por mandato extranjero para fabricar moneda y cubrir el déficit, se redujo el gasto público y se estrecharon las prestaciones a las capas más pobres de la población.
Como corolario, la desregulación y la apertura comercial y financiera indiscriminada llevaron a la histeria gubernamental la privatización de los modelos y de los servicios. La intervención del Estado en la dirección económica para beneficio de las mayorías y la preservación de márgenes de maniobra, se convirtió en una quimera.
Entre 1982 y 1993 fueron “desincorporadas” en México 977 entidades paraestatales, a través de cierres, transferencias a otras instancias y privatización indiscriminada, siendo esta última la modalidad más importante. Fueron sexenios que agigantaron el anexionismo.
Importantes organizaciones y estructuras administrativas del Estado que incidían favorablemente en el gasto popular fueron trasladadas al sector privado nacional y extranjero. Empresas telefónicas, aeronáuticas, ferrocarriles, transportistas, portuarias, eléctricas, refresqueras, sanitarias, agroindustriales y cinematográficas, entre muchas otras.
Bajo el disfraz de “reforma del Estado”, de quitarle lo obeso a la administración, se llegó a un exceso de manipulación administrativa cuyos resultados funestos, convertir conglomerados públicos en monopolios privados, han mermado la capacidad del país, todo bajo el concepto de mantener las variables macroeconómicas sin sentido, recomendaciones del FMI y del BM, guardianes del imperio gabacho.
Y ello ha sido funesto para el empleo, un desastre para la planeación, un aumento exagerado del gasto público y de las comisiones en beneficio del sector privado y de los prestanombres de cajón, el aumento exagerado de la deuda pública y la concentración del aparato en sueldos gigantescos para sus favoritos de turno.
En el marco internacional, las naciones afectadas por estos mandamientos brutales, credos de los entreguistas, guías de la desregulación normativa, abandonaron de inmediato las recetas. Nosotros no. Ellos implementaron otras medidas: seguros de desempleo, financiamientos colaterales al despido…
… mejores mecanismos de ahorro y capitalización y la posibilidad de reinsertar a los antiguos servidores públicos en nuevos modelos y alternativas laborales.
En contraparte, para el modelo de los agachados mexicanos, donde el Estado siempre fue el motor de la inversión y, en muchos aspectos, el impulsor de la constitución de nuestros rasgos nacionales, el traslado de las actividades públicas a manos privadas representó un golpe contundente al crecimiento y, peor, a la gobernabilidad.
Hoy, que los más agraciados quieren regresar por sus fueros, es demasiado tarde. Hoy se trata de luchar contra los dicterios del mito neoliberal y de la fiebre globalizadora. Sabemos todos que lo que no logre un proceso de desarrollo basado en el crecimiento del mercado interno, menos se obtendrá a base de abandonar las facultades originales del Estado.
Pero esto parece que no lo quieren entender los mandaderos del capital, crecido artificialmente por las cesiones del gobierno, inflado a base de capitular en las funciones básicas, ayudado en todos los terrenos por devoluciones de impuestos, ofertismo fiscal y contable.
Hoy requerimos un modelo nacionalista que corresponsabilice a los factores de la producción, sectores y clases en la elevación de la productividad y competitividad para insertarlos en una estrategia renovada de crecimiento hacia adentro y hacia afuera, modernización de la planta productiva…
… y establecimiento claro de las competencias, capacidades y obligaciones del Estado para asegurar los grandes equilibrios políticos y sociales del mercado que defina los pisos, techos y procedimientos para elevar la eficiencia y garantizar la autonomía.
Afortunadamente, nuestro trayecto como Nación nos da las fórmulas históricas, políticas y jurídicas para combatir la pobreza bajo nuevas orientaciones. Ninguna ideología política tiene mayor fundamento que el nacionalismo mexicano.
Y sí, el titular del Ejecutivo tiene que gobernar a ritmos frenéticos, porque el tiempo es corto para ofrecer resultados. Y la gente quiere saber con premura si los que llegaron son distintos a los que se fueron. Urge la acción inmediata porque el bono de la confianza, atizado a la baja por los truchimanes de los medios…
… amenaza con cualquier posibilidad. Ellos siempre han manejado los costos y los ritmos de las preferencias supuestamente públicas. Para eso se les ha pagado y consentido. Pero hay que ir a fondo, aunque muchas veces para mejor proveer en la esfera administrativa tenga que recurrirse a circulares y decretos de emergencia.
Tal como Lázaro Cárdenas lo hizo cuando los generales callistas, triunfantes en los enredos de la Revolución, no lo dejaban gobernar. Tuvo que recurrir a medidas extremas. Parece que esto se les olvida a los que ya sacaron el peine. ¿No cree usted?
Índice Flamígero: ¡Felicidades a las maestras y maestros de México en este día que la sociedad agradecida les dedica! + + + Como en el juego “lo que hace la mano hace la tras”, el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) en la Ciudad de México, Jesús Padilla Zenteno, afirmó que algunas medidas que ha tomado el gobierno federal han provocado incertidumbre en los estados y en caso de que este panorama siga, no se logrará el crecimiento de 4% en promedio anual durante el sexenio. Hay varios puntos esenciales, detalló Padilla Zenteno, que le estamos pidiendo al gobierno federal, entre ellos corregir el subejercicio del gasto público, desistir del proyecto de Dos Bocas, retomar la promoción turística, no cancelar las Zonas Económicas Especiales, reforzar la negociación del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá, y sobre todo atender y resolver el tema de violencia.” + + + Escribe don Edgar Arturo Peralta Araujo: “Coincido con usted en que al 60% del gabinete del legítimo Presidente de la República le está faltando todo para ejercer su trabajo de una manera adecuada: del gabinete de hoy en día creo, sólo se salvan el canciller Ebrard, el Ing. Jiménez Espriú, Poncho Romo, el consejero jurídico de la Presidencia Scherer, Manuel Bartlett muy bien y quizá algún otro que me este faltando, pero todos los demás provocan pena ajena, su hasta ahora mostrada incompetencia laboral, mediática, falta de manejo de las crisis y las problemáticas, incluso me atrevería a decir que a muchos de ellos dudo que hayan tenido una adecuada preparación académica y nula experiencia laboral, no les cae el veinte de donde están parados y las expectativas que sigue teniendo el grueso de la población en este cambio que se dio el primero de julio del año pasado. ¿Donde está la secretaria de Energía (tenía yo otro concepto de ella, puesto que se supone que es especialista en el tema energético), Octavio Romero, ¿donde está? No puede ser que la máxima herencia que dejo Lázaro Cárdenas tenga a un director con pánico escénico, falta de pericia para salir a hablar ante los medios, falta de argumentos técnicos para la resolución de problemas. El secretario de Salud parece un muerto viviente, parece avestruz, con todo respeto. Pienso que el Presidente les está dando un periodo más de gracia para que demuestren y considero que si en un par de meses, máximo cuatro, estos personajes no dan resultados AMLO debe apretar las tuercas de su maquinaria, o el tiempo empezará a cobrarle la factura. Está a tiempo razonable de quitar y ajustar a su equipo las veces que sean necesarias, pues el país así lo exige. Del tema de la marcha del domingo 5, a la que algunos ya la llaman la marcha fúnebre, respeto a la libertad de expresión, pero pienso que a cinco meses es ilógico pedir la renuncia de alguien. Queda claro que AMLO está pisando algunos callos y la marcha es sólo un botón de muestra. El proyecto sigue en pie. Lo de Fox y Calderón son patadas de ahogado. Ojalá ambos nos aclararan como se “invirtió” el dinero obtenido de los excedentes petroleros durante su gestión. Llegamos a vender el barril de la mezcla mexicana a un precio que oscilaba los 150 dólares. Seguro ya se les olvido a ese par de vividores. Saludos.”
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