¿Elegimos un nuevo régimen para instalar el miedo?
Francisco Rodríguez miércoles 8, May 2019Índice político
Francisco Rodríguez
Hay un reposicionamiento de fuerzas en Europa, el Oriente Asiático, Japón y los Tigres del Pacífico y de parte de potencias emergentes como Pakistán, India y sobre todo, China. El pensamiento monocorde que rigió desde los cenáculos neoyorquinos de las dinastías petroleras y acereras toca a su fin. Es tiempo de recoger varas.
La reorganización del poder que hoy se observa era impensable hace algunos años. El derrumbe del Muro de Berlín fue el fin de la época dorada de las grandes cúpulas. El hartazgo internacional es un hecho y se refleja en todos los terrenos, desde el productivo y el comercial, hasta el financiero, bélico e industrial.
Los pocos aliados de los imperios decimonónicos fueron empujados por gobiernos títeres, cómplices de las mentiras terroristas de Washington y escenificaron un triste espectáculo durante la invasión de Irak que nunca tuvo algún sustento en el sentido común.
Son las exequias del pensamiento único, del criterio neoliberal, del mundo globalizado. La drástica caída de la producción industrial estadunidense —la agropecuaria no, ésa está a cargo de mexicanos indocumentados y de una gran baraja de etnias indefensas—, el desfavorable balance comercial con el exterior……. la abrupta depreciación del dólar, las maniobras de autodefensa del Eje París – Berlín- Moscú – Pekín para abandonar la divisa verde como factor de cambio y adoptar las fortalecidas monedas duras, euro, rublo, yen, yuan, en todas las transacciones de materias primas, en las transacciones petroleras y en las reservas federales de las naciones insurgentes, no augura un futuro al gusto de los Estados Unidos.
Para abundar en la errática conducción de la economía norteamericana, el ofertismo fiscal, la escasa afluencia de fondos de inversión a sus estructuras productivas, la inequitativa distribución del ingreso, el doble déficit fiscal y financiero que abruma a ese país habla de lo inútil del salvajismo capitalista para solventar crisis estructurales.
La posesión de oro y grandes cantidades de dólares endeudados —en manos de las economías china, rusa y japonesa—, el inútil sacrificio de los residentes de origen latino, africano y europeo en los Estados Unidos, masacrados en injustas invasiones preventivas que le han merecido el reclamo unánime del planeta…… más el manejo impúdico de los recursos domésticos frente a los de ocupación, llevan a la conclusión que la economía republicana es un fraude y más aún: que el Imperio que conocimos antaño se encuentra en caída libre.
Quedaron atrás los días de la soberbia, del Imperio imbatible. Hoy son los tiempos de recoger varas, lo malo es que aparte de algunos Premios Nobel de Economía, nadie les avisa. Las almas caritativas brillan por su ausencia. Están ocupadas en la lucha por la sobrevivencia, por resistir los coletazos del monstruo en agonía.
La religión política de los WASP, la reelección de Donald Trump sólo se apoya en todas las agresiones que se le puedan hacer a los migrantes mexicanos, que lo único que han hecho en toda su vida es luchar por el abastecimiento alimentario de los Estados Unidos y el fortalecimiento de sus cadenas agropecuarias y agroindustriales. Son los culpables de la escasa bonanza y de su sobrevivencia. ¡Quién lo dijera!
Si Estados Unidos emergió, después de la Segunda Guerra Mundial como la potencia implacable y victoriosa a la que llegó a culparse de todo: de destituir gobiernos legalmente establecidos, de saquear las riquezas ajenas, de definir a placer zonas de influencia, de inyectar divisas para establecer su sistema de vida…… de imponer al Papa, de meter al Caballo de Troya —el polaco Lech Walesa— para destruir el Pacto de Varsovia, de acabar con la economía del vodka-cola, de derribar el Muro de Berlín, de dictar la nueva Guerra Fría, y de acabar con el comunismo, hoy aparece como un gigante sin piernas, en artículo mortis.
Ya no está el horno para bollos. Los Estados Unidos se han convertido en una nación depredadora, imitación de las republiquitas bananeras, con un despliegue militar dirigido contra enemigos ridículamente débiles a los que asigna un papel desmesurado como pilares de los Ejes del Mal.
Evidencia a cada paso que su contraparte mediática, la Rusia de Vladimir Putin, conserva y detenta la capacidad estratégica para suprimir del panorama bélico a los Estados Unidos. Los grandes avances tecnológicos rusos a partir de la fibra óptica siguen siendo el secreto mejor guardado… y mejor usado.
El coletazo del abandono del dólar en las transacciones petroleras internacionales pegará de lleno en la línea de flotación de la nave mexicana. Aquí, como en ninguna parte se recibirán los impactos catastróficos, porque diseñamos una economía entreguista y endeble. Seremos el pasto de las fieras.
Nos educaron en el respeto y la obediencia al dólar. Fuera de allí, todo era Cuautitlán. Tendremos que empezar a pensar en términos de posicionamientos geoestratégicos indispensables. Esta Nación no puede ser víctima de los descastados.
Frente a la gran crisis que se viene, el imperio de la razón es necesario, pero nunca suficiente. Tiene que estar apoyado en una auténtica revolución ideológica que encabece luchas de liberación de varios rangos, sustentadas en gobiernos populares en alianza extrema con sociedades nacionalistas y patrióticas.
De esta manera, y sólo de ésta, detendremos el saqueo del odio, la ambición y la intolerancia. Desafortunadamente tenía razón el viejo Robert Schumann — uno de los “padres de Europa”, en referencia a su determinante participación en la creación de las Comunidades Europeas— en su teoría del acortamiento del tiempo. Los tiempos de la lucha ya se adelantaron. Hoy tenemos que enfrentar el miedo y la indolencia del equipo del nuevo establishment, representantes espurios del régimen político al que elegimos en las urnas hace muy poco con abrumadora mayoría.
Y es que los acompañantes del Tlatoani no están a la altura de las circunstancias de México ni del entorno mundial. El movimiento contestatario enarbolado desde hace tres décadas por López Obrador, en el terreno de la práctica gubernamental es lo más parecido a un parto de los montes.
Desafortunadamente, serán los primeros adversarios de los nuevos tiempos. Por no haber tenido las agallas ni los conocimientos para aprovechar la coyuntura internacional de desarrollar un gobierno con rostro popular. Se han dejado atrapar por el miedo, el enemigo natural de toda impronta benéfica.
Todos están ateridos de miedo en el primer círculo. Unos por incompetencia, otros por intereses ilegítimos y otros por miedo a perder la chamba. No han podido acompañar al torbellino. La vorágine del poder popular les quedó demasiado grande. Estaban acostumbrados a otras yeguas.
Los rebasó, les pasó encima la gran oportunidad que tuvimos los mexicanos de definir el paso histórico del nuevo régimen. Ya no tienen para dónde hacerse, pues ya enseñaron el cobre. No sirven para nada. Y un hombre solo no puede subrogarse en el trabajo de sus ayudantes. No le pagamos para eso.
Resultaron buenos patroncitos, pero malos subalternos. No saben dar ni pedir. Llegaron al límite de su competencia. ¿No cree usted?
Índice Flamígero: Como una salida en falso fue calificada la defensa a AMLO del titular de la SCT, Javier Jiménez Espriú, al emplear algo más que ironía en tweet el domingo por la tarde, tras la llamada Marcha del Silencio que, en honor a la verdad, congregó a escasos marchantes: “Nunca pensé que todos los que están contra AMLO fueran a la marcha, pero sí… , ¡FUERON TODOS!”. La reacción de los usuarios de redes sociales no esperó: lo tundieron. Pero, ¿y los demás miembros del gabinete presidencial? ¿Ninguno tuvo los arrestos para reaccionar en apoyo a su jefe? + + + Honor a quien honor merece. Criticado varias veces en este espacio por lo que —para no variar— parecía ser inacción hoy hay que reconocer al fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero. Su conferencia de prensa de hace un par de días fue esclarecedora. Conocer que el gobierno federal ha presentado 12 mil 700 denuncias por actos de corrupción desde el 1 de diciembre, no es poca cosa. Saber ya que el oscuro caso Odebrecht tendrá desenlace judicial en menos de dos meses, debe reconocerse. Esas, entre otras, fueron buenas noticias brindadas a los 100 días de gestión del funcionario.
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