Los abusivos
¬ Augusto Corro martes 7, May 2019Punto por punto
Augusto Corro
A la fecha, ningún pez gordo se encuentra en prisión, a pesar del saqueo a las arcas de la nación y a los abusos del poder público.
Por el asunto de la corrupción nadie es castigado.
Las acciones represivas de gobiernos anteriores son favorecidas por el clima de impunidad que priva en México. Tocamos el tema porque los expresidentes Vicente Fox y Felipe Calderón, así como el ex gobernador Ulises Ruiz Ortiz podrían enfrentar un juicio por delitos de lesa humanidad, en la Corte Penal Internacional, con sede La Haya, Holanda.
La semana pasada los ex funcionarios fueron acusados, en el mencionado tribunal por activistas y agraviados, la Comisión de la Verdad de Oaxaca y la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca.
Entre los denunciantes se encuentran el sacerdote Alejandro Solalinde, el periodista Diego Enrique Osorno, Marina Jiménez y María Eugenia Mata.
La citada defensoría es un organismo público autónomo que forma parte del Estado mexicano y su titular es Arturo Peimbert.
Los ex representantes de dos niveles de gobierno (federal y estatal) con el poder absoluto decidieron reprimir, violentamente, a elementos de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), en 2006.
La pelota se encuentra en la citada corte y surge la pregunta obligada: ¿alcanzará la justicia internacional a esos peces gordos?
Mientras se ventila la denuncia en el tribunal internacional, aquí en México, los expresidentes y el exgobernador realizan una intensa actividad política.
Sin importarles la cola de desprestigio que arrastran, los ex mandatarios aparecen como ejes inconformes de las protestas contra el presidente Andrés Manuel López Obrador y su forma de gobernar.
Fox se hizo tuitero y un día sí y otro también lanza sus ataques contra López Obrador. El domingo encabezó la marcha antiobradorista en León, Guanajuato. Cabe señalar que su protesta es vacía.
Calderón, también en la “grilla”, aprovecha tuitear a favor de sus pronunciamientos contra el presidente López Obrador.
Además no pierde la oportunidad de convocar a sumarse al partido México Libre que preside su esposa Margarita Zavala de Calderón.
Con más pena que gloria, el michoacano no oculta su ambición por volver al poder. En el caso de Ulises Ruiz Ortiz este sujeto encauzó su lucha partidista en busca de la dirigencia del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Su único reconocimiento consistió en enfrentarse a Enrique Peña Nieto, cuando fue presidente.
El PRI en las elecciones recientes tocó fondo. Esa organización política que agoniza tendrá, en breve, nuevo líder. Según los analistas políticos, el gobernador de Campeche, Alejandro Moreno, es quien más posibilidades de alcanzar la presidencia tricolor.
De lo anterior se desprende que la oposición política en México se encuentra en sus peores momentos. El Partido Acción Nacional (PAN) casi se encuentra en calidad de desaparecido. Su dirigente, Marko Cortés, perdió la brújula.
El Partido de la Revolución Democrática (PRD) el domingo cumplió 30 años de vida. Su condición política es desastrosa. Se le da por muerto.
En fin, falta en México un contrapeso político que ni Fox, Calderón y menos Ulises se encuentran en condiciones de formarlo o forjarlo, pues tienen cuentas pendientes con la justicia.
Plan de Seguridad a Escuelas
Ojalá y funcione el programa Senderos Seguros. Se trata de un programa del gobierno capitalino para brindar seguridad a los estudiantes en 53 escuelas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Instituto Politécnico Nacional (IPN).
La autoridad informó que dichos senderos estarán listos en agosto, en el inicio del próximo ciclo escolar, con costo de 50 millones de pesos. También podrían establecer rutas de transporte público especial para los estudiantes, de las cuales ya operan diez en distintas escuelas.
Como se informó en esta columna la violencia llegó a los centros de educación y se convirtió en un dolor de cabeza para las autoridades escolares. Por ejemplo, en los denominados CCH, se multiplicaron los delitos.
La semana pasada (lunes) Aideé Mendoza Jerónimo, de 18 años, fue asesinada en un salón de clases en el Colegio de Ciencias y Humanidades CCH-Oriente. Una bala de 9 milímetros privó de la vida a la estudiante.
Van más de ocho días y las autoridades no tienen ni idea de lo que ocurrió en el citado plantel. El vacío de información se llenó con especulaciones en las que responsabilizaban del crimen a los narcomenudistas de la zona.
Claro que la delincuencia está presente en el exterior de los planteles educativos donde la policía puede actuar sin problema alguno. ¿Y en el interior de los centros escolares seguirá igual la situación? No olvidar que la denominada (y mal entendida) autonomía universitaria sirvió, en más de un caso, para no perseguir a delincuentes.
Así pues, en el exterior de las escuelas la policía se encargará de la seguridad de los estudiantes y surge la pregunta obligada: ¿en el interior de los centros educativos seguirán los mismos problemas? ¿Usted qué opina amable lector?