“El circo”, según Fernando Botero
Opinión lunes 13, May 2019De la carpa a las letras
Arturo Arellano
“El circo” es una colección del extraordinario pintor colombiano Fernando Botero, está conformada por 20 dibujos y 32 óleos en los que, según el Museo de Antioquia, Botero destaca una de sus principales cualidades como pintor, que es el manejo del color y su impecable paleta, además de su icónico uso de la volumetría. Hoy escribimos sobre ello, porque según palabras del pintor, esta colección tuvo lugar en su inspiración a partir de una de sus visitas al Circo Atayde en México.
Habría que recalcar que este interés de Botero por pintar sobre un tema tan especial, tiene tres vertientes, la primera nos cuenta su hija Lina Botero “se inspiró en el Circo Atayde, el cual visitó durante una temporada del circo en Zihuatanejo, mi padre iba una vez al año a trabajar a esta parte de México, religiosamente, no faltaba y en esa ocasión se encontró con que había un circo en la localidad, así que fue a tres funciones, pero posteriormente jamás volvió a un espectáculo circense, de modo que, si bien, partió su inspiración de ese paso por el Circo Atayde, para su serie de pinturas, después lo que vemos en las obras es su imaginario, su visión del circo en otro plano que no es la realidad. Siempre ha sido su manera de pintar y comunicar, lejos de la realidad, con formas grandes, extraordinarias e imponentes”.
Podemos adjudicar entonces como detonante esta visita al circo mexicano, sin embargo, había dos razones más. Botero había terminado una serie de pinturas inspiradas en “Abu Ghraib”, donde retrató la tortura y el dolor que se vivió en la famosa cárcel iraquí, de modo que había quedado asqueado de violencia, sangre, trazos grotescos y todo lo que aquellas imágenes implicaban en su manera de ver el mundo, necesitaba una esperanza, algo que le devolviera a la belleza de un mundo violentado, ese escaparate lo encontró precisamente en el circo “Los colores del circo son especiales. Uno puede pintar colores tan salvajes como quiera y siempre van a ser lógicos. Los movimientos de los artistas en el circo, son únicos, los cuerpos están en posturas que no se pueden ver en ninguna otra parte, su majestuosidad en el movimiento. Es algo que me atrapó” dijo el pintor en alguna entrevista, dejando claro también que “Esta es mi visión del circo, nada es real”.
Finalmente, Botero tenía una tercera razón para pintar sobre el circo, sumada a su visita a Circo Atayde y al hartazgo al que se enfrentó con su serie sobre “Abu Ghraib” y era que muchos de los pintores que le sirvieron como inspiración para entrar en el mundo de la pintura cuando apenas era un niño, habían tocado ese tema en alguna de sus obras “Más allá del colorido, también me interesó su movimiento y la filosofía de los cirqueros que son nómadas. Tenía una deuda con todos ellos porque este tema ha sido de gran interés para muchos artistas como Picasso, Renoir, Seurat, Watteau, Toulouse-Lautrec y Chagall”.
La obra completa de Botero en el tema del circo quedó plasmada en el libro “Circus: Paintings and Drawings: Fernando Botero” donde el pintor Botero explora la luz, el color, el estilo y el espacio con un toque que resalta a través de la extravagante desproporción de sus figuras la excepcional belleza del cuerpo humano. Circus, es una colección de más de 130 pinturas y 50 obras en papel, con lo que se celebra esta rica historia de entretenimiento y asombro bajo la carpa.