Sin padrón confiable, el PRI en problemas
Miguel Ángel Rivera miércoles 8, May 2019Clase Política
Miguel Ángel Rivera
Uno de los más grandes secretos del PRI, incluso para sus propios dirigentes, consiste en conocer quiénes y cuántos son sus militantes.
Este gran secreto es ahora, nuevamente, el principal obstáculo para concretar la gran aspiración (si no por convencimiento, al menos para “quedar bien” con la tribuna), de la mayor parte de sus cuadros directivos: encontrar un sistema democrático y confiable para elegir a sus dirigentes y candidatos.
Antes, todo eso era innecesario. Candidatos y dirigentes eran nombrados por una sola voluntad y no era necesario que unos u otros fueran militantes.
Si el nombrado era descalificado por no tener antecedentes de actividades partidistas, siempre aparecían documentos “oficiales” que daban constancia de su inscripción en los registros del partido, muchos años antes, acompañados por credenciales con fotos de su juventud, firmadas por dirigentes históricos, si no de la estructura central del partido, al menos de una de las muchas siglas afiliadas a uno de los tres sectores, el obrero, el campesino y el popular.
Con tal “magia”, cualquier desconocido se convertía en el más ferviente miembro del partido tricolor.
No obstante, ha habido intentos serios por tener un padrón de militantes. Lo promovió, por ejemplo, Luis Donaldo Colosio como presidente del partido, quien encargó la tarea a su secretario de Organización, Roberto Madrazo.
El proyecto abortó cuando descubrieron que la dirigencia del Estado de México había copiado íntegro el padrón electoral oficial. Es decir, en esa entidad todos los ciudadanos registrados eran militantes del PRI.
En fechas posteriores, sobre todo a partir de las derrotas del PRI en los comicios federales, ha habido intentos de realizar elecciones internas realmente democráticas, pero en la casi totalidad de los casos, siempre ha surgido la duda de que los vencedores recurrieron al fraude.
Estos y otros antecedentes estuvieron presentes o en la memoria de los presentes en la reunión del Consejo Político Nacional (CPN), efectuada la tarde-noche del lunes pasado, en la cual se decidió continuar con el proceso para que la siguiente dirigencia nacional sea electa por voto universal secreto, aunque ya no será organizado por el Instituto Nacional Electoral (INE).
El proyecto de que la elección fuese vigilada por el INE se canceló debido a su alto costo, más de 230 millones de pesos, cantidad que no puede ser sufragada por un partido cuyos ingresos se han derrumbado en la misma proporción que los votos recibidos en los recientes procesos electorales.
Además del costo mismo de las votaciones, los consejeros del PRI debieron tomar en cuenta que su deficiente padrón electoral les podría acarrear graves problemas judiciales, así como un considerable costo adicional.
De acuerdo con estimaciones de los especialistas del INE, cada demanda de un ciudadano inconforme por aparecer en el padrón del tricolor, podría tener un costo para el partido de entre 40 mil y casi 52 mil pesos.
Ante esta situación, los 380 consejeros políticos registrados para la sesión del lunes anterior, decidieron dar por terminados los tratos con el INE, pero seguir con el procedimiento para realizar elecciones abiertas con voto directo y secreto. La directiva saliente, encabezada por Claudia Ruiz Massieu y Arturo Zamora, tendrá que determinar el cómo y cuando.
Ese acuerdo y el aplauso unánime a la memoria de la recién fallecida María de los Ángeles Moreno, fueron los únicos puntos en que hubo unanimidad de criterios entre la cúpula del PRI, que por otra parte está dividida entre los aspirantes a dirigir al partido durante los próximos cuatro años.
Estuvieron presentes los precandidatos a los que se conceden posibilidades reales de triunfo. En primer término, el ex rector de la UNAM y ex secretario de Salud José Narro Robles y el actual gobernador de Campeche, Alejandro Moreno Cárdenas, quien fue el único de los ocho mandatarios surgidos del tricolor – otros cuatro no acudieron – que vestía una chamarra roja, el color que identifica a los priístas.
También estuvieron presentes los ex gobernadores de Yucatán, Ivonne Ortega, y de Oaxaca, Ulises Ruiz, que encabezan corrientes internas de resistencia, pero a quienes se conceden escasas posibilidades de victoria, aunque serán factor para la victoria de uno de los favoritos.
Compañera de fórmula de Moreno Cárdenas, la aspirante a secretaria general Carolina Viggiano, confirmó los pronósticos de que su principal contendiente será el ex rector Narro, pues en su discurso insinuó que no conoce al partido y que se limita a hacer campaña en los estados gobernados por priístas.
El principal crítico contra Moreno Cárdenas fue el ex mandatario de Oaxaca, Ulises Ruiz, quien dio voz a quienes temen que el gobernador de Campeche entregue el partido al actual presidente, Andrés Manuel López Obrador.
Ivonne Ortega se confirmó como disidente, al criticar a la presidenta saliente por dar preferencia a otras corrientes internas.
En un intento de levantar ánimos y sostener que a pesar de la grave derrota de 2018 el partido todavía tiene futuro, el ex gobernador de Colima, Fernando Moreno Peña contó que, luego de perder en el 2000, el ex presidente Ernesto Zedillo reunió a los entonces 21 gobernadores priístas, ante quienes prácticamente leyó la esquela del partido.
La respuesta la dio el entonces mandatario de Chihuahua Patricio Martínez, quien destacó que ante los cambios en el país y en el partido, sus dirigentes ya no serían nombrados por el presidente en turno.
Además de resultar beneficiado por el asesinato de Colosio, fue de los políticos que, al ser nombrados – en su caso coordinador de campaña – no conocían ni las oficinas de “su” partido pero se le creó un expediente para justificar su supuesta militancia.
Última oradora en ese cónclave, Beatriz Paredes Rangel, hizo un llamado a la unidad, no sólo para salir adelante en el proceso interno, sino también en las elecciones que se desarrollarán el 2 de junio próximo en seis estados.
Sobre todo, Paredes recordó la condición de su partido como oposición, al señalar que tienen la responsabilidad de salvar a nuestro país, porque la irresponsabilidad con la que se está gobernando es dramática.
La Cosecha
Una nueva muestra de que México es “el bueno”, mientras los Estados Unidos son el vecino: el gobierno de Donald Trump trata a su supuesto socio como si fuera su rival China, al aplicar aranceles extras a los exportadores mexicanos de tomate. Los productores mexicanos deben pagar 17.5 por ciento del valor de su mercancía.
Este pago implicará un costo anual superior a 350 millones de dólares para el exportador mexicano de tomate, por lo cual se teme que muchos pequeños y medianos exportadores no podrán soportar esa pesada carga financiera.
La Secretaría de Economía de México lamentó que ya no opere el acuerdo entre los dos países, que reguló durante 23 años las exportaciones mexicanas de tomate al mercado estadounidense, a la vez que permitió a los productores mexicanos aprovechar las ventajas comparativas que tiene nuestro país para la producción de tomate.
Al tiempo que enfrenta adeudos que superan los 20 mil millones de pesos, el director general del ISSSTE, Luis Antonio Ramírez Pineda, recibió el respaldo total de la Junta Directiva de este organismo para su proyecto de reestructuración financiera.
El máximo órgano de gobierno del ISSSTE expresó su reconocimiento por los avances en la reestructuración administrativa y financiera de la dependencia en los 5 meses transcurridos de esta administración.
El dirigente de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estados (FSTSE), Joel Ayala Almeida, manifestó que este apoyo es total y representa el compromiso de que los sindicatos adscritos a la Junta Directiva trabajen en coordinación con la dirección general del ISSSTE, para resolver los retos que enfrenta el organismo.
Este respaldo representa también el aval de organizaciones de trabajadores como el SNTE, SNTISSSTE, AAPAUNAM, FEDESSSP Y SUTGCDMX al proceso de reingeniería que conduce Ramírez Pineda.
A esa sesión ordinaria del máximo órgano de gobierno del ISSSTE, asistió también la Tesorera de la Federación, Galia Borja Gómez, con la representación del Secretario de Hacienda, Carlos Manuel Urzúa Macías.