La aeronave cayó como un pedazo de papel, señala especialista
Nacional* miércoles 8, May 2019
“Como un pedazo de papel”, cayó el Bombardier Challenger 601, el avión ejecutivo matrícula N601VH, que el domingo pasado se desplomó en una zona de difícil acceso en Monclova con 10 pasajeros a bordo, y tres tripulantes.
Así lo afirmó el capitán Guillermo Galván, consultor en materia aeronáutica, al precisar, en entrevista con Pascal Beltrán del Río, para Imagen, que “probablemente el avión haya perdido sustentabilidad, y probablemente sí el clima sea el más sospechoso en este momento, por haber hecho que la aeronave perdiera control en vuelo”.
Además, pormenorizó, “por la manera en que las fotografías nos presentan que la aeronave impactó en terreno, probablemente ésta no cayó con alta velocidad o con alta energía”, dijo.
“Esta aeronave cayó como si hubiera caído un pedazo de papel, porque está fragmentada en dos piezas. La parte primaria del fuselaje hacia adelante, y la parte del fuselaje para atrás, el empenaje de los motores, que quedó prácticamente, -dentro de lo terrible-, intacto”, lo que quiere decir, recalcó, “que la aeronave no traía mucha energía a la hora del impacto”.
Además, el especialista enfatizó que por la forma en la que quedaron los restos del avión, partido en dos, se podría presumir que la aeronave traería sólo la reserva de combustible.
Por la ruta de vuelo, señaló, “ya nada más traían el combustible remanente para llegar a Monterrey”, y recordó que, al ser la aeronave “un globo presurizado”, en el momento en que el cuerpo impacta el terreno, “es como un globo que explota; como bomba atómica”.